La bronquiolitis aguda (BA) es una infección de origen viral que se presenta a modo de brotes epidémicos anualmente, iniciándose en España aproximadamente en octubre de un año para finalizar en marzo-abril del siguiente1. Las intervenciones no farmacológicas implementadas en nuestra población como consecuencia de la pandemia de la COVID-19 fueron las responsables, al menos en parte, de una disminución en la frecuencia de presentación de las enfermedades infecciosas típicamente pediátricas2 y entre ellas, la BA3,4. El 9 de mayo de 2021 el Gobierno de España decidió dar por finalizado el estado de alarma, lo cual supuso una relajación progresiva de las medidas preventivas que se habían aplicado hasta ese momento. Esto pudo tener como consecuencia el resurgimiento de la circulación de diferentes agentes virales implicados en la génesis de la BA, tal y como se había descrito en otros territorios5.
Como continuación de una investigación previa3 y dentro del mismo proyecto, el Estudio Colaborativo Español para la Atención de Lactantes Hospitalizados por Bronquiolitis Aguda (ECEALHBA), se llevó a cabo este subestudio cuyos objetivos han sido constatar si ha existido un resurgimiento de casos de BA a modo de brote epidémico tras el fin del estado de alarma y comparar distintas temporadas epidémicas y sus brotes entre sí, al igual que las hospitalizaciones acontecidas, agrupadas en distintos periodos como consecuencia de la pandemia.
Se completó la recogida de datos de manera prospectiva de los casos ingresados desde el 16 de abril hasta el 31 de agosto del 2021 con idénticas variables y criterios de inclusión3. De esta manera se estudiaron todos los casos de BA de 6 temporadas epidémicas, 2015-16 a la 2020-21. Tres periodos de estudio en base a 2 fechas clave: 1) periodo prepandemia (P1), desde el 1 de septiembre del 2015, hasta el 15 de marzo de 2020 (inicio del estado de alarma); 2) periodo de pandemia COVID-19 en estado de alarma (P2), desde la fecha anterior hasta el 9 de mayo del 2021 (final del estado de alarma), y 3) periodo de pandemia COVID-19 tras el cese del estado de alarma (P3), desde la fecha anterior hasta el final de la recogida de datos.
Un total de 4.809 lactantes con una mediana de edad de 2,4 meses, rango intercuartil (RIC): 1,4-4,5, fueron ingresados durante una media de 4,4±2,7 días y 384 (8,0%) de ellos precisaron ingreso en una unidad de cuidados intensivos (UCI). El brote de las temporadas epidémicas previas a la pandemia se produjo típicamente en época invernal, mientras que, en la temporada 2020-21, durante la pandemia, ha acontecido en época estival y es de menor duración e intensidad en comparación con los anteriores (tabla 1A y fig. 1).
A. Semanas de inicio, final, pico y duración del brote epidémico. Ingresos totales en las 6 temporadas epidémicas estudiadas
TE/características | Inicio del brote epidémico | Final del brote epidémico | Pico epidémico | Duración del brote | Ingresos por temporada |
---|---|---|---|---|---|
2015-16 | Semana 47 (5) | Semana 15 (4) | Semana 1 (107) | 21 semanas (793) | 891 |
2016-17 | Semana 45 (10) | Semana 13 (7) | Semana 1 (112) | 21 semanas (889) | 1.013 |
2017-18 | Semana 43 (5) | Semana 18 (5) | Semana 52 (82) | 28 semanas (896) | 928 |
2018-19 | Semana 44 (4) | Semana 24 (3) | Semana 1 (109) | 33 semanas (960) | 995 |
2019-20 | Semana 47 (10) | Semana 12 (4) | Semana 1 (105) | 18 semanas (656) | 767 |
2020-21 | Semana 22 (2) | Semana 34 (0) | Semana 28 y 29 (18) | 13 semanas (153) | 215 |
Temporada epidémica promedioa | Semana 45 (6,8) | Semana 16 (4,6) | Semana 1 (103) | 24 semanas (838,8) | 961,8 |
B. Comparación de las características clínicas y demográficas de los lactantes ingresados con el diagnóstico de BA en los 3 periodos considerados | ||||
Variables | Prepandemia (P1) (n=4.580) | Pandemia (P2) (n=70) | Pandemia (P3) (n=159) | Valor de p |
Sexo, varón (n=2.790) | 2.664 (58,2) | 50 (71,4) | 76 (47,8) | 0,002 |
Nacionalidad, español (n=4.047) | 3.850 (84,7) | 58 (82,9) | 139 (87,4) | 0,565 |
Edad, gruposNeonato (n=562)Lactante ≤3 meses (n=2.283)Lactante >3 meses (n=1.964) | 535 (11,7)2.194 (47,9)1.851 (40,4) | 7 (10,0)20 (28,6)43 (61,4) | 20 (12,6)69 (43,4)77 (44,0) | 0,007 |
DEH, grupos≤3 días (n=2.122)>4 días (n=2.687) | 2.008 (43,8)2.572 (56,2) | 43 (61,4)27 (38,6) | 71 (44,7)88 (55,3) | 0,014 |
Estudio etiológico, sí (n=4.609) | 4.382 (95,7) | 68 (97,1) | 159 (100) | 0,001 |
VRSNo testado (n=202)Positivo (n=2.977)Negativo (n=1.630) | 198 (4,3)2.841 (62)1.541 (33,6) | 3 (4,3)9 (12,9)58 (82,8) | 1 (0,60)127 (79,9)31 (19,5) | <0,001 |
Ingreso en la UCI, sí (n=384) | 366 (8,0) | 0 (0) | 18 (11,3) | 0,001 |
Tabla 1A. TE: temporada epidémica.
Los números entre paréntesis se corresponden con el número de ingresos habidos en la semana o semanas indicadas.
Inicio del brote epidémico: semana a partir de la cual el aumento en el número de ingresos es progresivo y continuo hasta alcanzarse su pico máximo.
Final del brote epidémico: tras el pico máximo epidémico, es la semana en la que se alcanza un número de ingresos igual o inferior al de la semana que marcó el inicio del brote epidémico.
Los datos de la temporada epidémica promedio se han extraído a partir únicamente de las cinco primeras temporadas prepandemia COVID-19. La semana epidémica se expresa mediante un número entero (se ha redondeado para evitar decimales).
Tabla 1B. DEH: duración de la estancia hospitalaria; UCI: unidad de cuidados intensivos; VRS: virus respiratorio sincitial.
Los números entre paréntesis se corresponden con los porcentajes de cada categoría respecto al total en cada grupo o periodo en los que se agruparon los ingresos por bronquiolitis.
Representación gráfica del total de ingresos por bronquiolitis en los 16 hospitales participantes durante las 6 temporadas epidémicas estudiadas.
Los rectángulos con un contorno a modo de trazo discontinuo indican los límites de los brotes de las temporadas epidémicas, de la semana 45, primera de noviembre, a la semana 16, tercera de abril. Estos son unos límites promedio, obtenidos de nuestros propios datos. Ver también tabla 1A.
El perfil más común del lactante ingresado durante el P2 en comparación con P1 y P3, es el de un lactante varón, de mayor edad, virus respiratorio sincitial (VRS) negativo, con una duración de estancia hospitalaria (DEH) menor y que no precisó ingreso en la UCI. No obstante, al comparar los lactantes ingresados durante el P3 (periodo con brote estival) con los del P1 (periodo con brotes típicamente invernales), estas diferencias no son relevantes (tabla 1B).
Nuestros datos muestran un resurgimiento de los casos de BA en la población del centro y este de España, sorprendentemente, durante el periodo estival de la temporada epidémica 2020-21, 3 semanas después de la declaración del final del estado de alarma. En territorios del hemisferio sur ya se había descrito un fenómeno similar con un resurgimiento de las infecciones respiratorias por VRS durante los meses de noviembre y diciembre del 2020, periodo estival en estos territorios, y tras la relajación de las medidas de contención de la pandemia5. Este resurgimiento también ha sido descrito en otros territorios del hemisferio norte6.
En este estudio, la DEH y la proporción de casos VRS positivos que precisaron ingreso en la UCI fue mayor en el brote de la pandemia que durante los brotes previos. En nuestro estudio solo se observa un ligero aumento en la proporción de ingresos en la UCI durante el P3 (11,3%) frente al P1 (8%), sin diferencias en cuanto a la DEH (tabla 1B).
Tras estos datos, parece clara la importancia de la distancia social, higiene de manos y uso de mascarilla, entre otras, como medidas preventivas efectivas para el control de la diseminación de los virus que provocan cada año el brote epidémico de BA.
En el momento de la redacción de este manuscrito, noviembre de 2021, y en el seno de los integrantes del proyecto ECEALHBA, ya hemos comprobado en nuestra práctica clínica reciente lo que parece no solo un adelanto del nuevo brote correspondiente a la temporada 2021-22, sino que este parece presentarse con mayor intensidad, virulencia y afectación de niños de más corta edad. Confirmar estas hipótesis y tratar de averiguar los motivos de estas particularidades están entre los objetivos de futuras investigaciones del proyecto ECEALHBA.
Rius-Peris JM; Maraña Pérez AI; Cueto Calvo E. Hospital Virgen de la Luz. Cuenca, España.
Marcilla Vázquez C; Pareja León M. Hospital General de Albacete. Albacete, España.
Molini Menchón N; Lucas-García J. Hospital General de Castellón. Castellón, España.
Felipe Almira E; Sequí-Canet JM. Hospital Francisco Borja. Gandía, Valencia, España.
Silvestre Beneyto R; Olmos García JM; Escrivá Tomás P. Hospital Virgen de los Lirios. Alcoy, Alicante, España.
Pantoja-Martínez J; Povo Martín S. Hospital de La Plana. Villarreal, Castellón, España.
Caballero Mora FJ. Hospital Santa Bárbara. Puertollano, Ciudad Real, España.
García Maset L; Coret Sinisterra A. Hospital de Sagunto. Sagunto, Valencia, España.
Castillo Ochando F; Garrido MJ. Hospital de Villarrobledo. Villarrobledo, Albacete, España.
Edo Tena A; Rabasco Álvarez L. Hospital de Vinarós. Vinarós, Castellón, España.
Moya Díaz-Pintado MT. Hospital Virgen de Altagracia. Manzanares, Ciudad Real, España.
Cardete Pascual I; García Candel S; Amat Madramany A. Hospital de La Ribera. Alzira, Valencia, España.
Moreno López M. Hospital de Tomelloso. Tomelloso, Ciudad Real, España.
Pons Morales S. Hospital Dr. Peset. Valencia, España.
Vicent Castelló MC; Sánchez Sánchez A; Rivera Figueiras AM; Herrero Galiana A; González de Dios J. Hospital General de Alicante. Alicante, España.
García-Peris M; Domingo Pla A; Devesa Jover P. Hospital Lluís Alcanyís. Xátiva.Valencia, España.