Analizar si el sobrepeso en la edad prepuberal se mantiene en la adolescencia y si las tendencias temporales difieren en función del sexo.
MétodosEn 206 niñas y179 niños sanos se valoraron los datos antropométricos a los 6-8 años y a los 13-16 años de edad. La valoración de sobrepeso se realizó de acuerdo con los puntos de corte del International Obesity Task Force.
ResultadosLa prevalencia de sobrepeso evolucionó del 23,0 al 29,2% para los varones y del 32,6 al 21,4% para las mujeres. Los coeficientes de correlación entre el peso a ambas edades fueron de r=0,78 para niños y r=0,68 para niñas. El peso y el IMC a los 6-8 años contribuyen a explicar unos porcentajes del peso y del IMC a los 13-16 años mayores en niños que en niñas (el 64,1 y el 44,1%, respectivamente, para el peso; el 53,5 y el 39,9% para el IMC). El 75% de los participantes se mantuvieron en la misma categoría de peso.
ConclusiónLa prevalencia de sobrepeso disminuye en la adolescencia en niñas. El peso y el IMC a los 6-8 años explican un porcentaje importante del peso y del IMC en la adolescencia, porcentaje que es mayor en varones.
To examine whether prepubertal overweight continues into adolescence, and to evaluate if this progression over time differs by sex.
MethodsThe sample population consisted of 179 healthy boys and 206 girls on whom anthropometric data were assessed at 6-8 years and 13-16 years of age. The assessment of overweight was performed according to the cut-offs points of the International Obesity Task Force.
ResultsFrom baseline to follow-up, the percentage of participants who were overweight increased from 23% to 29.2% in males, and decreased from 32.6% to 21.4% in females. Baseline weight was significantly correlated (P<.01) with follow-up weight in both males (r=0.78) and females (r=0.68). Weight and BMI at 6-to-8 years- old explained percentages of variation of weight and BMI at 13-to-16 years-old, higher in boys than in girls (64.1% and 44.1%, respectively, for weight; 53.5% and 39.9%, respectively, for BMI). A total of 75% of the participants remained in the same weight category.
ConclusionThe prevalence of overweight in adolescence decreased in girls. The weight and BMI at prepubertal age account for a significant percentage of the variation in weight and BMI in adolescence. This percentage is higher in males than in females.
El sobrepeso (SP) y la obesidad en la infancia constituyen un problema de salud de primera magnitud, con una prevalencia conjunta de entre el 20 y el 40% para los países occidentales1-3. En España, la prevalencia de obesidad infantil en el PAIDOS-19844 se estimó en el 4,9%, pasando a casi el triple en 1998-2000 según el estudio enKid, que constató una prevalencia de obesidad infantil del 13,9%, valores que se mantiene en los resultados más recientes del estudio Aladino5,6. El tratamiento de la obesidad en el niño y en el adulto es muy problemático e ineficaz la mayoría de las veces; ello determina que parte de los esfuerzos se orienten hacia la prevención desde la infancia7.
Los estudios de seguimiento en el tiempo (tracking) de la obesidad ayudan a identificar a las poblaciones de riesgo. El término «tracking» se utiliza para describir el comportamiento a lo largo del tiempo de una variable y permite, por un lado, estimar el valor predictivo de futuros valores a partir de valores previos y, por otro, valorar la persistencia de valores/medidas individuales en relación con percentiles poblacionales. Hay estudios que han analizado el tracking del SP y la obesidad desde la infancia hasta la edad adulta8,9 y desde la infancia hasta la adolescencia10,11 con resultados diversos según las características de la población y del estudio. El presente estudio analiza, en una población de 206 niñas y 179 varones, si el SP en la edad prepuberal se mantiene en la adolescencia y si esta tendencia varía en función del sexo.
MétodosLa población del estudio la constituyeron 385 niños sanos (206 mujeres y 179 varones) integrantes del estudio Cuatro Provincias12,13. Este estudio se diseño para analizar los factores de riesgo cardiovascular en 2 provincias de alta mortalidad por cardiopatía isquémica (CI) —Cádiz y Murcia— y 2 provincias de baja mortalidad —Orense y Madrid. En una primera fase (1998 y 2000), se estudió a 1.327 niños de 6-8 años de edad seleccionados de forma aleatoria. Sin realizar ningún tipo de intervención sobre esta muestra inicial, se repitió el estudio (2006-2008) en 881 niños entre los 12-16 años de edad, de los cuales 385 habían participado en ambos cortes y que componen el presente estudio. La participación por provincias fue similar a la del estudio inicial. El alcance de los resultados del estudio se concreta a las poblaciones estudiadas. El protocolo de estudio fue aprobado por el Comité Ético de la Fundación Jiménez Díaz.
A partir de las medidas del peso y la talla se calculó el IMC. Se han utilizado los puntos de corte propuestos por el International Obesity Task Force14 para categorizar a nuestra población en niños con normopeso (NP) y niños con SP, que incluye SP y obesidad. Se categorizó a los participantes en 4 grupos, según la evolución del IMC entre los 2 periodos estudiados: (NP→NP); (NP→SP); (SP→NP) y (SP→SP).
El análisis estadístico se realizó con el programa SPSS versión 9.0 (SPSS Inc, Chicago, Estados Unidos). El estudio del tracking se realizó: a) analizando la correlación entre el IMC a ambas edades mediante coeficientes de correlación para variables pareadas; b) realizando análisis de regresión lineal múltiple considerando las variables antropométricas en la adolescencia como variables dependientes y la respectiva variable a los 6-8 años como variable independiente; c) evaluando el porcentaje de niños que se mantuvieron en la misma categoría de peso (porcentaje de mantenimiento o de tracking), y d) utilizando el test de McNemar (test de la significación de cambios) para evaluar los cambios en la categoría de peso.
ResultadosEl análisis de las variables antropométricas se muestra en la tabla 1, destacando que los valores medios de peso y talla a los 13-16 años fueron significativamente más elevados en los niños que en las niñas (p<0,001). Al comparar las prevalencias de SP a ambas edades (tabla 2), se observa cómo disminuyó el porcentaje de niñas con SP en la adolescencia.
Análisis descriptivo de las variables antropométricas a los 6-8 años y a los 13-16 años en niños y en niñas
6-8 años | 13-16 años | |||
Niños | Niñas | Niños | Niñas | |
N | 179 | 206 | 179 | 206 |
Edad (años) | 7,23±0,59 | 7,19±0,57 | 14,68±0,85 | 14,58±0,82 |
Peso (kg) | 27,5±4,9 | 27,0±5,1 | 63,2±13,9 | 56,93±10,15* |
Talla (m) | 1,27±0,06 | 1,26±0,07 | 1,69±0,09 | 1,62±0,06* |
IMC (kg/m2) | 17,11±2,18 | 17,07±2,32 | 21,85±3,67 | 21,72±3,35 |
Los valores se expresan como media±desviación estándar.
t de Student:
Prevalencia de normopeso y sobrepeso (sobrepeso+obesidad) a los 6-8 años y a los 13-16 años de edad. Grupo total y por sexos
Total | Niños | Niñas | ||||
6-8 años | 13-16 años | 6-8 años | 13-16 años | 6-8 años | 13-16 años | |
Normopeso | 71,3% | 75,0% | 76,0% | 70,8% | 67,4% | 78,6% |
Sobrepeso | 28,7% | 25,0% | 23,9% | 29,2% | 32,6% | 21,4%* |
- 1.
Análisis de correlación: en ambos sexos existe correlación positiva significativa (p<0,01) entre los valores en ambos cortes para el peso (r=0,782 varones y r=0,675 mujeres) y el IMC (r=0,670 varones y r=0,619 mujeres).
- 2.
Modelos de regresión lineal: el peso y el IMC a los 6-8 años contribuyen a explicar unos porcentajes de dichas variables en el segundo corte superiores en niños que en niñas: el 64,1 vs. el 44,1% para el peso y el 53,5 vs. el 39,9% para el IMC. La talla a los 6-8 años explica el 53% de la misma a los 13-16 años en ambos sexos.
- 3.
Mantenimiento o cambio en la categoría de peso (tabla 3): el 75% de los participantes permanecieron en la misma categoría de peso. El porcentaje de cambio SP-NP fue significativamente mayor en las niñas. El cambio de NP-SP fue más elevado para los niños. El test de MacNemar resultó significativo en las niñas, indicando cambios en categoría de peso.
Tabla 3.Tracking (mantenimiento) en la categoría de peso desde los 6-8 años hasta los 13-16 años de edad, en el grupo total y por sexos
Total, n (%) Niños, n (%) Niñas, n (%) NP(6-8 a) → NP(13-16 a) 198 (61,9%) 92 (63,4%) 106 (60,6%) NP(6-8 a) → SP (13-16 a) 30 (9,4%) 18 (12,4%) 12 (6,9%) SP(6-8 a) → SP (13-16 a) 50 (13,1%) 23 (15,9%) 27 (15,4%) SP(6-8 a) → NP (13-16 a) 42 (15,6%) 12 (8,3%) 30 (17,1%)a % tracking (mantenimiento)(NP-NP+SP-SP) 75% 79,3% 76% NP: normopeso: SP: exceso de peso (incluye sobrepeso+obesidad).
En el presente estudio se constató un elevado porcentaje de SP del 28,7% en el primer corte y del 25% pasados 7 años, datos que avalan la magnitud del problema, al igual que se constata en otros trabajos1-3. Los varones presentaron porcentajes de SP similares en ambos cortes, mientras que las niñas experimentaron un descenso significativo pasando del 32,6% en el inicio al 21,4% en la adolescencia, dato que también se registra en otros estudios15,16. Sin embargo, el tracking del IMC entre ambas edades fue alto, sugiriendo que, en líneas generales, los participantes que tienen exceso de peso en la edad prepuberal continúan teniéndolo en la adolescencia10,17,18.
El peso y el IMC inicial contribuyen a explicar porcentajes importantes de los valores de peso e IMC a los 13-16 años (del 61% en varones y el 41,3% en niñas), datos similares a los reflejados en otros trabajos19 La permanencia en la categoría de peso del 75% del presente estudio es similar a la de estudios de otras poblaciones17,18. El porcentaje de participantes que cambiaron de SP a NP fue mayor en las niñas que en los niños (el 17,1 vs. el 8,3%). Esta mejoría del patrón de peso puede atribuirse a que el sexo femenino, en la adolescencia precoz, experimenta un fuerte deseo de perder peso y adelgazar17.
En conclusión, el trabajo muestra que existe un porcentaje elevado de SP tanto en la edad prepuberal como en la adolescencia en ambos sexos, aunque esta prevalencia disminuye para las niñas en la adolescencia. Finalmente, el IMC en la edad prepuberal correlaciona de forma significativa y contribuye a explicar un porcentaje importante de la variación del IMC en la adolescencia, siendo más evidente en varones. Finalmente, el IMC en la edad prepuberal correlaciona de forma significativa, y contribuye a explicar un porcentaje importante de la variación del IMC en la adolescencia, siendo más evidente en varones. Estos datos avalan la importancia de iniciar un tratamiento precoz del SP, incluso antes de la edad prepuberal, momento en el que ya se observa una prevalencia del 28,7%, incidiendo sobre las poblaciones de riesgo con el fin de evitar complicaciones presentes y futuras.
FinanciaciónFondo de Investigación Sanitaria (FIS 08/1189, FIS 11/00344).
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.