La alergia a proteínas de la leche de vaca (PLV) es la tercera causa más frecuente de alergia alimentaria tras la alergia a proteínas de huevo y pescado, y es la más prevalente durante el primer año de vida1. Aunque la mayoría de las reacciones ocurren tras su ingesta, no es extraño que ocurran tras contacto directo con piel o mucosas. Describimos una reacción anafiláctica en un lactante con lactancia materna exclusiva por aplicación de un gel con proteínas de leche de vaca. El objetivo es el estudio de las sustancias causales de la reacción.
Varón de 6 meses nacido de embarazo y parto normales, alimentado con lactancia materna exclusiva desde el nacimiento. A los 5 meses, tras la aplicación de gel gingival (Bálsamo Primeros Dientes®; Laboratorio Sanofi-Synthelabo S.A.) para alivio de la erupción dentaria, presenta en 2min, irritabilidad, llanto, angioedema de labios y párpados, sialorrea, hipotonía y somnolencia con disminución del nivel de conciencia; por lo que requiere tratamiento con antihistamínicos (dexclorfeniramina) y corticosteroides (metilprednisolona) sistémicos, con resolución completa del cuadro en el transcurso de 2h. Con anterioridad había tolerado ibuprofeno y no había tomado otros fármacos.
Quince días después de la reacción referida, el paciente inició lactancia artificial con fórmula adaptada de PLV. Con la primera toma, presentó al contacto, de forma inmediata y sin llegar a ingerirla, una erupción eritemato-habonosa perioral, que cedió en 10min sin tratamiento. La madre seguía dieta libre con leche de vaca.
Se investigó la procedencia y la composición del gel gingival (Bálsamo Primeros Dientes®; Sanofi-Synthelabo S.A.), un producto farmacéutico que cita en su composición «aqua, glycerin, propylene glycol, carbomer, lactis proteinum, sodium methylparaben, sodium propylparaben, sorbic acid, methyl anthranilate, mentha piperita, sodium hydroxide». La madre siguió las instrucciones de manejo: «realizar un suave masaje en la encía con la yema del dedo índice con una pequeña cantidad de gel». Las indicaciones advertían que «el gel no debe ser utilizado en los casos de intolerancia a las proteínas de la leche de vaca». En la descripción ampliada del producto refiere que «protege las encías del bebé gracias al lactoserum, un principio activo de origen natural, que produce un efecto calmante y refrescante».
Estudio inmunoalergológico: las concentraciones de IgE total estaban elevadas (173kU/l; rango de normalidad: menor de 15kU/l). Las pruebas cutáneas en prick test y la determinación de IgE alergenoespecífica resultaron positivas con leche de vaca, alfalactoalbúmina (ALA), betalactoglobulina (BLG), seroalbúmina bovina (BSA) y caseína (tabla 1).
Se indicó dieta exenta de leche de vaca y derivados, y se insistió sobre la necesidad de evitar la utilización de cosméticos y fármacos con estos componentes. Como fórmula de sustitución se indicó un hidrolizado extenso de PLV (el 40% de caseína y el 60% de seroproteínas). Los padres y cuidadores del niño fueron entrenados para tratamiento de urgencia con adrenalina, antihistamínicos y corticosteroides en caso de aparición de nuevas reacciones.
Describimos un caso de «anafilaxia por hipersensibilidad inmediata a PLV componentes de gel gingival, con tolerancia clínica para hidrolizado extenso de PLV». Se han descrito previamente reacciones alérgicas graves al contacto con alimentos, entre ellos la leche de vaca2.
La alergia a PLV tiene un inicio precoz. Puede observarse en lactantes con lactancia materna exclusiva, y en estos casos puede producirse por alérgenos que pasan directamente a la leche materna3.
Se han descrito casos de anafilaxia tras la aplicación de una crema que contenía caseína en el área del pañal4–7, incluso más raramente, reacciones alérgicas locales tras aplicación de gel gingival en pacientes que no toleraban hidrolizados de PLV8. La lactamina, el principio activo implicado, es un hidrolizado de caseína, con reactividad cruzada con las encefalinas y con actividad biológica similar a éstas como antiinflamatorio8. Las PLV son componentes habituales de muchos cosméticos, habiéndose implicado en la actividad antiinflamatoria y analgésica de derivados de estas proteínas al actuar sobre receptores de opioides8,9.
Nuestro paciente tuvo una reacción alérgica grave que podría haberse repetido y haber tenido graves consecuencias al introducir la lactancia artificial. El estudio de estas reacciones por el alergólogo es imprescindible como medida preventiva para identificar los alérgenos implicados y evitar nuevas reacciones.
Es necesario ampliar el conocimiento, de los sanitarios y de toda la población, sobre la peligrosidad de estos productos y exigir un mayor control sanitario y legislativo de su utilización10.