Sr. Editor:
Las intoxicaciones accidentales constituyen un motivo de consulta relativamente frecuente en nuestro medio representando el 0,3-0,4 % del total de urgencias hospitalarias. La máxima incidencia afecta al grupo de edad de los menores de 5 años1.
La causa más frecuente de intoxicación en la infancia son los fármacos, seguida de los productos del hogar. Dentro de éstos los más frecuentemente implicados fueron los cáusticos y los cosméticos1.
En el período de un mes hemos atendido en nuestro servicio de urgencias a 3 lactantes a los que, accidentalmente, se les había realizado un lavado nasal con una solución jabonosa comercializada en envases de 5 ml. En los 3 casos el origen de la intoxicación fue la confusión de dicho envase con una ampolla de suero fisiológico utilizada habitualmente para realizar lavados nasales en la edad pediátrica (fig. 1). En todos los casos el envase de solución jabonosa procedía de canastillas distribuidas gratuitamente a las madres en centros de la red sanitaria.
Figura 1. Comparativa entre los envases de solución jabonosa y suero fisiológico.
Las edades de los pacientes estaban comprendidas entre los 51 días y los 4 meses de vida. A su llegada a urgencias dos de los pacientes se encontraban asintomáticos habiendo presentado en ambos casos un episodio de atragantamiento con abundantes secreciones inmediatamente después de la realización del lavado nasal con la solución jabonosa. El tercer paciente acudió a urgencias tras un episodio de pausa de apnea con cese de esfuerzo respiratorio y cianosis perioral. En una primera exploración se objetivó cianosis facial y abundantes secreciones en fosas nasales y cavidad oral. Durante su estancia en urgencias realizó varios episodios de desaturación y bradicardia por lo que se decidió ingreso en UCI para monitorización, permaneciendo hemodinámicamente estable, sin precisar medidas de soporte respiratorio.
Aunque los jabones se incluyen dentro de los productos de baja toxicidad2 y las intoxicaciones por productos del hogar en general son consideradas intoxicaciones menores, no debemos olvidar que ningún producto es completamente seguro y su administración en cantidades suficientemente altas puede provocar repercusiones sistémicas3. En el caso de la intoxicación por jabón por vía inhalatoria el principal riesgo reside en su paso a la vía aérea pudiendo desencadenar una neumonitis química4.
Los referidos casos de intoxicación registrados en nuestro hospital se comunicaron a las autoridades competentes que emprendieron una serie de medidas entre las cuales se incluyó la retirada inmediata del producto en su presentación de 5 ml por incumplimiento del artículo 4 del Real Decreto 1599/1997, de 17 de octubre sobre productos cosméticos, modificado por los Reales Decretos 2131/2004, de 29 de octubre y 209/2005, de 29 de febrero que hace referencia a las normas de presentación y etiquetado de tales productos5.
Con el presente artículo se pretende llamar la atención sobre la importancia de las medidas de prevención primaria como principal arma para combatir las intoxicaciones accidentales en la infancia, ya que al igual que ocurre con el resto de accidentes infantiles, son susceptibles de prevención en un 90 % de los casos6. Estas medidas deben ir referidas sobre todo a un almacenamiento seguro en el hogar de aquellos productos potencialmente tóxicos y al desarrollo de dispositivos que eviten o dificulten el acceso del niño al producto, como por ejemplo la comercialización de envases con tapones de seguridad. Sin embargo, en el caso que nos ocupa, la causa de la intoxicación fue una incorrecta manipulación derivada de un erróneo etiquetado y envasado del producto.
Correspondencia: Dra. P. Vázquez López.
Hospital General Universitario Gregorio Marañón.
Máiquez, 9. 28007 Madrid. España.
Correo electrónico: paulavazquez47@hotmail.com