Sr. Editor:
El síndrome de neck-tongue (SNT) es una entidad caracterizada por la aparición de episodios paroxísticos de dolor cervical, acompañados de parestesias de la lengua ipsolateral1. Los episodios son breves y generalmente no superan los 60s.
Poco frecuente en pediatría, hasta el momento sólo se han descrito 11 casos en niños menores de 14 años2.
Presentamos el caso de una paciente de 14 años, sin antecedentes de interés, que consulta por episodios súbitos de dolor cervical asociados a parestesias de la hemilengua ipsolateral de un año y medio de evolución.
El dolor, de predominio izquierdo, aparecía con giros bruscos de la cabeza hacia la izquierda e irradiaba hacia la región preauricular y retroauricular. No presentaba puntos gatillo, cefalea ni otra sintomatología neurológica asociada.
Los episodios, de pocos segundos a algunos minutos de duración, podían presentarse varias ocasiones durante un mismo día y finalizaban con disestesias y parestesias de la lengua del mismo lado.
En la exploración física sólo destacaba una escoliosis corregida con alza de 0,5cm. Las pruebas de imagen realizadas (radiografía cervical y resonancia magnética [RM]) fueron normales, orientándose como un síndrome de cuello-lengua o neck-tongue.
Se siguió tratamiento conservador con analgesia y fisioterapia cervical.
Los controles clínicos efectuados durante 2 años han mostrado una mejoría clínica progresiva con disminución del número de episodios e intensidad de los mismos.
El SNT es un tipo de cefalea poco frecuente caracterizado por episodios breves y paroxísticos de dolor cervical asociados a parestesias de la lengua ipsolateral. Se ha asociado también a otras manifestaciones clínicas como la disartria, congestión nasal, sialorrea, debilidad facial, alucinaciones gestatorias o disregulaciones parasimpáticas3. El espectro de edad es muy amplio, aunque se han descrito pocos casos pediátricos. Existe también una forma familiar benigna, sin anomalía anatómica asociada, con resolución espontánea de la clínica durante la adolescencia4.
Las primeras hipótesis sobre su fisiopatogenia apuntaban hacia una etiología compresiva secundaria a una rotación de C25, explicando las alteraciones sensitivas de la lengua por la compresión de las conexiones aferentes propioceptivas del nervio lingual que pasan por el nervio hipogloso hacia la parte ventral de C26 Otros autores han sugerido que un espasmo o la hipertonía muscular podrían ser la causa del cuadro7. Analizando los dos mecanismos fisiopatogénicos sugeridos, parece lógico que las dos teorías puedan ser aceptadas, dependiendo de la presentación clínica de cada caso y de su respuesta al tratamiento.
El diagnóstico es fundamentalmente clínico. La radiografía de columna cervical o la RM cervical son las pruebas de imagen que más información van a ofrecernos. En 2004, Bodory8 sugirió una clasificación basándose en la presentación clínica. El SNT no complicado, que agrupa los casos idiopáticos o asociados a traumatismos, y el SNT complicado con aquellos casos que presentan lesiones orgánicas asociadas, como pueden ser malformaciones, procesos degenerativos, osteoartritis, masas, anquilosis o un caso asociado a fractura de la base occipital derecha. Esta división ha sido muy útil a la hora de indicar el tratamiento más adecuado9.
En los SNT no complicados se han ensayado diferentes tratamientos, desde fármacos antiinflamatorios, analgésicos, esteroides y antiepilépticos (como la carbamacepina para el dolor neuropático10) hasta medidas conservadoras (collarines cervicales o fisioterapia cervical10), pasando por algunos casos que han requerido cirugía cervical11.
Actualmente, aunque no existe ninguna pauta de actuación validada, se recomienda iniciar el tratamiento con analgésicos y medidas conservadoras, dado el gran éxito obtenido con la fisioterapia cervical en la mayoría de los casos.
Con este caso, queremos recordar una entidad poco frecuente en pediatría, pero que hay que tener en cuenta en el diagnóstico diferencial de las cervicalgias y/o cefaleas. Una buena anamnesis e historia clínica, así como una RM cervical, nos puede dar el diagnóstico, evitando otras pruebas innecesarias a estos pacientes. Su evolución es benigna y suele responder al tratamiento conservador en la mayoría de casos.