Los hemangiomas congénitos son tumores vasculares benignos totalmente desarrollados al nacimiento. Existen 3 subtipos: hemangioma congénito rápidamente involutivo (RICH), parcialmente involutivo (PICH) y no involutivo (NICH). A diferencia de los hemangiomas infantiles no tienen crecimiento posnatal y son negativos para el marcador GLUT-11.
Presentamos el caso de un un neonato a término sin antecedentes relevantes, que presentó al nacimiento sobre falange media del tercer dedo de la mano derecha un tumor violáceo de 2cm con telangiectasias en su superficie (fig. 1).
En la ecografía patrón hipoecoico y abundante vascularización arteriovenosa. El estudio histopatológico mostraba proliferación celular de morfología fusiforme en dermis, con patrón estoriforme alrededor de vasos de tipo endotelial y tinción para el marcador GLUT-1 negativa (fig. 2).
No hubo incidencias en la maternidad y el hemograma fue normal. A los 9 meses de edad destaca importante involución de la lesión confirmando el diagnóstico de RICH (fig. 3).
Debido a su buen pronóstico con involución completa, los RICH rara vez requieren tratamiento. No obstante, se han descrito casos de trombocitopenia y coagulopatía transitorias en neonatos con RICH de gran tamaño (>5cm)2.
Las pruebas complementarias son útiles para establecer su diagnóstico y excluir otras entidades como son tumores vasculares de potencial maligno intermedio (hemangioendoteliomas kaposiformes y retiformes, angiomas en penacho) y otros tumores congénitos benignos y malignos. Está indicada la ecografía doppler (en ocasiones la RM vascular podría ser necesaria) y la biopsia cutánea en medio hospitalario con mínimas complicaciones y alto valor diagnóstico y pronóstico.