Las verrugas víricas son lesiones benignas producidas por el virus del papiloma humano. Suelen cursar de forma asintomática, aunque en ocasiones originan dolor o deformidad, y pueden resultar bastante antiestéticas. Para su tratamiento, generalmente se han utilizado terapias como la crioterapia, ácidos o cáusticos tópicos y en casos refractarios 5-fluorouracilo tópico o imiquimod entre otros. Presentamos 2 casos de pacientes varones de 7 y 14 años de edad, que presentaban verrugas víricas extragenitales, tratados de forma exitosa con sinecatequinas de té verde y obteniéndose la resolución completa de las lesiones sin presencia de efectos secundarios.
El primer paciente es un varón de 7 años de edad, con verrugas víricas en casi la totalidad de la región facial de 3 años de evolución, algunas de ellas planas y otras más hemisféricas, que presentaba empeoramiento progresivo (fig. 1a). Se solicitó estudio de inmunidad y serología para VIH, ambos negativos, Las lesiones fueron tratadas inicialmente durante 2 meses con crioterapia y tretinoina tópica al 0,05% sin éxito, por lo que se inició tratamiento con sinecatequinas de té verde durante un mes (una aplicación cada 8h), obteniéndose resolución completa de las lesiones (fig. 1b) sin efectos adversos.
El segundo paciente se trata de un varón de 13 años con lesiones similares en dedos de las manos y región inguinal bilateral de 3-4 años de evolución (fig. 2a). Había iniciado tratamiento con crioterapia durante 6-7 meses sin mejoría, por lo que se inició tratamiento con sinecatequinas de té verde tópico 3 veces al día durante 2 meses, con resolución completa de las lesiones (fig. 2b) sin presencia de efectos secundarios.
Las sinecatequinas (o polifenol E) son un conjunto de compuestos polifenólicos (de los que más del 85% son catequinas, siendo la predominante y la de mayor actividad biológica el galato de epigalocatequina) derivado de las hojas del té verde. Actúan inhibiendo el ciclo celular de los virus causantes de las lesiones, y activan la inmunidad celular y la apoptosis de las células infectadas (activan la vía de las caspasas, regulan la expresión de Bcl-2 e inhiben la telomerasa)1, tienen propiedades antioxidantes, y se postula que también tengan cierto efecto antitumoral. Esta terapia no ha sido aún aprobada oficialmente para el tratamiento de verrugas víricas extragenitales; se ha utilizado fundamentalmente en el tratamiento de verrugas genitales asociadas al virus del papiloma humano, con una tasa de resolución de entre el 45,5 y el 64,9%.
Se comercializa como pomada al 10%, y se administra diariamente cada 8h en las áreas afectas (máximo 250mg durante un intervalo no superior a 16 semanas) hasta la completa resolución de las lesiones, comenzándose a observar los efectos beneficiosos a partir de las 2-3 semanas del inicio del tratamiento. La ficha técnica de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) permite su uso para el tratamiento cutáneo de verrugas genitales externas y perianales (Condylomata acuminata) en pacientes inmunocompetentes a partir de los 18 años2, por lo que se trataría de un tratamiento posible como uso compasivo. Sus principales ventajas son la comodidad de su aplicación (indoloro y de fácil administración, frente a otras opciones como la crioterapia), la rapidez de acción, la posibilidad de tratamientos prolongados (máximo 16 semanas frente a las 4 semanas de podofilotoxina o imiquimod) y la baja tasa de efectos adversos (principalmente irritación leve local y transitoria en la zona de aplicación)3,4. Esta reacción inflamatoria traduce el efecto de activación inmunológica responsable del efecto favorable sobre este tipo de lesiones, ya que se ha observado que aparecen más frecuentemente en individuos respondedores.
Se han publicado 2 artículos acerca del empleo de esta terapia en pacientes con verrugas víricas extragenitales: el primero sobre un varón de 35 años con verrugas víricas faciales resueltas tras 20 días de tratamiento con esta terapia5, y el segundo con 2 pacientes: una mujer de 48 años con verrugas víricas en la planta del pie que le dificultaban la deambulación, resueltas tras 14 semanas de tratamiento, y una mujer de 24 años con antecedente de neutropenia crónica idiopática y presencia de verrugas víricas periungueales en la mayoría de los dedos de las manos, tratada durante 16 semanas con resolución completa de las lesiones6. Nosotros presentamos los primeros pacientes pediátricos con verrugas víricas extragenitales tratados con sinecatequinas, planteando una opción terapéutica indolora, más fácil de aplicar en niños que la crioterapia o los queratolíticos, que ha tenido una buena aceptación por parte de los pacientes y de sus padres, dada la eficacia y ausencia de efectos secundarios.