Sr. Editor:
La fibrobroncoscopia es una técnica utilizada tanto para el diagnóstico como para el tratamiento de procesos respiratorios agudos o crónicos. Sus indicaciones en pacientes pediátricos ingresados en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) incluyen la limpieza de secreciones endobronquiales con instilación de mucolíticos, control de la permeabilidad del tubo endotraqueal y de su posición, ayuda en las intubaciones difíciles, guía para intubaciones selectivas, diagnóstico y tratamiento de neumonías asociadas al respirador o en pacientes inmunocomprometidos, estudio del colapso lobar persistente, colocación de stents en la vía aérea, estudio del estridor postextubación y en el diagnóstico de enfermedades asociadas (anillos vasculares o cartilaginoso, malacia, estenosis, etc.)1–4. La realización de fibrobroncoscopias no es totalmente inocua, ya que puede condicionar, principalmente en los pacientes críticos, la aparición de complicaciones como hipoxemia, hipercapnia, necesidad de aumento de la presión positiva teleespiratoria e inestabilidad hemodinámica1–3. La fibrobroncoscopia terapéutica, para limpieza quirúrgica endobronquial, representa un porcentaje elevado de las endoscopias realizadas en una UCI pediátrica (UCIP).
El objetivo es determinar la utilidad de la broncoscopia flexible en el tratamiento de la atelectasia persistente (AP) en el paciente ventilado ya sea de manera aguda en la UCIP o aquellos portadores de ventilación domiciliaria.
Se realiza un estudio retrospectivo, descriptivo y observacional de las fibrobroncoscopias terapéuticas realizadas entre 2001 y 2005 en nuestro centro a los pacientes ventilados con AP. Éstos se dividen en dos poblaciones: una corresponde a los pacientes en programa de ventilación mecánica domiciliaria (VMD) con AP y la otra a los pacientes ingresados en la UCIP. A todos los pacientes se realiza broncoscopia flexible (Olympus XP40 o C340) instalándose enzima desoxirribonucleasa en los segmentos afectados. Se recogen variables de medida de mejoría clínica, radiológica y gasométrica.
Se recogieron 32 procedimientos en 24 pacientes (11 varones). La edad media fue de 5,2 años (desviación estándar 5,5 años). Los pacientes se distribuían según la enfermedad de base que condicionaba la necesidad de ventilación mecánica en: patología cardíaca (7 casos), enfermedades neuromusculares (13 casos), patología respiratoria (7 casos) y traumática (5 casos). Un total de 9 pacientes tenían tanto indicación diagnóstica como terapéutica de fibrobroncoscopia; en 8 de ellos se encontraron alteraciones anatómicas. Todos estos procedimientos se realizaron bajo sedación e intubación. En el estudio se diferenció si los pacientes eran agudos (20 procedimientos) o estaban en programa de VMD (6 procedimientos). En el resto se realizó en pacientes con AP por su patología de base, pero no eran portadores de VMD. De los procedimientos en pacientes agudos se objetivó una mejoría auscultatoria y del índice de oxigenación en 18, y radiológica en 13. La extubación en este grupo de pacientes se pudo realizar en una media de 2 días posfibrobroncoscopia (rango: 0 a 9 días). Los portadores de VMD presentaron mejoría auscultatoria en dos procedimientos y resolución radiológica en un procedimiento. Las complicaciones se observaron en siete procedimientos, seis en hospitalizados y una en los de VMD. Las más frecuentes fueron: fiebre (4 casos), hipoxemia (2 casos) y broncoespasmo con un caso de hipercapnia.
La broncoscopia flexible es una técnica segura y eficaz para el tratamiento de AP en pacientes agudos sin que se presenten complicaciones graves.
A diferencia de los pacientes agudos, la fibrobroncoscopia tiene una menor utilidad para rescatar atelectasias persistentes de pacientes ventilados a domicilio.