Presentamos el caso de una paciente de 14 años, sin antecedentes ni enfermedades de interés, que consultó por hiperemia conjuntival bilateral (fig. 1) y lesiones ampollosas dolorosas de 24 h de evolución, de 3cm de diámetro, en labios, paladar blando y encías (fig. 2). Estaba afebril y negaba ingesta farmacológica.
En la analítica sanguínea por sospecha de erupción mucocutánea infecciosa reactiva se detectó leve neutrofília, proteína C reactiva de 18,5mg/L, con IgM e IgG positivas para Mycoplasma pneumoniae. El aspirado nasofaríngeo con reacción en cadena de la polimerasa fue negativo para M. pneumoniae, Chlamydia pneumoniae, gripe y otros virus.
Por dolor y rechazo de la ingesta, se la ingresó para analgesia y sueroterapia. Una IgM aislada no permite el diagnóstico de infección por Mycoplasma, porque puede permanecer elevada durante meses1. Sin embargo, la reacción en cadena de la polimerasa negativa en aspirado nasofaríngeo no descarta esta etiología (sensibilidad del 45-56%)1. Dada la ausencia de diagnóstico alternativo y ante cuadro compatible, se inició azitromicina oral a 10mg/kg y metilprednisolona (40mg/día) durante 5 días.
Durante el ingreso, la paciente presentó lesiones en diana con halo eritematoso en tórax y espalda (fig. 3). Por queratitis puntiforme difusa, se inició tratamiento con pomada oftálmica de corticoide y antibiótico, con excelente evolución.
El exantema mucocutáneo inducido por M. pneumoniae se caracteriza por una mucositis intensa que afecta predominantemente a la cavidad oral, a la conjuntiva y a la mucosa genital. En la actualidad, se considera una entidad independiente al síndrome de Stevens-Johnson o necrólisis epidérmica tóxica por su etiología, su tratamiento y su excelente pronóstico2,3. En el caso presentado, la sospecha diagnóstica era alta por epidemiología, clínica compatible y evolución favorable tras iniciar el tratamiento, junto con las serologías.
FinanciaciónEste trabajo no ha recibido financiación alguna.
Conflicto de interesesNo existen conflictos de interés.