En el artículo «Efectividad y seguridad de dos dispositivos de fototerapia para el manejo humanizado de la ictericia», publicado recientemente en esta revista, nuestros compañeros presentan un estudio que evalúa la efectividad de la utilización de dos dispositivos de fototerapia compuestos por mallas de luz LED que permiten el manejo de la ictericia evitando la separación de madres y recién nacidos en sus primeros días de vida1.
Como aportación, nos gustaría compartir nuestra opinión y experiencia.
La humanización en el cuidado neonatal ha cobrado especial importancia en los últimos años. Esto se refleja por ejemplo, en la implementación del método canguro en la mayoría de las unidades neonatales, el contacto piel con piel precoz, la lactancia materna a demanda o la mayor implicación de los padres en los cuidados de su hijo durante la hospitalización2.
La ictericia neonatal es una de las causas más frecuentes de ingreso en los primeros días de vida3. Esto suele implicar la separación del recién nacido de sus padres. El artículo de Montealegre evidencia que el uso de estos nuevos dispositivos no afecta a la efectividad del tratamiento y además cuenta con las ventajas que conlleva un mayor contacto del bebé con su familia, facilitando el apego y la lactancia.
Nuestra área sanitaria está constituida por dos hospitales: un hospital comarcal, que no dispone de unidad neonatal, y un hospital con unidad neonatal de tercer nivel. En ambos centros la fototerapia se realiza mediante lámparas fluorescentes, lo cual implica la necesidad de vigilancia clínica (controles de temperatura, diuresis, etc.) imposibilitando la terapia ambulatoria.
El tratamiento de la ictericia se realiza de manera diferente en cada centro. El hospital comarcal, a pesar de disponer de menos medios, facilita el ingreso del neonato con su madre en la misma habitación; de esta forma, los padres se involucran de forma activa en el cuidado del bebé y se favorece el apego y la lactancia materna a demanda. Todo ello sin evidenciar complicaciones ni aumento del tiempo de fototerapia.
En el Hospital Provincial, que cuenta con servicio de Neonatología, los pacientes ingresan en la unidad neonatal que, a pesar de ser una unidad abierta, conlleva una separación física entre el recién nacido y sus padres. Esto se acentúa en los casos en los que la madre haya sido dada de alta, sobre todo aquellos en los que la distancia al centro es mayor o no se dispone de vehículo propio.
En conclusión, los dispositivos presentados en el artículo representan una opción muy interesante de tratamiento, aunque en este momento no estén disponibles en la mayoría de los centros. Pese a ello, la falta de estos medios materiales no debería justificar la separación del recién nacido de su madre, si el estado clínico de ambos los permite. Una opción válida sería el ingreso conjunto en la maternidad; esto favorece la capacitación de los padres para el cuidado de sus hijos, disminuye la ansiedad familiar por el ingreso y favorece la instauración y mantenimiento de la lactancia materna.
FinanciaciónEste trabajo no ha recibido ningún tipo de financiación.