Escribimos con relación a las recientes recomendaciones sobre vacunación del CAV-AEP para 20171. El CAV-AEP recomienda la vacuna neumocócica conjugada tridecavalente (VNC13) en España, basándose en una mejor cobertura para los serotipos circulantes y un posible mayor impacto frente a la enfermedad neumocócica. Describe la gran efectividad de ambas VNC disponibles y la protección indirecta frente a serotipos vacunales. Mientras el CAV-AEP se manifiesta partidario del uso de la vacuna neumocócica conjugada con la proteína D de Haemophilus influenzae (PHiD-CV, citada en las recomendaciones como VNC10) cuando exista muy baja o nula circulación de serotipos 19A, 6A y 3 (no incluidos en PHiD-CV), consideramos que un análisis más detallado de la evidencia reciente no sustentaría esta aproximación.
Resulta complejo demostrar una mayor protección de una de las vacunas, dado que el número de serotipos neumocócicos incluidos (10 vs. 13) no constituye base suficiente para predecir su impacto global sobre la enfermedad2. En primer lugar, se han publicado datos controvertidos en la protección directa/indirecta frente al serotipo 32. Así pues, resulta discutible que todos los serotipos contenidos en las VNC induzcan la misma efectividad. Más aún, en niños vacunados con PHiD-CV se observó una protección frente al serotipo 19A, conferida por anticuerpos de reactividad cruzada frente a 19F contenido en dicha vacuna2, indicando que la protección cruzada puede cubrir serotipos relacionados con la vacuna. Por último, se ha notificado la aparición de enfermedad por reemplazo por tipos no vacunales de diferente magnitud2. En estudios observacionales se evidenció un impacto similar de ambas vacunas frente a la enfermedad neumocócica invasiva (ENI) global (efecto sobre serotipos vacunales, relacionados con los vacunales y no vacunales) en el grupo etario vacunado2. En consecuencia, según se ha publicado, el impacto global de una determinada VNC frente a la ENI, neumonía u otitis media aguda no debe basarse exclusivamente en el contenido de serotipos2,3.
Podría haber diferencias potenciales en el impacto de PHiD-CV, en comparación con VNC13, frente a la ENI causada por 19A en la población no vacunada. Sin embargo, el análisis de las variaciones en la protección indirecta de las VNC frente a la ENI global no resulta sencillo, porque no existen datos comparativos directos entre ambas vacunas y tampoco se pueden comparar los resultados debido a las diferencias (en epidemiología, cobertura vacunal y catch-up) entre los países2.
Una reciente revisión sistemática sobre la hospitalización y mortalidad por neumonía, ENI o meningitis en <5 años en Latinoamérica concluyó la falta de evidencia de superioridad de una vacuna sobre la otra4. Muchos países han considerado que ambas vacunas resultan idóneas para su uso en los programas nacionales de vacunación (en 2016-2017 más de 50 programas nacionales de vacunación incluyen PHiD-CV). Es más, países como Bélgica, regiones de Suecia y Nueva Zelanda han sustituido VNC13 por PHiD-CV. Consideramos que debería realizarse un análisis más completo de los datos disponibles en la actualidad y esperamos que las futuras recomendaciones se realicen a la luz de estos datos.
FinanciaciónGlaxoSmithKline Biologicals SA financió todos los gastos relacionados con la redacción de esta carta.
Autoría/colaboracionesTodos los autores participaron en la elaboración de esta carta y en su revisión crítica, aportando contribuciones intelectuales importantes. Todos los autores emitieron su aprobación final antes de enviar la carta. Los autores están de acuerdo y se responsabilizan de todos los aspectos del trabajo y garantizan que toda pregunta relacionada con la exactitud o integridad de cualquier apartado del mismo recibirá la investigación y solución pertinentes.
Conflicto de interesesMM, JN y SCA son empleados del grupo de compañías GSK y poseen acciones del grupo de compañías GSK.
Los autores expresan su agradecimiento, en nombre de GSK a la plataforma Business & Decision Life Sciences por su apoyo editorial y en la coordinación del manuscrito. Grégory Leroux coordinó el desarrollo de la carta y ofreció ayuda editorial.