Paciente de 16 meses que ingresa en la UCI pediátrica tras precipitación accidental desde un quinto piso. Precisó RCP por parada cardiorrespiratoria. Tras estabilización inicial se realizó una radiografía (fig. 1) mediante la que se confirmó la sospecha de neumotórax bilateral, que fue tratado in situ por medio de sendos drenajes.
Posteriormente se realizó un estudio mediante TC, aunque muy limitado dada la inestabilidad de la paciente. Se describe la presencia de neumotórax, neumoperitoneo y neumorretroperitoneo, así como enfisema subcutáneo. El aire atraviesa los agujeros de conjunción desde cervical hasta el sacro y recorre el canal raquídeo en toda su longitud. Se observan fracturas costales y de varias apófisis costotransversas, sin fracturas vertebrales de importancia (figs. 2 y 3).
El neumorraquis se define como la presencia de aire libre dentro del canal espinal; se trata de un hallazgo radiológico poco frecuente.
La etiología puede ser iatrogénica (procedimientos quirúrgicos o anestésicos), espontánea (afecciones pulmonares) o traumática, y el aire puede localizarse a nivel intra o extradural.
Se han documentado únicamente 2 casos de neumorraquis con afectación del raquis completo1,2, siendo más frecuente la presencia de aire a nivel exclusivamente cervical o lumbar.
Se presenta un caso de neumorraquis postraumático masivo con afectación de todo el raquis. Dada la ausencia de neumoencéfalo y la cuantía del enfisema subcutáneo, consideramos lo más probable la distribución directa del aire desde el mediastino posterior a través de los agujeros de conjunción hasta el espacio epidural anterior y posterior, al no existir barreras fasciales entre ambos compartimentos3.