Desde que el 31 de diciembre de 2019 se informó sobre la existencia de 27 casos de neumonía de etiología inicialmente desconocida, hasta el momento actual en el que cifran en más de 11 millones los casos confirmados de COVID-19, nuestro conocimiento sobre el SARS-CoV-2ha ido aumentando. En España se creó el Grupo de Trabajo de la Asociación Española de Pediatría1 y disponemos de toda la producción científica internacional de estos meses. No obstante, varios aspectos de esta enfermedad siguen siendo desconocidos. El período de transmisibilidad y de eliminación del virus sigue siendo motivo de estudio actualmente. Según las últimas evidencias, el periodo de positividad de la detección mediante PCR del SARS-CoV-2 es mayor que el periodo de transmisibilidad. Hay estudios que demuestran ausencia de crecimiento de virus en cultivo a pesar de PCR positivas con cargas virales por debajo de 105 copias RNA2. Otros estudios hablan de detecciones de PCR positivas tras haber resultado negativas y estar clínicamente recuperados, pero en ningún caso esta detección se ha asociado a un empeoramiento clínico, ni al contagio de personas de contacto3. Si bien esto es conocido4, hay casos en los que se nos presentan dudas clínicas y debemos intentar apoyarnos en varios elementos que nos ayuden a discernir entre eliminación prolongada del virus, detección de microorganismos no viables, reinfección o reagudización.
La particularidad del caso que presentamos radica en la positividad en la detección de PCR de SARS-CoV-2 tras más de 50 días de la primera detección positiva, junto con clínica respiratoria acompañante. Se trata de una niña de 4 años que el día 31 de marzo de 2020 fue diagnosticada de infección por SARS-CoV-2 mediante realización de PCR a raíz de un cuadro febril de 5 días de evolución, sin otra sintomatología acompañante. Se realizó manejo domiciliario del cuadro febril, con buena evolución y con resolución de la fiebre tras 6 días de enfermedad. No se realizó PCR de control de negativización en ese momento. El día 20 de mayo de 2020 acude a nuestro hospital por un nuevo cuadro febril de 3 días de evolución que en esta ocasión se acompañaba de tos y moderada dificultad respiratoria. A la exploración física destacaba un discreto tiraje, así como subcrepitantes diseminados de predominio en base derecha, manteniendo una saturación de Hb del 95%. La radiografía de tórax mostró un refuerzo de la trama peribronquial con discreto infiltrado en lóbulo inferior derecho. Destacaba en la analítica inicial un recuento leucocitario de 15,7 x109/L, con un 84% de neutrófilos y una proteína C reactiva de 159mg/L, con PCT 0,38 ng/mL. Ante el diagnóstico de sobreinfección de un cuadro bronquial, se decidió el ingreso hospitalario para tratamiento broncodilatador inhalatorio y antibiótico endovenoso, sin precisar oxigenoterapia durante el ingreso. Según el protocolo vigente en ese momento, se realizó estudio de PCR SARS-CoV-2 y PCR panvírica al ingreso. El resultado de la PCR SARS-CoV-2 resultó nuevamente positivo. El estudio analítico de la paciente no mostraba otros indicadores que se han mostrado típicos en esta infección y/o como marcadores de gravedad de la misma (linfocitos totales 1,4 x109/L, dímero-D 488 ng/mL, LDH 270 U/L, IL-6 17,85 pg/mL, ferritina 78 ng/mL). La PCR panvírica resultó negativa para virus. En este test de PCR también se testan automáticamente 7 bacterias, resultando positiva para Haemophilus influenzae. Se mantuvo el tratamiento antibiótico. Ante la positividad de la PCR SARS-CoV-2 después de 50 días de la primera PCR positiva, junto con clínica respiratoria acompañante, se decidió realizar también determinaciones de inmunoglobulinas contra SARS-CoV-2 por inmunocromatografía (IC) y por ELISA, resultando positivo para IgG (IC + / ELISA 8,49) y negativo para IgM (IC - / ELISA 0,26). Tras cerca de 72 horas de antibioterapia endovenosa, mejoró clínicamente, con resolución de la fiebre y descenso de los parámetros analíticos inflamatorios. A la vista de los resultados, de la evolución clínica y de las pruebas microbiológicas, se orientó el caso como una sobreinfección respiratoria de un cuadro bronquial, con eliminación de partículas no activas del virus SARS-CoV-2. El día del alta hospitalaria se realizó una nueva determinación de PCR viral, siendo esta última negativa finalmente tras 55 días.
La alta frecuencia de cuadros respiratorios en la infancia puede ser una fuente de confusión en el control de la pandemia por SARS-CoV-2. De cara a periodos en que el SARS-CoV-2 cohabite con otros tipos de virus respiratorios, creemos necesaria la elaboración de scores que combinen parámetros clínicos, analíticos y microbiológicos que ayuden a orientar inicialmente si se trata de una infección aguda por SARS-CoV-2 o bien de otro tipo de infección en el contexto de un cuadro pasado de COVID-19 con eliminación prolongada de virus.