Una niña de 9 años previamente sana acudió al servicio de urgencias pediátricas con una infección de las vías respiratorias altas. El examen de la cavidad oral reveló fístulas del paladar blando bilaterales de aproximadamente 5mm de diámetro (fig. 1, flechas negras). Estos defectos existían desde el nacimiento y no causaban problemas, salvo obstrucción con comida ocasional durante la alimentación complementaria.
Las fístulas laterales del paladar blando, descritas con poca frecuencia, son defectos que comunican la cavidad oral y la región faríngea a través de los aspectos laterales del paladar blando1. Pueden ser congénitas, ocasionalmente con un componente hereditario, o, con mayor frecuencia, adquiridas como resultado del drenaje de abscesos periamigdalares, que pueden ser primarios o secundarios a complicaciones quirúrgicas1–3.
Las fístulas congénitas del paladar blando suelen ser bilaterales y benignas, pero pueden ir asociadas a otras anomalías anatómicas o funcionales en el desarrollo del segundo arco branquial (aplasia o hipoplasia de una o ambas amígdalas palatinas, fístulas preauriculares, pérdida auditiva y estrabismo)1–3. En el caso presentado, la paciente no tenía antecedentes familiares u otras anomalías asociadas, y no hubo ninguna complicación durante el seguimiento.
Existen numerosas variantes normales de estructuras de tejidos blandos en la cavidad oral que deben reconocerse clínicamente. Dada la ausencia de descripciones de casos en los últimos años, algunos autores han llegado a cuestionar su desaparición de la literatura.
Presentación previa: XXVI Jornadas de Pediatría de Leiria e Caldas da Rainha; 10-11 de octubre, 2019; Caldas da Rainha, Portugal.