La exostosis subungueal es una tumoración ósea benigna que aparece en edad pediátrica y en adultos jóvenes. El crecimiento lento del hueso esponjoso de la falange distal del dedo protruye bajo la uña y genera alteraciones en su crecimiento. Clínicamente se presenta como una tumoración hiperqueratósica subungueal, dolorosa o no, con inflamación o sobreinfección en su periferia. Se presenta a nivel de los dedos del pie, generalmente en zonas de traumatismo repetido, como la falange distal del hallux o del quinto dedo1.
Su diagnóstico diferencial comprende un abanico de opciones relacionadas con la onicodistrofia, como la onicomicosis, la verruga plantar o la uña incarnata. La simple sospecha de una tumoración como origen de las alteraciones a nivel ungueal permite agilizar el diagnóstico y su tratamiento. Una radiografía simple en dos proyecciones ortogonales, donde se aprecia el sobrecrecimiento óseo, da el diagnóstico (fig. 1).
El tratamiento común consiste en una resección bajo anestesia locorregional de la extremidad distal de la falange afecta en bloque junto con la exostosis y onicoplastia de la matriz ungueal. Se permite la deambulación desde la cirugía con reposo deportivo. Los problemas postoperatorios pueden ser la infección de la herida o la necesidad de un calzado amplio hasta retirar la sutura por confort.
Se recoge nuestra experiencia con el objetivo de proponer al pediatra un plan de actuación, reconociendo el cuadro clínico típico, las pruebas diagnósticas requeridas y la derivación terapéutica correcta. Revisamos una cohorte retrospectiva de pacientes tratados en nuestro centro entre 2000 y 2022, mediante el estudio de su historia clínica, recopilando datos sobre la localización, el tiempo hasta el diagnóstico, el número de especialistas visitados, los diagnósticos previos erróneos y el resultado anatomopatológico de la lesión. Se incluyó la puntuación obtenida tras someter a un test anónimo de satisfacción y funcionalidad posquirúrgica (escala de la American Orthopaedic Foot And Ankle Society) mediante llamada telefónica, donde el paciente (o padres en menores de edad) consintieron de forma verbal a participar en el estudio.
En una tabla anonimizada se recogieron los datos de 32 pacientes estudiados (tabla 1). Predominó el sexo masculino, el lado derecho y el primer dedo, con una edad media en el momento de la intervención de 9,88años. Se observó una demora media de 13,02meses hasta la derivación a Traumatología y el diagnóstico definitivo.
Principales datos de los pacientes
Caso | Año del diagnóstico | Sexo | Edad (años) | Localización | Tiempo hasta el diagnóstico (meses) | Número de especialistas | Diagnóstico inicial | IQ | Complicaciones | Recidiva | Escala AOFAS |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
1 | 2022 | M | 7 | FD V Dcho | 6 | 3 | Lesión indeterminada ungueal | EX | No | − | − |
2 | 2022 | H | 9 | FD I Dcho | 2 | 3 | Hiperqueratosis | EX | No | − | − |
3 | 2022 | M | 14 | FD I Dcho | 24 | 4 | Uña encarnada | EX | Infección HQ | − | 100 |
4 | 2022 | H | 13 | FD I Izdo | 3 | 3 | Onicodistrofia | EX | No | No | 100 |
5 | 2020 | H | 9 | FD I Dcho | 12 | 3 | Absceso | EX | No | Sí (al año) | 100 |
6 | 2020 | H | 10 | FD I Dcho | 12 | 3 | Verrugas vulgares | EX | No | No | 100 |
7 | 2018 | H | 10 | FD V Dcho | 1 | 3 | Onicodistrofia | EX | Infección HQ | No | 100 |
8 | 2018 | H | 10 | FD I Izdo | 12 | 3 | Papiloma | EX | No | No | 100 |
9 | 2018 | H | 10 | FD IV Dcho | 12 | 3 | Papiloma subungueal | EX | No | No | 100 |
10 | 2018 | H | 9 | FD I Izdo | 108 | 2 | Exostosis | EX | No | No | 100 |
11 | 2017 | M | 10 | FD V Dcho | 12 | 3 | Espolón subungueal (osificación heterotópica) | EX | No | No | 100 |
12 | 2017 | M | 14 | FD V Dcho | 36 | 3 | Verruga vulgar | EX | No | No | 100 |
13 | 2017 | H | 7 | FD I Izdo | 12 | 2 | Contusión de mala evolución | EX | Sí (distrofia ungueal) | No | 100 |
14 | 2016 | H | 9 | FD III Izdo | 3 | 2 | Exostosis | EX | No | No | 100 |
15 | 2016 | H | 9 | FD I Dcho | 12 | 2 | Exostosis | EX | No | No | 98 |
16 | 2014 | H | 7 | FD I Izdo | 8 | 3 | Verruga vulgar | EX | No | 93 | |
17 | 2014 | M | 13 | FD I Dcho | 6 | 2 | Contusión de mala evolución | EX | No | No | 91 |
18 | 2014 | H | 8 | FD II Izdo | 1 | 2 | Exostosis | EX | No | No | 98 |
19 | 2014 | H | 10 | FD III Dcho | 6 | 2 | Bultoma | EX | No | No | 100 |
20 | 2014 | H | 11 | FD I Dcho | 5 | 2 | Absceso/Quiste | EX | No | No | 100 |
21 | 2014 | H | 12 | FD I Dcho | 7 | 4 | Uña encarnada | EX | Sí (uña encarnata) | No | − |
22 | 2013 | H | 8 | FD I Izdo | ND | − | No datos | EX | − | − | 100 |
23 | 2013 | M | 9 | FD I Dcho | 3 | 2 | Absceso | EX | No | No | NR |
24 | 2013 | H | 8 | FD V Izdo | 12 | 2 | Espolón subungueal (osificación heterotópica) | EX | No | Sí (al año) | 100 |
25 | 2011 | H | 7 | FD I Izdo | 6 | 2 | Papiloma subungueal | EX | No | No | 93 |
26 | 2010 | H | 10 | FD I Izdo | 24 | 3 | Papiloma subungueal | EX | No | Sí (al año) | 88 |
27 | 2010 | M | 12 | FD II Izdo | 18 | 3 | Papiloma subungueal | EX | Sí (3 meses) | No | 100 |
28 | 2008 | M | 10 | FD I Dcho | 3 | 1 | Exostosis (en seguimiento por otro diagnóstico) | EX | No | No | NR |
29 | 2007 | H | 8 | FD I Dcho | 12 | 2 | Verruga plantar | EX | No | Sí (2 años) | 100 |
30 | 2006 | M | 14 | FD I Dcho | 6 | 3 | Diagnóstico inicial | EX | No | Sí (2 años) | 100 |
31 | 2006 | M | 8 | FD II Dcho | 12 | Número especialistas | Lesión indeterminada ungueal | EX | No | No | 100 |
32 | 2005 | H | 11 | FD I Izdo | 8 | 3 | Hiperqueratosis | EX | No | No | 100 |
EX: exéresis-onicoplastia; FD: falange distal, y en números romanos, dedo afecto; HQ: herida quirúrgica; −: sin datos.
En la encuesta realizada de manera telefónica se obtuvieron 27 respuestas, que representan el 84,37% de los pacientes registrados. El resultado medio fue de 98,55 (sobre 100), reflejando la correcta evolución clínica en la gran mayoría de los pacientes. Ningún paciente presentaba dolor. Cinco reflejaron alteraciones estéticas del posterior desarrollo ungueal que no alteró la funcionalidad ni la satisfacción tras la cirugía. Todas las piezas resecadas se diagnosticaron como un osteocondroma compuesto por un tejido de proliferación oteocondromatosa parostal bizarra2.
El osteocondroma representa el 33,4% de los tumores benignos del esqueleto y el 10,1% de todos los tumores óseos. Cuando se afecta la falange distal los osteocondromas se localizan con más frecuencia a nivel de los dedos del pie3 y la afectación subungueal es más frecuente, generalmente en niños y en adolescentes, con una ratio varón mujer de 2:1. Aparecen con más frecuencia a nivel del primer dedo, le sigue en frecuencia el quinto dedo, y generalmente son lesiones únicas4. Se ha considerado como un tumor congénito, de muy pequeñas dimensiones en el momento del nacimiento5 y que su desarrollo condicione el hacerse evidente en la edad pediátrica. Las exostosis subungueales son principalmente distales y su cortical se continúa con la de la propia falange6. A pesar de un diagnóstico y tratamiento final correctos, el tiempo desde la primera asistencia en atención primaria hasta la visita con el traumatólogo fue prolongado, con una media de más de un año.
La exostosis subungueal es una patología a tener en cuenta en las consultas de atención primaria de Pediatría. Por las alteraciones ungueales que conlleva, por sus características morfológicas o por el simple desconocimiento de la patología en sí, puede condicionar una demora diagnóstica, con implicación de varios especialistas, si no existe una adecuada sospecha diagnóstica inicial. Ante su conocimiento y sospecha, basta con realizar una radiografía simple del dedo lesionado en dos proyecciones para confirmar el diagnóstico. Una vez diagnosticado, su derivación a Traumatología facilita el tratamiento temprano, con resultados clínicos y estéticos satisfactorios. Las características benignas de la lesión hacen que el seguimiento de esta patología sea relativamente corto (un mes aproximadamente hasta recuperar la actividad habitual, con recomendación de acudir a revisión posterior si precisa), logrando de manera precoz una resolución del cuadro clínico.
FinanciaciónNinguna financiación que declarar.
Conflicto de interesesNo se declara ningún conflicto de intereses relevante para el desarrollo de este estudio.
A la sección de Traumatología Infantil del Hospital Universitario Miguel Servet y a su buen hacer en la contribución con el servicio de Pediatría del Hospital Materno Infantil de Zaragoza.