Tras leer con atención la carta de la Sociedad de Ortopedia Infantil en respuesta al documento de consenso SEIP-SERPE-SEOP sobre el tratamiento de la osteomielitis aguda y artritis séptica (AS) no complicadas1, nos gustaría hacer algunos comentarios.
En primer lugar, agradecer el interés de dicha sociedad para que el complejo tratamiento de niños con infección osteoarticular sea el más óptimo posible. La AS es una enfermedad potencialmente grave y su abordaje debe individualizarse según la clínica, la articulación involucrada y la experiencia del equipo médico, derivando al paciente a un centro con personal entrenado para realizar una artrocentesis o una técnica quirúrgica (artrotomía/artroscopia) cuando ésta se requiera. A continuación pasamos a comentar la carta a través de la evidencia científica, basándonos en el documento de consenso1.
Cualquier articulación, incluidas hombro y cadera, podrían abordarse por medio de artrocentesis, según diversos trabajos2–4, con evidencia asignada en el documento de BII1. Así, en un estudio aleatorizado de 61 niños con AS de hombro no hubo diferencias en la evolución clínica entre pacientes tratados con aspiración o artrotomía2. Algunos estudios también demuestran la buena evolución de los pacientes con AS de cadera con aspiración/lavado, aunque en algunos niños fue necesaria una artrotomía3. Estos autores consideraron como factores para la realización inicial de cirugía una sintomatología>6días, proteína C reactiva>100mg/L, >15.000neutrófilos/mm3 y VSG>50mm/h. Se ha evaluado, también, la aspiración repetida de la cadera, objetivando una recuperación más rápida y deambulación sin secuelas. Givon et al.4 realizaron artrocentesis diaria en 28/34 niños con AS de cadera, encontrando que un 75% de ellos deambulaban a las 24h, sin secuelas a largo plazo. Algunos pacientes también precisaron drenaje quirúrgico.
En términos generales, los niños con AS y clínica reciente serían subsidiarios de antibioterapia y artrocentesis evacuadora, pudiendo repetirse, si fuera necesario, para acelerar la curación. En las AS de hombro y cadera la decisión terapéutica dependerá de la precocidad de actuación, de los factores de riesgo y de la experiencia del equipo médico.
Respecto al momento del drenaje articular, lo ideal es realizarlo ante la sospecha diagnóstica. No obstante, si la situación clínica lo permite, el beneficio de obtener muestras microbiológicas podría recomendar una espera corta (6-12h) hasta que una persona entrenada pudiera hacerse cargo del paciente. En el documento1 se añade: la mayoría de los autores de este documento son partidarios de una evacuación articular y el inicio de antibioterapia lo antes posible, sin poder dar una recomendación exacta del tiempo necesario para evitar complicaciones o secuelas, recalcando la importancia de una actuación lo más precoz posible.
Entendemos y respetamos que algunos profesionales, apoyándose en su experiencia, tengan opiniones divergentes a lo expresado en este documento al no existir una adecuada evidencia en algunos aspectos de estas infecciones en el niño y, de hecho, no se ha alcanzado un acuerdo unánime en todas las recomendaciones del consenso. Es por ello que querríamos concluir recalcando la importancia de la prudencia y el sentido común en el abordaje de estos pacientes.