En respuesta al artículo «Uso de sueros hipotónicos en la prescripción de la fluidoterapia intravenosa de mantenimiento» publicado en la revista Anales de Pediatría en el mes de septiembre de 2019, por Rius Perisnos JM et al.1, nos gustaría comentar cuál ha sido la estrategia que hemos llevado a cabo en nuestro hospital para sustituir la prescripción tradicional de sueros hipotónicos por los sueros isotónicos en la fluidoterapia de mantenimiento de los niños ingresados.
En el año 2015 se creó en el hospital un grupo de trabajo formado por médicos pertenecientes a las unidades de pediatría general, nefrología, cuidados intensivos, oncología, bloque quirúrgico y anestesiología; también se incluyó a personal de enfermería y a un facultativo de farmacia. El objetivo fue desarrollar un protocolo de «Sueroterapia intravenosa de mantenimiento en el paciente hospitalizado», único para todos los niños ingresados en el hospital que, sin enfermedad de base, lo precisen. Tras la revisión exhaustiva de la literatura científica2–5 se desarrolló un documento que fue aprobado por el comité de calidad del hospital, cuyos principales ejes figuran en la tabla 1. Para favorecer la implantación del nuevo protocolo se llevaron a cabo las siguientes medidas: 1) retirada de las existencias de farmacia del hospital de todos los sueros hipotónicos comercializados que existían (suero glucohiposalino 0,2 y 0,3; suero glucosalino 1/5 y 1/3); 2) disposición como único suero de mantenimiento comercializado del suero glucosalino 5-0,9% (el objetivo era evitar lo más posible la manipulación del suero), y 3) dejar como única fórmula de prescripción de potasio las ampollas de acetato potásico 1M (1ml: 1mEq), que se asociaron al suero isotónico en el programa de prescripción electrónica, con el fin de evitar errores. Para la difusión del protocolo se utilizó la intranet del hospital, donde está alojado, se envió el documento por correo electrónico a los facultativos del hospital y se realizó una sesión clínica en cada uno de los servicios participantes en su elaboración; además, se aprovecharon las sesiones de los pases de guardia para reforzar este cambio de paradigma, resolviendo las posibles dudas sobre su utilización.
Principales medidas del nuevo protocolo
El suero para la fluidoterapia de mantenimiento debe ser isotónico, debido a que se han descritos casos de hiponatremia grave asociada a la utilización de sueros hipotónicos. |
Las necesidades basales de volumen descritas por Holliday y Segar son seguras en niños que no presentan enfermedad de base. |
Cuanto más estándar y menos se manipule el suero, mayor es la seguridad para los pacientes. |
Aunque no existe evidencia, la administración de 10mEq de K por cada 500ml de suero es segura en la mayoría de los niños. |
Como resultado de toda esta estrategia, en nuestro hospital, los tradicionales sueros hipotónicos comercializados han pasado a ser historia. Actualmente la utilización de los sueros isotónicos forma parte de la práctica habitual en la fluidoterapia de mantenimiento en los niños ingresados sin factores de riesgo. Este nuevo protocolo ha facilitado decisivamente el manejo de estos niños, evitando errores que antes se producían. Hasta la fecha, ni en las rondas periódicas de seguridad de los distintos servicios, ni en el sistema de notificación de eventos adversos del hospital, se han registrado complicaciones debidas a la utilización de los sueros isotónicos como fluidoterapia de mantenimiento.