Niña de 14 años, con antecedentes personales de adenoidectomía y soplo sistólico, que acude al servicio de urgencias por dolor en hemiabdomen derecho continuo, de 4 meses de evolución, acompañado de náuseas y vómitos ocasionales, astenia, edemas y parestesias en miembros inferiores. En la exploración, presentaba un abdomen levemente distendido, doloroso en el hemiabdomen derecho, sin peritonismo y sin palparse masas ni visceromegalias. Pulsos periféricos conservados.
En la analítica, solo destacaban leucocitosis (15.100/μ) y desviación izquierda (88%). Bioquímica sanguínea, serologías, parásitos en heces y coprocultivo, negativos.
La tomografía computarizada abdominal mostró una lesión quística de baja densidad en el retroperitoneo, con diagnóstico diferencial de linfocele, absceso o lesión tumoral (fig. 1). La resonancia magnética determinó una lesión retroperitoneal de 17×43×53mm, de características solidoquísticas, a nivel de vértebras L5-S1, próxima a la bifurcación aórtica, indicando una tumoración de origen vascular (linfangioma quístico) o neural (fig. 2).
Se interviene quirúrgicamente, tras obtener el consentimiento de los padres, confirmando una tumoración multiquística en región retroperitoneal y adyacente a los vasos ilíacos, realizándose exéresis completa.
El postoperatorio cursó sin complicaciones, con alta a los 5 días y permaneciendo asintomática tras año y medio.
El resultado anatomopatológico fue de linfangioma quístico de 6,5×6×2cm. El linfangioma quístico es un tumor benigno de los vasos linfáticos, infrecuente y propio de la infancia. Menos del 5% son intrabdominales1. La clínica suele ser inespecífica2, pudiendo aparecer síntomas secundarios a la compresión de estructuras adyacentes, como ocurrió en nuestro caso3. El tratamiento es quirúrgico, con buen pronóstico si la resección quirúrgica es completa y precoz4.