La infección por Chlamydia trachomatis es un importante problema de salud pública mundial y la principal causa bacteriana de infecciones de transmisión sexual. La infección puede transmitirse a través del canal del parto, pudiendo ocasionar nasofaringitis y/o conjuntivitis neonatal (habitualmente 5-12 días tras el parto), así como neumonía en los 3 primeros meses de vida1,2. El diagnóstico etiológico de estas infecciones es importante, porque la sintomatología no se diferencia de la causada por otros microorganismos y los tratamientos que no incluyan un macrólido pueden no ser eficaces frente a C. trachomatis. El objetivo del presente trabajo fue investigar la tasa de transmisión perinatal de la infección por C. trachomatis.
Entre octubre/2010 y septiembre/2015 se estudió prospectivamente, mediante una técnica de amplificación de ácidos nucleicos (TAAN) en tiempo real (Cobas® 4800 CT/NG, Roche), la presencia de C. trachomatis en 103 hijos de madres infectadas, detectadas en un cribado puerperal realizado en el Hospital Universitario Donostia (HUD)3. Este estudio de investigación fue aprobado por el Comité de Ética del HUD (acta 9/2010). Los niños, como todos los recién nacidos en el HUD, recibieron profilaxis ocular neonatal con pomada oftálmica de tobramicina hasta octubre de 2013 o hidrocloruro de clortetraciclina con posterioridad. La transmisión vertical en el neonato se evaluó 7-10 días tras el parto mediante una exploración física y la obtención de exudado faríngeo, suplementado con exudado conjuntival en el último año del estudio y en los casos con sospecha de conjuntivitis. Los neonatos infectados fueron tratados por vía oral con eritromicina 14 días mientras estuvo la formulación disponible en el hospital o con posterioridad azitromicina 3 días. Se realizó seguimiento clínico durante 3 meses (instrucción a los padres para acudir a la consulta en caso de aparición de síntomas de conjuntivitis, neumonía o nasofaringitis, y confirmación de la ausencia de síntomas telefónicamente al finalizar el periodo).
Se constató transmisión vertical en 11 (10,7%) niños (5 varones, 6 mujeres), distribuidos uniformemente en el período de estudio. El porcentaje ascendió al 15,5% (11/71) excluyendo los nacidos por cesárea y/o de madres que recibieron tratamiento antibiótico en las 48h preparto (tabla 1). C. trachomatis se detectó en el 8,7% de las muestras faríngeas (9/103) y el 17,6% (6/34) de las conjuntivales (p=0,15). Siete niños infectados estaban asintomáticos y 4 (3,9% del total de vigilados) presentaban conjuntivitis, en un caso asociada a cuadro catarral. Todos los casos recibieron tratamiento antibiótico (7 eritromicina, 4 azitromicina), resolviéndose la infección tempranamente en 7/8 que acudieron al control microbiológico a los 15 días; en otro caso, la detección de C. trachomatis y la sintomatología (conjuntivitis) persistió durante 2 meses, por inadecuada dispensación del tratamiento por los padres.
Características clínicas en la transmisión vertical de Chlamydia trachomatis: 103 casos de exposición (octubre/2010-septiembre/2015)
Características clínicas | Transmisión vertical (%) | Valor de p (test de Fisher) |
---|---|---|
Antibioterapia prepartoa | 0,03* | |
Sí | 0/30 (0) | |
No | 11/73 (15,1) | |
Parto | 0,35 | |
Cesárea | 0/13 (0) | |
Vaginal | 11/90 (12,2) | |
Semana gestacional | 1 | |
<35 | 0/4 (0) | |
≥35 | 11/99 (11,1) | |
Peso recién nacido | 0,60 | |
<2.500g | 0/7 (0) | |
≥2.500g | 11/96 (11,5) | |
Edad puérperas | 0,35 | |
<25 | 6/42 (14,3) | |
≥25 | 5/61 (8,2) | |
Primípara | 0,45 | |
Sí | 4/53 (7,6) | |
No | 7/80 (8,8) | |
Parto fórceps/ventosa | 1 | |
Sí | 1/11 (9,1) | |
No | 10/92 (10,9) | |
Profilaxis ocular neonatal | 1 | |
Tobramicina | 8/72 (11,1) | |
Tetraciclina | 3/31 (9,7) |
En Europa, la información existente sobre la transmisión vertical de C. trachomatis es escasa e inexistente en España. En Alemania, empleando el cultivo como método diagnóstico y excluyendo nacidos por cesárea e hijos de madres con tratamiento antibiótico preparto se describió una tasa de ophtalmia neonatorum por C. trachomatis del 15,2% (15/230) en niños que recibieron profilaxis antibiótica tópica conjuntival5. Pocas publicaciones recientes han investigado la transmisión perinatal de C. trachomatis mediante TAAN, refiriéndose tasas de transmisión más elevadas (24-75%), pero difícilmente comparables por el diferente diseño de los estudios (tabla 2). En España, asumiendo una prevalencia de infección por C. trachomatis en puérperas del 1%3 y con una tasa de transmisión vertical del 10,7%, estimamos 446 casos/año de neonatos infectados (área naso-faringo-conjuntival) en función de los nacidos en 2015 (http://www.ine.es/prensa/np980.pdf), cifra que ascendería a ≈750 si se hubiera realizado a los neonatos sistemáticamente frotis faríngeo y conjuntival.
Estudios de transmisión perinatal de Chlamydia trachomatis empleando técnicas moleculares de detección
Autor (cita), país,periodo de estudio | Muestra | Transmisión perinatal (%)a |
---|---|---|
Yu et al. (Curr Microbiol. 2009;58:315-320), China,Abr/03-Feb/04 | Nasofaringe | 8/33 (24,2): 6/9 (66,7) en parto vaginal y 2/24 (8,3) en cesáreas |
Chojnacka et al. (Ginecol Pol. 2012;83:116-121), Polonia,2004-2009 | Nasofaringe y conjuntiva | 6/8 (75), partos <34 semanas de gestación |
Justel et al. (Emerg Infect Dis. 2015;21:471-473), Angola,Dic/11-Feb/12 | Conjuntiva | 4/8 (50) |
La rápida detección y tratamiento de los niños infectados pudo evitar el desarrollo de otros casos de conjuntivitis e infección respiratoria posterior. Es de destacar que en el presente estudio todos los niños habían recibido la profilaxis ocular neonatal inmediatamente tras el parto. Aunque esta maniobra probablemente contribuyó a reducir la transmisión vertical de C. trachomatis, su eficacia es parcial4, y menor que frente a Neisseria gonorrhoeae. Además, el riesgo de ophtalmia neonatorum debida a C. trachomatis es actualmente mayor que a N. gonorrhoeae al ser una infección también más frecuente en las gestantes3,5. Por todo esto, algunos países recomiendan realizar un cribado de la infección en gestantes (debiéndose definir la población diana según la prevalencia de la infección por edad) y tratar a las infectadas, siendo controvertida la profilaxis neonatal1,3,6. El cribado gestacional permitiría la prevención de las complicaciones en la mujer (enfermedad inflamatoria pélvica, esterilidad…) y reducir la carga de enfermedad neonatal, ya que la infección materna sería controlada antes del parto.
En conclusión, en función de los datos de este trabajo estimamos que en España un mínimo de 1/1.000 neonatos es infectado por C. trachomatis en el parto, a pesar del empleo sistemático de la profilaxis ocular neonatal.
FinanciaciónEste estudio fue parcialmente financiado con una beca del Fondo de Investigación Sanitaria (FIS PI10/02191).
Presentación previa en reuniones, congresos o simposios: XIX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Sevilla, 28-30 mayo de 2015); Reunión Científica de la Sociedad Vasco-Navarra de Pediatría, V Memorial Profesor Juan Rodríguez Soriano (San Sebastián, 16 octubre de 2015).