Con relación al original publicado por Rivas García et al. sobre la hiperfrecuentación en urgencias, queda claro que nos encontramos ante una problemática en la asistencia pediátrica urgente que requiere respuesta1. Presentamos el trabajo realizado en nuestro hospital por las aportaciones que pueda proporcionar.
Este estudio se ha llevado a cabo en un hospital terciario, con un menor tamaño muestral que el citado anteriormente, y tiene como objetivo principal conocer las características de los pacientes que reconsultan en urgencias de pediatría. Esta revisión se centra en aquellos que repiten consulta en un plazo de tiempo inferior a 72h en el contexto de un mismo proceso, siendo este criterio, uno de los principales indicadores de la calidad de la atención prestada en servicios de urgencias2. Secundariamente se pretende detectar posibles errores de actuación por el personal sanitario que pudieran motivar la reconsulta.
Para ello se revisaron los episodios correspondientes a los 180 niños que reconsultaron en nuestra unidad de urgencias durante el mes de julio de 2015. Se registraron 3.058 episodios durante este mes, de los cuales 381 correspondían a los 180 pacientes que reconsultaron (12,46%). La edad media de los pacientes fue de 3,8 años, suponiendo los menores de 3 años el 59,4%.
Los motivos de consulta más habituales fueron la fiebre, los síntomas gastrointestinales y la enfermedad respiratoria. Y los diagnósticos más frecuentes: fiebre sin foco, gastroenteritis aguda e infección respiratoria.
Un 61,1%, acudieron por persistencia de la misma sintomatología; el 11,7% consideraron que había un empeoramiento clínico del niño, el 6,7% acudieron por reconocimiento de signos de alarma indicados previamente, el 10% para revisión concertada desde urgencias y el 10% derivados por su pediatra. Cerca del 80% no acudieron a su centro de salud antes de reconsultar en urgencias.
La segunda visita se asocia a un incremento de las pruebas complementarias (41,9% en la primera visita frente al 49,7% en la segunda) y una tasa de ingreso el doble de la media de la unidad (14%).
Revisando la clínica y la exploración se puede considerar que hubo un empeoramiento respecto a la primera visita en el 24,4% de los casos. En el resto no hubo cambios clínicos importantes o incluso habían presentado una buena evolución.
Por tanto, este trabajo confirma lo publicado en trabajos anteriores1,3; los niños que reconsultan en urgencias de pediatría suponen un porcentaje importante, y la mayoría son atendidos por persistir la sintomatología a pesar de tratarse de procesos banales. Sin embargo, no acuden a su centro de salud antes de reconsultar en urgencias.
Luaces Cubells en su editorial4 invita a una primera reflexión. ¿Por qué ocurre? Esta revisión, descarta que se hayan producido errores importantes durante la primera visita en urgencias, que puedan justificar la reconsulta. El único posible error detectado mediante la revisión de los informes, ha sido la falta de constancia por escrito de información sobre la probable evolución del proceso durante la primera visita. Es preciso, por tanto, que los profesionales implicados en la asistencia y gestión en el ámbito de la atención urgente, sigamos reflexionando y proponiendo nuevas acciones de mejora.