Varón de 15 meses remitido a nuestro centro por sospecha de invaginación intestinal. La ecografía descartó invaginación, visualizando una imagen quística multiseptada de paredes finas en la teórica localización de la vesícula biliar (fig. 1A) que 6 años después permanece sin cambios ecográficos (fig. 1B). La vía biliar intra y extrahepática, el hígado y el páncreas eran normales, así como los marcadores de función hepática. El estudio se completó con una colangiorresonancia (fig. 2). Dos años después comenzó con crisis intermitentes de dolor abdominal, por lo que se solicitó una gammagrafía biliar para descartar una exclusión o discinesia vesicular. Se remitió a digestivo infantil, siendo diagnosticado de intolerancia a la lactosa con un test de sobrecarga oral. Los episodios de dolor cedieron con tratamiento dietético. El paciente tiene actualmente 7 años y sigue controles anuales.
La vesícula biliar multiseptada, descrita en 1963 por Simon y Tandon, es una entidad congénita infrecuente, con alrededor de 50 casos publicados.
Ecográficamente la vesícula es de tamaño normal, con contornos lobulados y múltiples septos, dándole un aspecto característico en «panal de abeja». Suele presentarse de forma aislada, pero puede asociar otras anomalías de la vía biliar como quiste de colédoco, ectopia vesicular o anomalías de la unión biliopancreática1.
La colecistectomía está indicada si existen cálculos o signos de colecistitis. En pacientes sintomáticos es importante descartar otras causas de dolor abdominal, como en nuestro caso. Aunque se ha descrito un caso aislado de carcinoma vesicular3, en pacientes con diagnóstico incidental la vigilancia clínica y radiológica es una alternativa2,3.
A la sección de Radiología Pediátrica del Hospital General Universitario de Alicante y al Servicio de Pediatría del Hospital General Universitario de Elche.