La falsa acacia o Robinia pseudoacacia es uno de los árboles de carácter ornamental de mayor distribución en la jardinería municipal de nuestro país. Dada esta circunstancia, es importante conocer que la ingesta tanto de la raíz como de las semillas de esta planta puede ser altamente tóxica.
Presentamos el caso de 2 pacientes atendidos en el Servicio de Urgencias de nuestro hospital por la ingesta de estas semillas.
El primer paciente es un varón de 10 años que consultó en Urgencias por presentar vómitos incoercibles de contenido gástrico con hebras de sangre, asociaba además tenesmo con deposiciones líquidas sin productos patológicos.
El niño refería haber ingerido unas semillas pocas horas antes. Los familiares del paciente aportaron muestras de las semillas por lo que, tras una trabajosa investigación que incluyó búsqueda bibliográfica y contacto con el servicio de jardinería del ayuntamiento, se consiguió identificar el agente tóxico (falsa acacia) (fig. 1).
En la exploración, el paciente presentaba un regular estado general, con palidez cutánea y leve sequedad de mucosas. La exploración abdominal fue dolorosa, difusa en todo el abdomen, de predominio en epigastrio, pero no presentaba signos de irritación peritoneal.
Se realizó la analítica, en la que destacó bicarbonato (HCO3) 15,2mEq/l; exceso de bases (EB) −9,5; sodio (Na) 138mEq/l, y potasio (K) 2,9mEq/l. Además, asociaba leucocitosis (leucocitos 15,1×109/l) con desviación izquierda (neutrófilos 80,9%). El resto de los parámetros bioquímicos estaba dentro de la normalidad.
Tras el lavado gástrico y la administración de carbón activado, se indicó una dieta absoluta con fluidoterapia intravenosa durante 12h, con lo que se consiguió la corrección hidroelectrolítica.
Dada la normalidad clínica y analítica, se dio de alta al paciente y se citó a los 5 días para realizar una nueva valoración, dada la posibilidad teórica de toxicidad hepática, renal y neurológica tardía. Asimismo, se advirtió a los padres que ante cualquier sintomatología se solicitara una nueva evaluación médica.
En su domicilio, el paciente permaneció asintomático. La exploración neurológica 5 días postingesta normal presentó parámetros bioquímicos dentro de la normalidad (urea de 27mg/dl; cromo creatinina 0,6mg/dl; [GOT] 21U/l; [GPT] 11U/l; IQ de 79%; tiempo de tromboplastina parcial activado [TTPA] 35,4 s, y fibrinógeno [FN] 269mg/dl) y la leucocitosis se normalizó (leucocitos 7,7×109/l).
El segundo paciente es un varón de 6 años, primo del anterior, que consultó por el mismo motivo. En este caso, el cuadro clínico fue más leve: únicamente presentó vómitos sin alteración en las deposiciones. En la analítica destacó HCO3 20,5mmol/l; EB -5; Na de 140mEq/l, y K 3,4mEq/l. También asociaba discreta leucocitosis (leucocitos de 13,8×109/l). Se tomaron las mismas medidas terapéuticas que con el paciente anterior y se los dio de alta conjuntamente. Se valoró igualmente a los 5 días y no mostró ningún tipo de alteración clínica ni analítica (urea 28mg/dl; Cr 0,5mg/dl; GOT 30U/l; GPT 15U/l; IQ 89%; TTPA de 30,7 s; FN de 286mg/dl, y conteo de leucocitos de 7,7×109/l).
La falsa acacia o R. pseudoacacia es potencialmente tóxica debido a la presencia de toxoalbúminas, como ricina, robina y robitina. Dado que las toxoalbúminas no se digieren con las enzimas digestivas, el grado de afectación clínica dependerá básicamente del grado de masticación1.
La toxicidad aguda implica la afectación fundamentalmente gastrointestinal debido al efecto cáustico (se comporta como los cáusticos alcalinos) en la mucosa tanto oral como esofágica y gástrica. La clínica inmediata característica tras la ingesta de estas semillas o de su raíz consiste en una sensación urente en la mucosa oral que se acompaña posteriormente de vómitos hemáticos y diarrea sanguinolenta, que pueden producir deshidratación si no se toman las medidas terapéuticas adecuadas para solucionar el desequilibrio hidroelectrolítico2,3.
Poseen, a su vez, un efecto citotóxico directo sobre otros órganos, que no es inmediato, sino que puede dar síntomas incluso hasta en los 5 días posteriores a la ingesta. Se pueden ver afectados principalmente el hígado (aumento de aminotransferasa, bilirrubina y fosfatasa alcalina), el riñón (hematuria y aumento de la creatinina sérica) y el sistema nervioso central (somnolencia y afectación del grado de consciencia).
Aunque bien es cierto que hay pocos casos de intoxicación por R. pseudoacacia descritos en la bibliografía, es importante llamar la atención sobre este punto, ya que presenta un elevado potencial de toxicidad que contrasta con la facilidad con la que la población pediátrica puede acceder a este árbol y con lo apetecibles que pueden resultar tanto sus raíces (por su semejanza al regaliz) como sus semillas (por su similitud con otras leguminosas). Por este motivo, incluimos imágenes de esta planta que pueden ayudar a identificar el agente tóxico ante un cuadro clínico de estas características.