Sr. Editor:
La artritis por Listeria monocytogenes es una enfermedad muy poco frecuente en personas inmunocompetentes. La mayor parte se presentan en pacientes con enfermedades crónicas o debilitantes que les provocan un cuadro de inmunodepresión.
Se comunica el caso de una niña de 2 años y 3 meses que presentaba un cuadro de 5 días de evolución de dolor y tumefacción en la rodilla izquierda con limitación a la movilización pasiva y cojera, febrícula y síntomas catarrales. Fue diagnosticada de sinovitis, y se pautaron reposo y antiinflamatorios. Un mes después continuaba la sintomatología y la fiebre, por lo que fue revaluada en urgencias e ingresada en la unidad de enfermedades infecciosas. Los padres refirieron la ingestión de salchichas crudas suministradas por un familiar, unas 3–4 semanas antes del inicio del cuadro.
Los antecedentes personales carecen de interés. Exploración física: rodilla izquierda aumentada de tamaño, signos inflamatorios locales, sin peloteo, resistencia a la flexión pasiva y cojera. Pruebas complementarias: hemograma: 12.000 leucocitos con fórmula normal, hemoglobina: 9,6g/dl, hematocrito: 30,2 %, plaquetas: 404.000; bioquímica: normal; PCR: 3,47. En la ecografía de rodilla se apreciaba engrosamiento de la sinovial y escasa cantidad de líquido intraarticular. En el hemocultivo creció un bacilo grampositivo compatible con Listeria monocytogenes. En la artroscopia no pudo obtenerse líquido para cultivo.
En vista de los resultados fue diagnosticada de artritis por Listeria monocytogenes y se inició tratamiento intravenoso con ampicilina y gentamicina durante 7 días; la primera se prolongó hasta completar 2 semanas.
Se buscaron otros posibles órganos afectados por lo que se realizaron las siguientes pruebas: punción lumbar con estudio citológico y microbiológico, ecografía abdominal, ecocardiografía y estudio inmunológico (inmunoquímica, estudio de subclases de IgG, estudio de poblaciones linfocitarias y de respuesta a mitógenos), encontrándose todo dentro de la normalidad; serologías para virus varicela zoster, citomegalovirus, VIH, rubéola y parvovirus B19, negativas.
La evolución fue satisfactoria, y fue dada de alta a las 2 semanas, indicándose tratamiento con amoxicilina oral durante 4 semanas más.
Ha sido revaluada a los 3 y 6 meses sin que se hayan encontrado alteraciones clínicas ni analíticas.
Se consideró que la vía de transmisión fue la ingestión de salchichas crudas.
Listeria monocytogenes es la única especie del género Listeria que ocasiona enfermedades en humanos. Existen diferentes serotipos, y los implicados con mayor frecuencia son el 1/2a, 1/2b y el 4b1. En un estudio prospectivo realizado en nuestro hospital entre los años 2001 y 2003 se comprobó que el serotipo más frecuente en nuestro medio (con el 66,7 % casos) era el 4b2.
La listeriosis se presenta con una incidencia del 0,3–0,8 % por cada 100.000 habitantes.
Su transmisión se produce fundamentalmente en el tracto gastrointestinal al ingerir alimentos contaminados con esta bacteria. Cuando ésta es fagocitada secreta una toxina citolítica y hemolítica denominada listeriolisina O que rompe la membrana del fagolisosoma dejando que salga al citoplasma. Ahí se reproduce y organiza un citosqueleto de actina que al polarizar desplaza a las bacterias a la periferia de la célula donde, por formación de seudópodos, infectarán las células adyacentes3. Esto favorece la supervivencia intracelular de la bacteria, uno de sus principales factores de virulencia.
Afecta principalmente a embarazadas, neonatos, ancianos y pacientes inmunodeprimidos4, aunque se han descrito casos de afectación a pacientes sanos5.
En mujeres embarazadas se asocia con un cuadro seudogripal que puede evolucionar a corioamnionitis, parto prematuro, aborto espontáneo, muerte fetal e infección precoz en el neonato.
En el período neonatal pueden producirse dos cuadros: uno de sepsis precoz con muy mal pronóstico y otro de sepsis tardía con frecuente afectación meníngea.
En adultos las formas de presentación más habituales son la meningitis y la bacteriemia.
Otras formas son la endocarditis, infecciones cutáneas, colecistitis, peritonitis, osteomielitis o artritis, como el que caso que nos ocupa6.
Se han descrito en la bibliografía médica 29 casos de artritis por Listeria desde 1987 hasta 2005, todos ellos asociados con situaciones de inmunodepresión como diabetes, trasplantes o artritis reumatoide, pero sobre todo en relación con la colocación de prótesis articulares7–9. La media de edad de los pacientes era de 50 años, y en la mayoría de ellos se presentó como monoartritis de grandes articulaciones (rodilla, cadera), aunque también se describieron casos de afectación poliarticular.
Las novedades que nuestro caso aporta a la bibliografía médica son la edad de la paciente, ya que no se encuentra en ninguno de los períodos de riesgo (neonatos y ancianos), la forma de presentación tan poco frecuente y que no presente ninguna situación de inmunodepresión. Por tanto, creemos que es el primer caso comunicado de artritis por Listeria en un niño inmunocompetente.