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Vol. 71. Núm. 5.
Páginas 476-477 (noviembre 2009)
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Niño de 9 años con traquioniquia: buena respuesta al tratamiento con apósitos ungueales
A 9 year-old child with trachyonychia: A good response with nail plate dressings
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S. Arias-Santiago
Autor para correspondencia
salvadorarias@hotmail.es

Autor para correspondencia.
, M.A. Fernández-Pugnaire, H. Husein El-Ahmed, M.S. Girón-Prieto, R. Naranjo Sintes
Servicio de Dermatología, Hospital Clínico San Cecilio, Granada, España
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La traquioniquia es un trastorno de lámina ungueal que se caracteriza por un aumento de las estriaciones longitudinales que provoca un tacto áspero, depresiones y pitting, lo que da un aspecto final de uñas deslustradas con pérdida de brillo y distróficas. Se trata de un signo clínico que se puede observar de forma aislada o en el contexto de otras enfermedades ungueales y cutáneas. En el síndrome de las 20 uñas esta afectación se presenta en todas las uñas, aunque se han descrito algunas variantes con afectación exclusiva de las uñas de las manos. En general, comienza en la infancia o adolescencia y con similar afectación en ambos sexos, aunque puede ser aparente al nacimiento y progresar lentamente1.

Se presenta el caso de un varón de 9 años que consultaba por distrofia de las uñas de ambas manos de 6 meses de evolución. No refería molestias locales, pero sus padres insistían en el aspecto estético. No había presentado ninguna otra lesión cutánea y no tenía antecedentes familiares o personales de interés. Las uñas de los pies no estaban afectadas. A la exploración, se observaba en todas las uñas de las manos aumento de las estriaciones longitudinales, con pérdida del brillo, depresiones cupuliformes, deslustramiento de la lámina ungueal más acentuado en los 3 primeros dedos de ambas manos y coiloniquia en los dedos pulgares (fig. 1). No mostraba ninguna otra lesión cutánea ni mucosa. Se realizó un estudio analítico completo que incluyó hemograma, bioquímica, serología para virus de la hepatitis y autoanticuerpos, sin que se revelaran anomalías significativas.

Figura 1.

Aspecto clínico de las lesiones ungueales al diagnóstico, donde se observan estriaciones longitudinales, con pérdida del brillo, pitting y deslustramiento de la lámina ungueal que permitió el diagnóstico de traquioniquia.

(0.2MB).

Con el diagnóstico clínico de traquioniquia se inició tratamiento con biotina (20mg/día) durante 2 meses, sin respuesta adecuada. Se pautó entonces tratamiento con apósitos ungueales (lámina ultradelgada con capa adhesiva con ácido láctico, dióxido de silicio, acetilacetonato de aluminio y copolímero ácido acrilicoacetato de vinilo, Finevin® uno por semana, con mejoría apreciable a partir de los 3 meses y más evidente a partir de los 6 meses (fig. 2).

Figura 2.

Aspecto clínico de las uñas tras 6 meses con tratamiento con apósitos ungueales con importante mejoría de las lesiones.

(0.15MB).

La distrofia de las 20 uñas se caracteriza por ser un proceso asintomático, de causa desconocida, que suele comenzar en la infancia, afecta a niños y niñas con una frecuencia similar y es menos habitual en adultos. Suele ser bilateral y simétrica, y afecta a todas las uñas de manos y pies en la mayor parte de las ocasiones. Se han publicado algunos casos familiares con herencia autosómica dominante. Apenas se han descrito unos 50 casos en la literatura médica2; sin embargo, es posible que su frecuencia esté infraestimada porque en muchas ocasiones no se asocia con otras lesiones cutáneas y puede pasar desapercibida para padres y pediatras no acostumbrados a valorar enfermedad ungueal en niños.

Se puede asociar a otras enfermedades3–6 cutáneas y hematológicas, como alopecia areata, liquen plano, pénfigo vulgar, psoriasis, incontinencia pigmenti, vitiligo, ictiosis, coiloniquia, eccema, púrpura trombocitopénica, anemias hemolíticas, síndromes con poliendocrinopatías, o bien ser idiopática. Algunos autores la consideran una forma de liquen plano ungueal, y es necesario distinguirla de la forma clásica y de la atrofia idiopática de las uñas7.

Se caracteriza por un aspecto deslustrado de la lámina ungueal, que se vuelve más opaca y rugosa y da la impresión de que se han lijado longitudinalmente. La biopsia longitudinal8 de la lámina ungueal puede mostrar signos histológicos de liquen plano, psoriasis o eccema pero en general no se suele hacer por tratarse de un proceso benigno, y por el riesgo que conlleva una distrofia ungueal permanente.

No existe ningún protocolo terapéutico establecido: en casos en los que se demuestran signos histológicos de liquen plano se han publicado buenos resultados con acetónido de triamcinolona (0,5–1mg/kg intramuscular cada 30 días durante 3–6 meses)7. En otras ocasiones, se han tratado con biotina a dosis de 20mg/día, PUVA9, corticoides tópicos o griseofulvina10. En nuestro caso decidimos iniciar tratamiento local con apósitos ungueales con muy buena respuesta a los 6 meses.

Presentamos un nuevo caso de traquioniquia idiopática en la infancia con afectación de las 10 uñas de las manos asociada a coiloniquia de los pulgares y con excelente respuesta al tratamiento. A pesar de la resolución espontánea (de 4 a 6 años) en el transcurso del seguimiento8, creemos que se debería iniciar tratamiento cuando los padres/pacientes estén muy preocupados por el aspecto estético. En estos casos, los apósitos oclusivos son una buena alternativa exenta de efectos secundarios, si bien serían necesarios estudios controlados y aleatorizados para demostrar si realmente son eficaces.

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