El síndrome del cabello en anágeno suelto (SCAS) o caída del pelo en anágeno, descrita por Nodl et al en 1986, es un tipo de displasia pilosa infantil1 caracterizada por la caída indolora del cabello en fase anágena (fase de crecimiento del pelo) a la mínima pilotracción, la presencia de alopecia difusa no cicatricial y un pelo frágil2,3. Presenta una mayor prevalencia en el sexo femenino (36:1)4, y aunque la mayoría de casos son esporádicos, existen casos familiares. Es un trastorno relativamente frecuente con una incidencia del 2 al 2,25 casos por millón al año4. Aparece en edades muy precoces (media de 2,8 años)4, y en la mayoría de casos la clínica mejora de forma espontánea al llegar a la adolescencia o la edad adulta. Su etiología es desconocida, se postula que deben existir alteraciones genéticas en las queratinas que se expresan en la cutícula del pelo terminal. Se ha asociado de forma esporádica al síndrome de Noonan, al coloboma y a la displasia ectodérmica5, entre otros síndromes. En ningún caso se han descrito alteraciones en las hormonas sexuales o tiroideas ni anemia asociada a este síndrome4.
La clínica se caracteriza por la presencia de un cabello fino, de tacto áspero, que crece a menor velocidad de lo normal3,4, con áreas de alopecia difusa no cicatricial más acentuadas en la zona occipital y parietal posterior. La pilotracción violenta puede generar un parche de alopecia. El test de pilotracción, que consiste en realizar un simple tirón de un mechón de cabellos, normalmente en el área temporal y ejerciendo una fuerza de moderada intensidad, en condiciones normales haría que se desprendieran 1 o 2 cabellos. Una pilotracción violenta en el SPAS puede generar extracción de 15 a 20 pelos incluso formación de un parche de alopecia. La mayoría de casos son niñas con el pelo rubio o claro4,6, y es un dato llamativo el hecho que la tracción capilar es indolora. El diagnóstico diferencial del SCAS se establece con las alopecias infantiles, entre otras: efluvio telógeno (afecta a ambos sexos, todas las edades y presenta un adelgazamiento capilar difuso), la tricotilomanía (ambos sexos, todas las edades y una morfología variable, con áreas de alopecia localizada con pelos cortos y de longitud irregular), la alopecia areata (afecta a ambos sexos, todas las edades, puede ser localizada o difusa, con placas alopécicas que albergan pelos en signo de admiración) y la alopecia androgenética4,6. Además, hay que tener en cuenta que en condiciones normales existe una pequeña cantidad de pelos en anágeno que caen y pueden quedar sueltos en el cabello: se desprenden a la pilotracción de igual modo que en el SPAS pero en menor número, por lo que no constituyen una situación patológica.
El diagnóstico del SCAS es fundamentalmente clínico. La analítica sanguínea o la biopsia cutánea del cuero cabelludo aportan poca información y son técnicas invasivas por lo que se desaconsejan en el diagnóstico de esta entidad. El estudio mediante microscopia óptica del cabello (tricograma)4,6,7 es un método rápido que contribuye a diagnóstico al apreciarse más del 90% de pelos en fase anágena, con la típica morfología del bulbo angulado o en maza, y la cutícula desflecada siguiendo una trayecto espiroideo alrededor del tallo piloso. No existen signos de tricotiodistrofia ni otras alteraciones capilares. Mediante la luz polarizada, se aprecian al trayecto «en sacacorchos» de la cutícula en la zona más proximal del bulbo piloso.
El síndrome del cabello en anágeno suelto es un proceso benigno que carece de tratamiento: en la mayoría de casos suele mejorar espontáneamente al llegar a la pubertad o la edad adulta4,6.
El caso clínico se trata de una niña de dos años de edad que presentaba desde los pocos meses de edad, caída difusa del cabello, con pelo escaso y frágil, con abundante caída asociada al cepillado, sin otras lesiones cutáneas asociadas. La madre refería antecedentes personales de esta misma clínica a la misma edad, que se resolvió progresivamente. En la exploración física se aprecia una niña sana, de pelo castaño claro, escaso, frágil, de tacto áspero, con presencia de una alopecia difusa no cicatricial de todo el cabello y áreas más marcadas de alopecia centroparietal, en ausencia de pelos en signo de admiración ni áreas fibrosas ni otras alteraciones en el cuero cabelludo (fig. 1). Entre las exploraciones complementarias, el test de pilotracción produjo la caída de 10 a 15 pelos terminales con mucha facilidad. El tricograma mostró la presencia de pelos terminales en fase anágena, con morfología de bulbo en maza y cutícula de morfología espiroidea en la mayoría de los cabellos estudiados (fig. 2A y B). La imagen de estos pelos bajo la luz polarizada resaltó la presencia de la cutícula en sacacorchos sin observarse otras alteraciones (fig. 2C). Se diagnosticó de síndrome del cabello en anágeno suelto, explicando la evolución y benignidad del proceso a los padres, y optando por la total abstención terapéutica. En los controles sucesivos, se observó una estabilidad clínica de la alopecia.
En conclusión, el SCAS es un tipo de alopecia infantil frecuente en la infancia, cuyo diagnóstico se basa en los hallazgos clínicos y en la que la microscopia óptica capilar o tricograma es una técnica sencilla, no invasiva, rápida y barata que contribuye al diagnóstico al mostrar hallazgos patológicos característicos. Ante una paciente de corta edad con fragilidad, escasez capilar y alopecia difusa, se debería realizar en primer lugar un test de pilotracción y un tricograma que pueden facilitar el diagnóstico de SCAS evitándose de esta forma exploraciones invasivas como la analítica sanguínea y la biopsia cutánea.