Agradecemos a Riccò et al.1 su interés en nuestro artículo sobre los conocimientos en soporte vital básico (SVB) de los futuros profesores de Educación Infantil y Primaria2. Tal como ocurrió en nuestro estudio, Riccò et al.1 observaron que los profesores tenían un nivel bajo de conocimientos en SVB. Aunque nuestra muestra se componía de futuros profesores, un estudio reciente, realizado también en España, encontró resultados similares en profesores en activo3.
Tras la publicación de la declaración Kids Save Lives, varios países europeos, incluyendo Italia, han incluido la enseñanza obligatoria del SVB el currículo escolar. No obstante, y aunque debe tomarse en consideración que su inclusión es reciente, los hallazgos del estudio de Riccò et al.1 reflejan la implementación de medidas locales aisladas al margen del entendimiento del contexto en su totalidad. Uno de los objetivos principales de la estrategia de enseñar SVB en los colegios es aumentar el número de testigos dispuestos a asistir en caso de parada cardíaca extrahospitalaria (PCEH). Los autores de los escasos estudios que han encontrado un incremento significativo en la realización de maniobras de reanimación por testigos consideran que este logro se debe principalmente a la combinación de distintas estrategias4. Es preferible la inclusión del SVB en el currículo escolar en comparación a no hacer nada, pero puede que no baste para conseguir un aumento en la asistencia a víctimas de PCEH por testigos presenciales y, por tanto, una mejora en el pronóstico. En España, la ley de educación vigente estipula que hay que enseñar primeros auxilios en Educación Primaria y Secundaria, pero no especifica lo que los escolares han de aprender y ser capaces de hacer al final de cada curso.
Siguiendo el ejemplo de países como Dinamarca4, el Consejo de Reanimación Italiano declaró que el objetivo de aumentar la asistencia por parte de los testigos en caso de PCEH supone un reto cultural para las comunidades y gobiernos5. Como consecuencia de ello, el Consejo de Reanimación Italiano ha propuesto «10 pasos» para aumentar el número de posibles rescatadores, incluyendo la enseñanza del SVB en los colegios. Pero ¿quién debería enseñar estos contenidos? Si la formación en SVB en colegios se hace obligatoria, ¿no deberían ser los profesores los responsables de dicha formación? Han sido formados específicamente para enseñar, entonces ¿quién mejor que ellos? Además, varios estudios han demostrado que los profesionales de la salud no enseñan SVB mejor que profesores previamente formados y, desde un punto de vista económico y práctico, se consumirían más recursos si hubiera que enviar profesionales de la salud a todos los colegios para enseñar SVB. Por ello, añadiríamos una medida más a las propuestas por el Consejo de Reanimación Italiano: incluir de manera obligatoria una materia relativa a primeros auxilios en los planes de estudios de todos los títulos universitarios en los que se puedan formar futuros profesores (grados y/o másteres).
La formación en primeros auxilios de los profesores debería comenzar en la universidad. Esto les permitiría comenzar a enseñar SVB desde su primer día de trabajo en un colegio. Llegado ese momento, las instituciones educativas deberían incluir cursos de SVB en la formación continuada ofrecida a los docentes, garantizando así que los profesores se entrenen de forma habitual de acuerdo con las guías y recomendaciones más recientes y con los métodos y recursos adecuados. Asimismo, si todos los profesores tuvieran formación en SVB, siempre habría alguien en cada aula capaz de responder en caso de una emergencia, además de muchas más personas capacitadas para prestar asistencia en todo el colegio.
En conclusión, habría que formar a los profesores de colegio en SVB por al menos 2 motivos: 1) para que enseñen SVB a los escolares, y 2) para que actúen en caso de surgir una emergencia en el colegio. A ello habría que añadir la conveniencia de que las leyes de educación especifiquen con claridad los contenidos de primeros auxilios que han de cubrirse en el currículo escolar, que siempre deberían incluir el SVB.