Los patinetes eléctricos son una forma cada vez más popular de vehículo recreativo entre los niños, y son vehículos de movilidad personal entre adultos carentes aun de legislación sobre seguridad. El impacto del mismo tras caídas accidentales puede provocar lesiones graves, especialmente en regiones anatómicas sin protección o donde no alcance la misma1. Una posible región afectada es la cervical; la morbimortalidad asociada a este tipo de traumatismos obliga a descartar lesiones de forma precoz mediante pruebas de imagen para evitar complicaciones2,3.
Presentamos un caso de traumatismo cervical anterior en un niño de 8 años tras impacto directo con el manillar del patinete. Acude a urgencias por dolor cervical, disfonía, enfisema subcutáneo cervical anterior y lesión cutánea circular (fig. 1a). Ante la sospecha de afectación de la vía aérea superior, se realiza TAC cérvico-torácico (fig. 1b) y fibrobroncoscopia, objetivándose lesiones sugestivas de fractura laringotraqueal. Ingresa en la UCI-P recibiendo cobertura antibiótica, analgesia y corticoterapia, manteniendo estabilidad clínica. Se realizan fibroscopias de control a los 3 y 10 días (figs. 2a y b), con mejoría de las lesiones, persistiendo disfonía sospechándose luxación aritenoidea izquierda, interviniéndose al mes mediante microcirugía endolaríngea. Se realiza exéresis parcial de aritenoides izquierdo, hemostasia con lentina, corticoterapia, antibioterapia y reposo vocal posterior, reinterviniéndose a los 2 meses por neoformación laríngea. Presenta disfonía post-traumática tras 3 meses y controles frecuentes.
Debemos aconsejar con estos vehículos usar sistemáticamente cascos homologados y protecciones, cumplir las normas de seguridad y evitar su uso en menores de 16 años.