Pseudomonas oryzihabitans (P. orizyhabitans) es un patógeno ocasionalmente implicado en infecciones, en pacientes inmunodeprimidos o portadores de material extraño (catéteres venosos y otros dispositivos)1–3. Presentamos un caso de meningitis por P. oryzihabitans recientemente diagnosticado en nuestro centro.
Paciente de 4 años, ingresada por politraumatismo secundario a atropello, con diagnóstico de fractura temporal izquierda y de base de cráneo, y contusión hemorrágica del lóbulo temporal izquierdo. Durante su ingreso, presentó otolicuorrea izquierda, aparentemente resuelta durante su estancia. A los 3 meses reingresó por un cuadro de meningitis neumocócica que fue tratado con cefotaxima y vancomicina, y se constató la persistencia de fístula de líquido cefalorraquídeo (LCR), intervenida quirúrgicamente, realizándose sellado de la misma por vía mastoidea. A los 2 meses, la fístula persistió y la paciente fue reintervenida por fractura diastásica desde el hueso temporal a la mastoides, y defecto extenso de duramadre. Se realizaron una craneotomía temporal y el sellado del defecto óseo.
Durante el postoperatorio presentó deterioro del nivel de consciencia y fiebre, por lo que se realizó una tomografía axial computarizada craneal, que mostró un aumento de tamaño del sistema ventricular en probable relación con meningitis-ventriculitis y requirió la colocación de un sistema de drenaje ventricular externo. En el cultivo del LCR se aisló Staphylococcus aureus resistente a meticilina, por lo que recibió tratamiento con vancomicina y posteriormente linezolid, y se procedió a la sustitución del catéter de drenaje. En la evolución presentó, de nuevo, deterioro del nivel de consciencia, por lo que se realizó estudio del LCR, que presentaba características citobioquímicas compatibles con nuevo episodio de meningitis (leucocitos 917 cél/μL, 58% leucocitos polimorfonucleares, proteínas 116mg/dL, glucosa 51mg/dL). En el cultivo se aisló P. orizyhabitans, se inició tratamiento con meropenem por vía intravenosa y amikacina intratecal, y se cambió el catéter de drenaje, con mejoría clínica progresiva. Tras completar el tratamiento antibiótico, se implantó una válvula de derivación ventriculoperitoneal, sin presentar complicaciones infecciosas en el año siguiente.
P. oryzihabitans es un bacilo gramnegativo no fermentador, catalasa positivo y oxidasa negativo, que crece formando colonias amarillas características. Aunque actualmente se encuadra en el género Pseudomonas, anteriormente ha sido denominado como Chromobacterium typhiflavum, Flavimonas oryzihabitans o CDC Group ve-24. Es un microorganismo ambiental que se encuentra en la tierra y ambientes húmedos1,2. También ha sido aislado en el hospital en lavabos y equipos de terapia respiratoria, y han sido estas superficies ambientales las implicadas en la adquisición nosocomial de la infección1-3. Desde 1977 se han comunicado casos aislados de bacteriemia relacionada con catéter1,2,5, peritonitis en pacientes sometidos a diálisis peritoneal ambulatoria, traumatismo o cirugía reciente y absceso cerebral6, especialmente en pacientes inmunodeprimidos3,7. Aunque la mayoría de los casos son de adquisición nosocomial, también se han descrito infecciones adquiridas en la comunidad, concretamente infecciones de partes blandas8,9. En la búsqueda bibliográfica realizada tan solo hemos encontrado un caso de «seudomeningitis» por P. oryzihabitans, que los autores atribuyen a una infección del LCR secundaria a una punción lumbar previa10. La infección suele tener una evolución favorable con tratamiento adecuado; P. oryzihabitans generalmente es sensible a cefalosporinas de tercera generación, piperacilina, aminoglucósidos y quinolonas. El tratamiento debe realizarse al menos durante 2 semanas y la monoterapia suele ser eficaz1,7. No está claro si la retirada del catéter es siempre necesaria para el control de la infección, dada la evolución favorable de muchos de los casos comunicados manteniendo el catéter2,3. En nuestro caso, el catéter de drenaje ventricular externo fue retirado, pero no podemos afirmar que este fuera el origen de la infección, pues no se realizó cultivo del mismo.
Aunque la infección por P. oryzihabitans es una infección excepcional en la edad pediátrica, queremos recordar que los pacientes portadores de catéter de derivación externa pueden presentar infecciones por microorganismos poco habituales, por lo que es importante recoger muestras para el cultivo tanto de LCR como del propio catéter tras su retirada para realizar un tratamiento antibiótico dirigido.