Niña de 2 años que consulta por dolor inespecífico en el miembro inferior izquierdo de un mes de evolución, sin antecedentes personales, familiares o traumáticos de interés. Ni en las analíticas ni en las radiografías (fig. 1) se aprecian signos de infección o de relevancia clínica.
Para realizar el diagnóstico diferencial entre etiología muscular, sinovitis transitoria de cadera o tumefacción de rodilla se solicita gammagrafía ósea y RMN de caderas y rodillas.
La gammagrafía (fig. 2) demostró la llegada simétrica del trazador a los miembros inferiores, con aumento de la vascularización e incremento patológico de la actividad osteoblástica en la pala ilíaca izquierda.
Gammagrafía ósea de pelvis y cuerpo completo en 3 fases. En la fase precoz, a los 5min de la inyección del radiotrazador, se visualiza un aumento de la vascularización en la hemipelvis izquierda (A, punta de flecha), que en la fase tardía, a las 3h postinyección, se correspondió con actividad osteoblástica en la pala ilíaca (B y C, flecha).
Ante estos hallazgos se amplió el estudio de RMN a la pelvis, observándose una extensa lesión ósea lítica (fig. 3), compatible con enfermedad tumoral (histiocitosis de células de Langerhans, metástasis de tumor primario o sarcoma de Ewing) u osteomielitis.
Resonancia magnética de pelvis, con extensa lesión ósea lítica expansiva que afecta el hueso ilíaco, la articulación sacroilíaca y el acetábulo, con disrupción cortical y edema de la musculatura adyacente. Control radiológico a las 6 semanas, con existencia de lesión lítica (flecha) en fase de osificación no visible en el estudio radiológico inicial.
La biopsia ósea confirmó el diagnóstico de histiocitosis de células de Langerhans con expresión de CD1a, enfermedad poco frecuente y de difícil diagnóstico por su heterogeneidad1,2. Los pacientes pediátricos presentan frecuentemente sintomatología inespecífica que puede enmascarar la localización de la lesión, siendo de utilidad el estudio gammagráfico de cuerpo completo3. El abordaje multidisciplinar y la confirmación histológica son fundamentales1.
Al tratarse de una lesión unifocal de buen pronóstico1, se inició tratamiento con infiltración de corticoides y restricción de la bipedestación, con mejoría clínica y radiológica significativas (fig. 3).
Los cambios metabólicos observados en la gammagrafía preceden en muchas ocasiones a los hallazgos radiológicos1,3. Asimismo, se trata de una exploración poco invasiva, con baja dosimetría, que permite evaluar la actividad osteoblástica de todo el esqueleto en una única exploración, siendo de utilidad en el despistaje de enfermedad ósea en pacientes pediátricos2,3.