Cada vez más publicaciones recomiendan incorporar ondansetrón en el manejo de las gastroenteritis agudas (GEA) en Urgencias de Pediatría (UP)1–5. Dado que no hay referencias al respecto de centros nacionales, queremos describir la experiencia en nuestro Servicio de UP.
Realizamos un estudio prospectivo de los pacientes a los que se administró ondansetrón del 01-03-2007 al 28-02-2008. A criterio del facultativo se incluyeron niños >6 meses y/o >8kg de peso, con intolerancia oral constatada en UP (vómitos de repetición referidos por los padres y 2 intentos fallidos de tolerancia en el servicio) y que precisaran rehidratación según el score de Gorelick, descartándose las sospechas de cuadro quirúrgico. Se administró inicialmente una dosis de 2mg sublingual (SL) de la preparación bucodispersable si el peso era menor de 15kg, de 4mg si tenían entre 15–30kg, y de 8mg si era superior. En los casos en que se instauró perfusión IV (grado de deshidratación severa o afectación importante del estado general) se administró una dosis IV de 0,15mg/kg. A los 15–20min de su administración se indicaba reiniciar la tolerancia oral (5–10cc, cada 2–3min). Se realizó una recogida de datos clínicos-analíticos durante su estancia y una llamada telefónica a los 7 días.
Se completó el seguimiento en 72 casos. La edad media fue de 4–7m. Los diagnósticos fueron: 29 GEA, 34 vómitos inespecíficos, 3 vómitos cíclicos, 2 meningitis por enterovirus, 4 otros (una TCE leve, una intoxicación por fármacos, una crisis migrañosa, una faringoamigdalitis). En 16 casos la administración inicial fue por vía IV, y en los 56 restantes por vía SL. La aceptación por vía SL fue buena en todos los casos, ya referido en estudios previos6. Se consiguió tolerancia oral (ausencia de vómitos durante su estancia) en 50 de ellos (89,3%) en una media de 33,5±20,1min (15–90), 48 (96%) en los primeros 60min tras la administración, evitándose así instauración de perfusión IV. Con frecuencia los padres nos refieren que en poco tiempo, antes de iniciar la tolerancia oral, aprecian una mejoría tanto de su aspecto como de su estado anímico (habitualmente pálidos y decaídos por el cuadro vagal asociado). Dada la rapidez de sus efectos, cuando no es eficaz, permite en un corto periodo de tiempo (menos de una hora) considerar otras opciones terapéuticas. Al analizar las diferentes variables solo hemos encontrado relación significativa de la eficacia con la edad: 24/24 en los <2 años vs. 28/34 en los mayores (p=0,032, OR: 0,81 [IC95%: 0,68–0,96]). La edad media del grupo en los que fue eficaz fue 3,73 años vs. 10,17 entre los que no (p <0,0001). No hemos encontrado estudios previos que refieran este hallazgo. El índice de tolerancia oral según los diagnósticos fue: GEA 20/24, vómitos 26/27, vómitos cíclicos 1/1, otros 4/4. En los 6 casos en los que persistió la intolerancia oral se instauró perfusión IV y se administró otra dosis de ondansetrón IV. En total, de los 22 casos en que finalmente se utilizó la vía IV se consiguió tolerancia oral en 21 (95,4%) en una media de 150±192min (30–480), acortándose el tiempo de rehidratación IV. De los 72 casos, 2 ingresaron en el hospital: unos vómitos inespecíficos por la persistencia de los mismos; y una meningitis vírica por persistencia de la cefalea. No se registraron efectos adversos durante su estancia en UP. En el control telefónico a los 7 días, 7 casos refirieron diarrea (9,7%): 6 habían sido diagnosticados de GEA, y uno de vómitos inespecíficos, aunque ninguno reconsultó a nuestra UP. Solo un paciente reconsultó en la semana siguiente a ser atendido (1,4%) por reinicio de los vómitos, siendo dado de alta poco después.
Este estudio tiene varias limitaciones: no es un ensayo clínico, ni un estudio multicéntrico ni aleatorizado y tiene un pequeño tamaño muestral. Por ello, sus resultados no pueden generalizarse. Sin embargo, vienen a refrendar lo descrito por otros autores tanto en lo relativo a su eficacia (favorece la rehidratación oral, disminuye la indicación de rehidratación IV y acorta los tiempos de estancia en UP) como a sus pocos efectos adversos1,2,5,7–9.
En resumen, recomendamos considerar la utilización de ondansetrón en UP en casos de vómitos persistentes con intolerancia oral de etiología no quirúrgica y tras asegurarse no enmascarar diagnósticos de mayor entidad. En nuestra serie, se consiguió tolerancia oral en el 89,6–95% de los casos en que se administró por vía SL e IV, respectivamente. Cuando es eficaz sus resultados suelen ser apreciables de forma precoz, a partir de los 15–20min: en nuestra serie en un 96% en la primera hora tras su administración SL. El éxito fue mayor en los menores de 2 años. No hemos registrado efectos adversos significativos.