El síndrome del cabello anágeno suelto (SCAS) es un tipo de alopecia infantil que se caracteriza por la extracción fácil y sin dolor de los cabellos. Describimos un caso típico de SCAS con el objeto de recordar este proceso benigno y autolimitado:
Niña de 4 años de edad, sin antecedentes personales ni familiares de interés, que acudió a nuestra consulta por presentar alopecia difusa y escaso crecimiento del cabello. Según la madre, la pérdida de cabello se había iniciado aproximadamente un mes antes sin ningún desencadenante identificado. Asimismo, refería que le cortaba el pelo a la niña con menos frecuencia que a sus otros hermanos, ya que apenas le crecía en longitud.
En la exploración física se observaba una niña sana, de pelo castaño, con una discreta disminución de la densidad del cabello en toda la cabeza y áreas localizadas de alopecia en la zona interparietal posterior (fig. 1). El cuero cabelludo presentaba apariencia normal. En la pilotracción se obtenían fácilmente entre 10 a 15 pelos sin causar dolor. El examen del cabello con el microscopio óptico demostró bulbos pilosos anormales, con curvatura de la raíz del pelo, acanalamiento de la parte distal del tallo y desflecamiento de la cutícula (fig. 2).
Nodl et al describieron el SCAS1 y lo identificaron como un cabello, débil, delgado, opaco e inmanejable. La mayoría de los casos son esporádicos, pero no es raro encontrar antecedentes familiares de la enfermedad. Presenta mayor prevalencia en el sexo femenino, con una proporción 6:12 respecto a los varones. La edad predominante de aparición oscila entre los 2 a 5 años de edad y, a pesar de su ubicación casi exclusiva en el cuero cabelludo, puede existir afectación de las cejas y el vello corporal3. Aunque se han publicado casos de SCAS en pacientes con síndrome de Noonan, coloboma, displasia ectodérmica, síndrome uña-rodilla y síndrome tricorrinafalángico4–6, habitualmente no se asocia con ninguna otra enfermedad.
Clínicamente se caracteriza porque los pacientes presentan un cabello fino, opaco y de longitud irregular, que crece a menor velocidad de lo normal. La zona occipital es la localización más comúnmente afectada; generalmente, la pérdida de cabello es difusa, pero a menudo genera parches de alopecia si se tracciona violentamente. Un hallazgo cardinal de la anamnesis, presente en el 50% de los casos, es la ausencia de dolor a la pilotracción7. La evaluación al microscopio óptico del cabello desprendido es un método rápido, sencillo y barato que permite la confirmación inmediata del diagnóstico. Se observa una alteración en el bulbo del pelo, con la raíz angulada respecto al eje del tallo piloso, acanalamiento proximal del tallo y desflecamiento de la cutícula en esa misma zona9.
Desde el punto de vista fisiopatológico se sabe que existe una débil adhesión del tallo piloso al folículo del pelo, pero se desconoce la causa exacta que lo justifica. Es posible que exista un defecto genético en las queratinas que se expresan en la vaina de la raíz del pelo8.
El diagnóstico diferencial debe hacerse fundamentalmente con el efluvio felógeno, la alopecia areata y la tricotilomanía. El efluvio felógeno cursa con una caída masiva y difusa del cabello a las pocas semanas o meses de que el niño haya sufrido algún stress físico o psíquico, y el análisis microscópico del cabello revela pelos en la fase fisiológica de caída del pelo, denominada telógena. La alopecia areata se caracteriza por la presencia de pelos peládicos o en signo de admiración en el seno de las zonas alopécicas, y, aunque se aprecian anomalías en el análisis microscópico del cabello, los hallazgos son distintos a los del SCAS. Por último, la tricotilomanía también tiene pelos de diferente longitud, pero la pilotracción es dolorosa y el análisis microscópico del pelo no revela enfermedad. Hay que tener en cuenta que muchos niños sanos pueden tener una pequeña proporción de cabellos anágenos sueltos, por lo que los datos clínicos del paciente son esenciales para el diagnóstico de certeza9.
No existe tratamiento para esta enfermedad. El proceso es benigno y en la gran mayoría de los casos tiende a la resolución espontánea a medida que el niño crece10.
En resumen, el SCAS es un tipo de alopecia infantil relativamente frecuente en nuestra población, de fácil diagnóstico clínico y microscópico. Dado su carácter benigno y autolimitado, es importante reconocerlo para evitar procedimientos diagnósticos y terapéuticos innecesarios. Tranquilizar a los padres acerca del proceso es esencial.