Hemos leído con gran interés las recomendaciones de la Sociedad Española de Neonatología sobre el cribado neonatal de cardiopatías congénitas críticas (CCC)1. Tal y como señalan los autores la pulsioximetría es un excelente método para detectar CCC que cursen con hipoxemia en el periodo neonatal, con una moderada sensibilidad y alta especificidad. Actualmente la detección de las CCC en España se basa en la ecocardiografía fetal (tasa de detección 20% a >90%, según los centros) y la exploración física. La combinación de ecografía fetal, exploración física y pulsioximetría ha demostrado una sensibilidad del 82,8-92%2. De hecho, la pulsioximetría actualmente es de obligada aplicación en un número importante de estados en EE.UU. y varios países europeos lo recomiendan3.
Dicho esto, desde la Sociedad Española de Cardiología Pediátrica y Cardiopatías Congénitas (SECPCC), nos gustaría aportar algunos comentarios:
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Dado que el objetivo es la detección de hipoxemia, no todas las cardiopatías congénitas serán igualmente detectables. Es más, es importante que los profesionales y las familias entiendan que otras cardiopatías relevantes como la obstrucción al flujo aórtico (p. ej., coartación de aorta) pueden no ser detectadas mediante este cribado (tabla)4. Por este motivo, queremos incidir en que la exploración física, es una práctica insustituible en el periodo neonatal inmediato.
Tabla.Cardiopatías congénitas críticas detectables por el cribado
Cardiopatías habitualmente detectables con el cribado (cursan casi siempre con hipoxemia) Transposición de grandes arterias Truncus arteriosus Drenaje venoso pulmonar anómalo total Atresia tricúspide Atresia pulmonar Tetralogía de Fallot grave Síndrome del corazón izquierdo hipoplásico Cardiopatías que podrían ser detectadas con el cribado (cursan casi siempre con hipoxemia neonatal, pero de menor grado que las previas) Coartación de aorta grave con ductus permeable Interrupción del arco aórtico Anomalía de Ebstein Ventrículo derecho de doble salida Cardiopatías con fisiología de ventrículo único Cardiopatías que podrían ocasionalmente ser detectadas con el cribado (potencialmente pueden cursar con hipoxemia neonatal, no siempre) Estenosis aórtica ductus dependiente Estenosis valvular pulmonar de grado severo Canal auriculoventricular completo Cardiopatías que no pueden ser detectadas con el cribado (habitualmente no cursan hipoxemia en el periodo neonatal) Coartación de aorta no ductus dependiente Enfermedad de Ebstein sin cortocircuito Estenosis valvular aórtica no ductus dependiente Cardiopatías con cortocircuito izquierda-derecha - –
Como bien apuntan los autores existe cierta discrepancia sobre el momento óptimo de su aplicación, buscando una relación óptima entre falsos positivos, eficacia diagnóstica y cumplimiento del protocolo. Es de resaltar que en los países en los que el cribado pasa de ser una recomendación a una prueba de obligado cumplimiento se valora no solo el por qué sino el cómo, ya que se debe garantizar el acceso equitativo y universal a todos los recién nacidos. Esto puede suponer un problema en muchos centros de nuestro país a lo largo de todos los días del año. También las autoridades sanitarias deberían tener en cuenta la disponibilidad de equipamiento específico para este uso.
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Un cribado positivo obligará a una valoración clínica urgente, idealmente por un neonatólogo, y excluidas las causas extracardiacas se requerirá la evaluación por un cardiólogo infantil y posiblemente una ecocardiografía. Por tanto, creemos conveniente coordinar entre representantes de ambas sociedades las recomendaciones a seguir después de la evaluación clínica, incluyendo el manejo durante el traslado posterior, si fuera necesario. El papel del test de hiperoxia, discutible ante una sospecha de cardiopatía ductus dependiente, y el tratamiento con perfusión de prostaglandinas son puntos a debatir y concretar.
En resumen, la propuesta cumple los criterios clásicos de la OMS de Wilson-Jungner, que determinan las características de la enfermedad y de la prueba a utilizar para incluirla como cribado neonatal, tiene una alta especificidad, moderada sensibilidad y es coste-efectivo5, pero habría que asegurar su viabilidad en nuestro medio. Es indudable que puede suponer una mejora en la asistencia neonatal, especialmente en los centros con menor implantación de detección prenatal de cardiopatías o en gestaciones con mal control del embarazo. La SECPCC, a través de su grupo de trabajo de cardiología clínica, apoya su desarrollo para valorar su inclusión como método de cribado universal en nuestro país.