La educación médica basada en simulación, que permite al clínico adquirir habilidades en situaciones graves y poco frecuentes sin perjuicio para el paciente1, cobra todavía mayor importancia ante situaciones de emergencia de salud pública inesperadas como la pandemia actual2.
La COVID-19 ha supuesto numerosas modificaciones que han limitado la continuación de las actividades de educación médica3, incluyendo el desarrollo de los programas de simulación. Debido a ello, el desarrollo de otras modalidades de simulación como la simulación remota que sustituyan o complementen las actividades presenciales deben tenerse en cuenta para poder continuar con los programas de formación4–6.
Presentamos un estudio observacional, transversal, mediante encuesta con el objetivo de conocer el uso de la simulación para la preparación para la COVID-19 durante la primera y segunda ola de la pandemia en las unidades de cuidados intensivos pediátricos españolas, así como las modalidades utilizadas y la continuación de actividades de simulación no COVID-19.
Diecinueve centros (Anexo 1) de Unidades de Cuidados Intensivos Pediátricos (UCIP)de España de diversos niveles asistenciales completaron la encuesta en diciembre 2020. Diez de 19 centros contaban con un programa de entrenamiento regular mediante simulación previo a la pandemia COVID-19. Más de la mitad de las unidades comenzaron los entrenamientos en el mes de marzo 2020, en ocho de 19 unidades fue posible iniciar el entrenamiento de forma anticipada a la atención de pacientes COVID-19, en dos de 19 se inició a la vez que la atención clínica y en nueve de 19 centros de forma posterior. En nueve de 19 centros el inicio del programa de entrenamiento COVID-19 fue iniciativa única del propio servicio.
La tecnología disponible para la realización del programa formativo con la que contaban los centros se muestra en la tabla 1, siendo mayoritaria la presencia de tecnología de bajo coste. Sólo dos centros contaban con tecnología para realizar simulación remota y ninguno contaba con simuladores de realidad virtual.
Tecnología disponible, escenarios entrenados y barreras señaladas por los centros durante el desarrollo del programa de entrenamiento con simulación para COVID-19 en número de centros sobre el total de 19
Tecnología disponible para el entrenamiento con simulación para COVID-19 | Maniquíes de bajo coste | 8/19 |
Maniquíes de alto coste | 6/19 | |
Monitor de bajo coste | 2/19 | |
Monitor de alto coste | 4/19 | |
Dispositivos/modelos de bajo coste | 6/19 | |
Dispositivos/modelos de alto coste | 0/19 | |
Simulación remota | 2/19 | |
Realidad virtual | 0/19 | |
Escenarios entrenados | Equipos de protección individual | 16/19 |
Vía aérea | 8/19 | |
Reanimación cardiopulmonar | 8/19 | |
Evaluación inicial del paciente COVID | 7/19 | |
Transporte | 5/19 | |
Barreras señaladas durante el desarrollo del programa de entrenamiento | Problemas logísticos | 12/19 |
Disponibilidad de tiempo | 12/19 | |
Distanciamiento social | 11/19 | |
Falta de preparación previa | 10/19 | |
Problemas de material | 10/19 | |
Inquietudes frente a la infección | 9/19 | |
Problemas de personal | 8/19 | |
Problemas de financiación | 7/19 | |
Falta de otras opciones (telesimulación) | 4/19 |
El escenario entrenado más frecuente fue la colocación de equipos de protección personal (EPI), seguido del manejo de vía aérea y reanimación cardiopulmonar (RCP) (tabla 1). La mayoría de los entrenamientos se realizaron in situ (en el propio lugar de atención habitual a los pacientes): 73,7% para la colocación de EPI, 57,1% para el entrenamiento sobre vía aérea, 61,5% para RCP, 63,6% para el resto de los escenarios. Con menor frecuencia, se llevó a cabo la simulación en centros o instalaciones específicas de simulación. Gran parte de las unidades (13/19) realizó simulación multidisciplinar y 12/19 centros incluyeron a otros servicios en su programa formativo.
Los obstáculos a los que los centros tuvieron que hacer frente durante el entrenamiento se reflejan en la tabla 1, entre los que se incluyen problemas logísticos, de disponibilidad de tiempo y de personal en un porcentaje elevado. La falta de preparación previa y las inquietudes frente a la infección estuvieron presentes en la mitad de los centros. La necesidad de distanciamiento social afectó a los programas de formación en casi el 60%, siendo la falta de otras opciones como la telesimulación otra de las barreras identificadas. Problemas relacionados con material y financiación fueron a su vez frecuentemente señalados.
Los problemas principales que notificaron los participantes sobre la dinámica de grupo fueron la dificultad de comunicación al llevar los EPI en 12 de 19 centros, barreras relacionadas con el nerviosismo o preocupaciones del equipo en 12 de 19 centros, dificultades relacionadas con la falta de conocimientos sobre los procedimientos COVID-19 en nueve de 19 y con la falta de conocimientos sobre el trabajo en equipo en situaciones COVID-19 en ocho de 19. La implicación de los participantes en los entrenamientos fue igual (nueve de 19) o mayor (siete de 19) a la presentada en sus programas de formación mediante simulación previos al COVID-19.
Respecto a la continuación de las actividades basadas en simulación no relacionadas con COVID-19, 14 de 19 centros continuaron realizando estas actividades, aunque con menor frecuencia y menor número de participantes. Únicamente cinco de 19 centros pudieron continuar con el programa habitual de entrenamiento mediante simulación sin verse significativamente alterado. Únicamente tres centros utilizaron las modalidades de simulación remota para llevar a cabo estas actividades no-COVID.
Los participantes consideraron el programa de entrenamiento de utilidad para la mejora de la práctica clínica con pacientes COVID-19 (tabla 2).
Opinión de los participantes sobre el programa de entrenamiento con simulación para COVID-19 mediante escala de valoración de 0 a 10, expresado como puntuación mediana y rango intercuartílico
El programa de entrenamiento es de utilidad para la mejora de la práctica clínica con pacientes COVID-19 | 9 (8-9) |
Las actividades de simulación contribuyeron a mejorar la autoconfianza/seguridad personal | 8 (7-9) |
Las actividades de simulación contribuyeron a disminuir errores | 8 (8-9) |
Las actividades de simulación contribuyeron a disminuir el riesgo de contagio | 8 (8-9) |
Las actividades de simulación contribuyeron a mejorar el trabajo en equipo | 8 (6-9) |
Nuestra unidad contaba con el material e instalaciones apropiadas para llevar a cabo el programa de entrenamiento para COVID-19 | 5 (2-9) |
Pese a las posibles limitaciones de este estudio, como la subjetividad de los estudios mediante encuesta y que haya sido respondida por la mitad de los centros de UCIP de nuestro país, este trabajo refleja la situación de la simulación en estas unidades durante la pandemia COVID-19. La simulación fue utilizada para el entrenamiento de diversos escenarios COVID-19, predominando la tecnología de bajo coste y la modalidad in situ. Modalidades emergentes como la simulación remota3,4, con diversas aplicaciones incluyendo opciones de bajo coste5–7, son aún poco utilizadas en las UCIP de nuestro país. Pese a las barreras señaladas, los participantes consideraron los programas formativos de gran utilidad.
La educación médica basada en simulación debe instaurarse como un programa formativo habitual de todo el personal de las unidades de alta complejidad como las UCIP. Sin embrago, sólo la mitad de las unidades contaban con un programa de entrenamiento regular, y los entrenamientos para el COVID-19 se realizaron mayoritariamente como una iniciativa propia de los servicios. Podría ser necesario un mayor apoyo con recursos económicos y materiales, así como un mayor reconocimiento a la utilidad de la educación médica basada en simulación, ya que lo contrario podría suponer un importante impacto negativo en la formación de los profesionales y la seguridad de los pacientes.
FinanciaciónEste trabajo no ha recibido ningún tipo de financiación.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.
Hospital Sant Joan de Déu, Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, Complejo Hospitalario de Jaén, Hospital Clínico San Carlos, Hospital Universitario Central de Asturias, Hospital Universitario de Cruces, Hospital Universitario de Burgos, Complejo Asistencial Universitario de León, Complejo Hospitalario de Toledo, Hospital Virgen del Rocío, Hospital Universitario Gregorio Marañón, Hospital Universitario de Donostia, Hospital Universitario Puerta del Mar, Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña, Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela, Hospital Regional Universitario de Málaga, Hospital Clínico Universitario de Valladolid, Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria.