Recién nacida pretérmino tardía ingresada por síndrome de distrés respiratorio (SDR), que requirió ventilación invasiva con sedación con fentanilo, administración de surfactante y soporte inotrópico con dopamina por hipotensión. Al nacer, había aspirado secreciones sanguinolentas. A los 4 días de vida, se inició fototerapia por ictericia (bilirrubina sérica, 16,31mg/dl). A las 12 h, desarrolló una decoloración marrón verdosa en el pecho y extremidades inferiores (fig. 1). El recuento leucocitario fue de 4100/μl, el nivel de proteína C reactiva 36,4mg/l y el nivel de procalcitonina 68,78 ng/ml. Las transaminasas, albúmina, pruebas de coagulación y la bilirrubina directa fueron normales. Se instauró antibioterapia con ampicilina y gentamicina. La decoloración se extendió, circunscribiéndose a las zonas expuestas a la luz ultravioleta. Se retiró la fototerapia, con lo que mejoró la decoloración. Los hemocultivos fueron negativos. La hipotensión se resolvió al reducirse el fentanilo.
La decoloración atípica en un paciente que presentaba con RDS e hipotensión llevó a la sospecha de sepsis neonatal precoz. No obstante, la decoloración evolucionó hacia un patrón típico de síndrome del niño bronceado1-3. Lo más probable es que la hipotensión estuviera relacionada con la sedación con fentanilo, mientras que la presencia de sangre en las vías respiratorias probablemente causó la inactivación del surfactante.
El síndrome del niño bronceado es un efecto adverso poco frecuente de la fototerapia en neonatos con ictericia, y se caracteriza por una decoloración marrón verdosa que puede estar o no asociada a hiperbilirrubinemia directa y colestasis3. La retirada de la fototerapia consigue la resolución total de los síntomas2.