Ante la aparición de trastornos de la diferenciación sexual adquiridos es necesaria una buena anamnesis para establecer su diagnóstico1-3.
Consulta niña de 3 años por presentar desde hace un mes crecimiento e inflamación de clítoris y coloración más oscura de los labios mayores (fig. 1).
En la exploración presenta labios mayores con aspecto escrotiforme, levemente pigmentados y con sinequia posterior. Clítoris de 30×10mm, eritematoso, que impresiona de doloroso a la palpación. No presenta masas inguinales palpables ni vello púbico.
Ecografía abdominal con útero prepúber y ovarios pequeños.
En la analítica presenta 17-hidroxiprogesterona, DHEA-S y gonadotropinas normales con testosterona elevada en ese momento: 3,73 ng/ml (VN 0,02-0,1 ng/ml) y a los 4 días: 0,66 ng/ml. Ambas muestras se analizan por espectrometría de masas tándem objetivando la elevación significativa (0,95 ng/ml) y su posterior descenso (0,25 ng/ml). Al mes presenta testosterona de 0,03 ng/ml con clítoris menos ingurgitado con medidas de 27×10mm.
El padre refiere, en privado, haber estado con tratamiento tópico con testosterona por disfunción eréctil desde hacía un mes y que realiza colecho con la paciente. El inicio del cuadro clínico descrito coincide con el del tratamiento paterno. Debido a ello se diagnostica de clitoromegalia de causa exógena medicamentosa. Se mantiene seguimiento para establecer su regresión, objetivando buena evolución y normalización de testosterona tras evitar colecho.
Ante virilizaciones o seudopubertad precoz se debe sospechar la causa exógena medicamentosa1-3 y en esos casos evitar el contacto piel con piel mientras persista el tratamiento tópico androgénico paterno3.