La infección por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2 inicialmente identificada en 2019 en Wuhan (China), causante de la denominada enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19), es actualmente causa de una pandemia global con importantes repercusiones en España.
La transmisión vertical de SARS-CoV-2 continúa siendo una incógnita sin resolver hasta la fecha. Diferentes autores han sugerido la posibilidad de transmisión intraútero, pero no está claro si esta ocurre vía transplacentaria, a través del canal del parto o en el periodo posnatal inmediato1. Se han publicado casos aislados, series de casos2,3 y recomendaciones de expertos de las distintas sociedades científicas4,5, con resultados muy heterogéneos en cuanto a la definición de transmisión vertical, muestras biológicas estudiadas y manifestaciones clínicas en el neonato.
Presentamos el caso de un recién nacido pretérmino, hijo de madre COVID-19+que acude a Urgencias por trabajo de parto a las 29+6 semanas. Test antigénico positivo en muestra respiratoria hace 9 días, realizado por contacto con conviviente (pareja). PCR nasofaríngea positiva antes del parto. Asintomática. Embarazo controlado de curso normal, controles ecográficos y serológicos normales. Se inicia tocólisis y maduración pulmonar con imposibilidad para frenar el parto.
Nace recién nacido varón a las 29+6 semanas (1.455g). Parto vaginal. Amniorrexis intraparto. Apgar 6/8. Precisa intubación al nacimiento por esfuerzo respiratorio ineficaz, ventilación mecánica convencional y administración de surfactante en la primera hora de vida. Radiografía de tórax con patrón retículo-intersticial bilateral indicativo de síndrome de distrés respiratorio del prematuro. Ingresa en habitación individual de la UCIN, en aislamiento de contacto y por gotas en incubadora, según las recomendaciones actuales4,5. Al nacimiento y al tercer día se extraen muestras respiratorias con PCR positiva y Ct bajos (tabla 1). Analítica de sangre normal, no linfopenia ni elevación de marcadores de inflamación (tabla 2). Se extuba al segundo día con buena evolución, sin otra clínica salvo apneas de la prematuridad. PCR nasofaríngea a los 7, 12 y 15 días persistentemente positivas. Se amplía estudio analítico a los 7 días, sin objetivarse elevación de marcadores de inflamación sistémica (tabla 2), salvo dímero-D 4.788,00 ng/ml. A los 10 días, PCR en sangre negativa; a pesar de no demostrarse viremia, se objetiva eliminación del virus en orina y heces. Serologías del recién nacido (IgM e IgG) persistentemente negativas a los 1, 12 y 15 días. Se obtiene la primera PCR nasofaríngea negativa a los 21 días, permitiendo retirar las medidas de aislamiento. No se objetiva seroconversión a las 4 semanas de vida (tabla 1).
Resultados microbiológicos
2 h | 1 día | 3 días | 7 días | 10 días | 12 días | 15 días | 21 días | 33 días | |
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PCR exudado nasofaríngeo(Ct gen S) | positiva(Ct 35) | positiva(Ct 20) | positiva(Ct 17) | positiva(Ct 27) | positiva(Ct 27) | negativa | |||
PCR lavado broncoalveolar(Ct gen S) | positiva(Ct 36) | ||||||||
Serología | IgM–IgG– | IgM–IgG– | IgM–IgG– | IgM–IgG– | |||||
PCR sangre | Negativa | ||||||||
PCR orina | Positiva | ||||||||
PCR heces | Positiva |
Parámetros analíticos
2 h | 1 día | 7 días | 15 días | 33 días | |
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Leucocitos (cél/mm3) | 5.830 | 6.710 | 11.820 | 14.180 | 6.970 |
Linfocitos, cél/mm3 (%) | 1.780 (30,5) | 1.590 (23,7) | 3.590 (30,4) | 5.980 (42,2) | 4.010 (57,5) |
Neutrófilos (cél/mm3; %) | 5.170 (54,4) | 4.250 (63,4) | 5.140 (43,5) | 4.780 (33,7) | 1.390 (19,9) |
Plaquetas (cél/mm3) | 147.000 | 209.000 | 202.000 | 516.000 | 384.000 |
Tiempo protrombina (s) | 22 | 15 | 12 | ||
Tiempo tromboplastina parcial activada (s) | 79 | 48 | 36 | ||
Fibrinógeno (g/dl) | 2 | 2 | 4 | ||
Dímero D (ng/ml) | 4.788 | ||||
PCR (mg/dl) | 0,02 | 0,14 | 0,04 | ||
PCT (ng/ml) | 0,27 | ||||
GOT (UI/l) | 65 | 56 | 27 | 22 | 22 |
GPT (UI/l) | < 5 | < 5 | 6 | 11 | 11 |
LDH (UI/l) | 642 | 561 | 330 | 291 | |
Ferritina (ng/ml) | 437 | ||||
Troponina T (ng/l) | 72,2 | ||||
NT-proBNP (pg/ml) | 915 |
Durante el parto, la madre porta mascarilla FFP2. No se realiza contacto piel con piel ni pinzamiento tardío del cordón. Alimentación con leche materna de banco y posteriormente fórmula artificial. Se mantiene la separación madre-hijo hasta el alta epidemiológica de la madre (IgG positiva), siendo la primera visita a los 5 días del parto. Sin embargo, no se dispone de estudios de placenta, sangre de cordón o líquido amniótico que nos permitan aseverar este mecanismo de transmisión.
Con este informe exponemos el caso de un recién nacido pretérmino hijo de madre COVID-19+, cuya sintomatología es muy probablemente secundaria al cuadro de prematuridad. La persistente positividad de la PCR en el recién nacido con Ct bajos y la precocidad de la primera determinación sugieren una infección precoz. Aun siendo posible la infección intraútero, no podemos asegurar este mecanismo de transmisión a través del presente caso.
La transmisión vertical de SARS-CoV-2 es aún poco conocida. Aunque se ha documentado la presencia del virus en la placenta, el líquido amniótico, la sangre de cordón y la leche materna ocasionalmente6, la mayoría de los test diagnósticos realizados a los recién nacidos de madres infectadas son negativos3 y, por lo tanto, poco concluyentes para establecer el diagnóstico de infección vertical.
Podemos concluir que la transmisión vertical de SARS-CoV-2 en recién nacidos de madre COVID-19+es posible y requiere investigaciones futuras. El aislamiento de contacto y por gotas debe prolongarse durante el ingreso hasta la negativización de la PCR en muestras respiratorias, ya que la seroconversión es excepcional en neonatos, especialmente prematuros.