Morganella morganii es una bacteria presente en la flora fecal1 causante como otras enterobacterias de infección urinaria y, en menor medida, de otras infecciones en la esfera ginecológica o la herida quirúrgica. Ocasionalmente se ha relacionado con la artritis séptica, especialmente en pacientes de avanzada edad y con enfermedades de larga evolución2,3. Se comunica el caso de un niño de 2 años que presentó cojera, fiebre y signos flogóticos de rodilla derecha en ausencia de patología previa en quien se aisló M. morganii en cultivo de líquido articular.
Se trata de un niño de 23 meses de raza árabe que acudió a urgencia hospitalaria en su país de origen (Marruecos) —donde llevaba 7 días— por fiebre, tumefacción, dolor e impotencia funcional de 48h de evolución en miembro inferior derecho sin referir traumatismo o alteración articular previa. En la analítica sanguínea se apreció leucocitosis de 16.500/μl con 65% de neutrófilos y 515.000 plaquetas sin datos sobre reactantes de fase aguda. En la ecografía de rodilla se objetivó derrame articular global; se le citó para artrocentesis 24 h más tarde y se pautó cefaclor oral como tratamiento de inicio, emplazándole para reevaluación ambulatoria posterior. Tras la evacuación de derrame, se produjo alivio sintomático que permite deambulación y regreso a su lugar de residencia en España 3 días más tarde tras la desaparición de cojera, etiquetándose en aquel lugar de artritis infecciosa sin considerar otras infecciones concomitantes. A las 60 h de comienzo de tratamiento presentó de nuevo hinchazón articular, por lo que acudió a urgencia pediátrica de hospital de referencia, donde se realizaron pruebas complementarias con los siguientes resultados: hemograma 18.250 leucocitos/μl sin predominio específico; PCR 0,1 mg/dl artrocentesis: 125.000 leucocitos/μl con 95% de neutrófilos y presencia de escasos bacilos gramnegativos a la microscopia. Se indica ingreso hospitalario y tratamiento con cefotaxima por vía intravenosa. A las 36 h de realizar la punción articular se recibieron resultados microbiológicos de la artrocentesis realizada en Marruecos, que informaban como cultivo puro de Proteus (Morganella) morganii sensible a betalactámicos y aminoglucósidos. No se realizaron estudios ulteriores de resistencia antibiótica. Tinción de Ziehl y hemocultivo negativos. Mantoux: 0mm. El paciente experimentó gran mejoría desde comienzo de antibioterapia por lo que al 4.° día se le da alta a domicilio, sustituyendo cefotaxima por cefuroxima oral durante 10 días más, tras conocer resultado negativo del cultivo articular en España, probablemente por uso previo de antibiótico en Marruecos.
M. morganii es un microorganimo gramnegativo perteneciente a la familia Enterobacteriaceae. Aislado por Morgan en 1906, inicialmente denominado Bacillus morganii, fue considerado durante un largo periodo perteneciente al género Proteus, del que taxonómicamente se desvinculó merced al estudio de ADN4 bacteriano. Es capaz de desarrollar una betalactamasa inducida gracias al gen AmpC, lo que le confiere la propiedad de multirresistencia antibiótica5. Se trata de una bacteria oportunista que provoca brotes de infección nosocomial (generalmente urinaria) o episodios infecciosos aislados en las áreas quirúrgica, ginecológica y en recién nacidos6, de igual manera puede dar lugar a artritis séptica7, preferentemente en individuos con determinadas circunstancias predisponentes. En la infancia, M. morganii es responsable de un mínimo porcentaje de infecciones urinarias en niños con uropatía o enfermedad renal previas y, en los últimos años, se han comunicado varios casos de sepsis neonatal de inicio precoz6,8, algunos agrupados en forma brote epidémico, como recogen Dutta et al.6, y otros relacionados directamente con otros factores de riesgo, como la prematuridad y la resistencia antibiótica5,6.
La artritis mono o poliarticular por M. morganii acompaña habitualmente a diversas condiciones individuales que aumentan el riesgo de asociación, de las cuales la diabetes2,3, la patología oncológica y la edad elevada7 son las más relevantes. La bacteriemia causante de la infección suele proceder de foco urinario7,9 (cateterización vesical, pielonefritis aguda, litiasis renal complicada). Las enterobacterias (Escherichia, Serratia, Proteus) y otros gramnegativos se han visto implicados de modo creciente en las últimas 2 décadas en la génesis de artritis sépticas10. En cuanto al tratamiento2,7 para la erradicación de M. morganii, las cefalosporinas de tercera o cuarta generación suelen ser de elección, acompañadas según algunos autores por aminoglucósidos de modo sinérgico11, exceptuando las situaciones en las que se objetive presencia de ß-lactamasas tipo AmpC, en donde el arsenal terapéutico se verá reducido a fluoroquinolonas, carbapenemes o los propios aminoglucósidos1 (amikacina); también podría considerarse adicionar a la terapia la aplicación de lavados articulares3,7. El pronóstico de la infección será tanto más sombrío cuantos más factores predisponentes se sumen a la infección articular, por ejemplo, enfermedad de base o senectud, si bien cabe destacar la evolución fatal que ha acompañado a neonatos con diagnóstico de sepsis neonatal precoz por M. morganii secundaria a transmisión vertical5,8.
El interés de esta comunicación radica en que se trata de un caso infrecuente según lo referido en la literatura en cuanto a artritis séptica por M. morganii (aunque no se puede excluir al 100% la posibilidad de participación de otras bacterias) en la infancia en ausencia de circunstancias predisponentes o factor desencadenante.