El manuscrito1 titulado «Recomendaciones sobre el diagnóstico y tratamiento de la infección urinaria» ha recibido una cuarta réplica en formato carta al editor. De nuevo, agradecer las sugerencias y reflexiones de todos los pediatras para mejorar la calidad de un manuscrito que, en noviembre de 2020, ya ha recibido más de 120.000 visitas en Anales de Pediatría, desde su publicación en junio de 2019.
En dicho documento, recomendamos que, ante la sospecha clínica de infección del tracto urinario (ITU) en niños no continentes: «puede realizarse un despistaje inicial con sistemático y/o sedimento de orina recogida mediante bolsa perineal, sin necesidad de cambiar la bolsa cada 30min, pues esta muestra no se enviará a cultivar en ningún caso». Esta sugerencia se basa en la elevada tasa de contaminación de los cultivos cuya orina se ha recogido mediante bolsa, incluso en las mejores condiciones de esterilidad2,3.
Siguiendo nuestras indicaciones, Lorente Romero et al.4 han llevado a cabo un estudio de cohortes comparando los resultados de los análisis de orina cambiando la bolsa cada 30min frente a los obtenidos manteniendo la bolsa hasta obtener micción. En el primer grupo, analizado en 2018, el 26% presentaron alteraciones en la orina que justificaron la realización de un sondaje vesical, frente a solo un 14% en el segundo grupo (p=0,014), que fue analizado en 2019. No existieron diferencias en el resultado posterior de los cultivos.
Destaca también que, en el segundo grupo, el principal motivo para solicitar una analítica de orina fue la presencia de fiebre. Tal y como recomendamos en nuestro documento1, en ausencia de fiebre la sospecha de ITU en lactantes debe ser baja. Otros síntomas en menores de 2 o 3 años no son específicos de ITU y pueden deberse a otros procesos, que deberían ser descartados antes de sospechar una posible ITU. En la cohorte de 2018, en un 33% de los casos se solicitó un estudio de orina por causas diferentes a la fiebre, por solo un 17,5% en la cohorte de 2019.
Parece lógico pensar que la manipulación intermitente del área urogenital cada 30min podría facilitar la alteración de los resultados del sistemático de orina y sedimento, aunque solo fuera por la irritación que los cambios de bolsa generan en la piel del área perineal. Se trata de una práctica inapropiada que además puede generar iatrogenia y necesidad de pruebas diagnósticas innecesarias, por lo que coincidimos plenamente con la sugerencia de Lorente Romero et al.4 sobre eliminar dichos cambios en nuestra práctica clínica diaria.
FinanciaciónLos autores declaran no haber recibido financiación para la realización de este trabajo.
Roi Piñeiro Pérez (SEIP y CM-AEP), María José Cilleruelo Ortega (SEIP), Josefa Ares Álvarez (SEIP), Fernando Baquero-Artigao (SEIP), Juan Carlos Silva Rico (SEPEAP), Roberto Velasco Zuñiga (SEUP), Leticia Martínez Campos (SEIP y SEPHO), Begoña Carazo Gallego (SEIP), Antonio José Conejo Fernández (SEIP), Cristina Calvo Rey (SEIP y CM-AEP), Santiago Alfayate Miguélez (SEIP), Alicia Berghezan Suárez (SEIP), César García Vera (participante sin sociedad asignada), Juan José García García (SEPHO), Marisa Herreros Fernández (SEUP) y Carlos Rodrigo Gonzalo de Liria (SEIP).