Un niño de 11 años de origen africano consultó por máculas en la lengua de 2 años de evolución. El paciente se encontraba asintomático y no había sufrido ningún traumatismo, no tomaba fármacos ni tenía antecedentes familiares de cáncer. En la exploración mostró múltiples máculas marronáceas de 1mm de diámetro, localizadas en las papilas de la punta de la lengua (fig. 1). No se detectó hiperpigmentación a otros niveles. La dermatoscopia mostró múltiples proyecciones marronáceas con vasos divididos en su base (fig. 2). Dada la localización, la dermatoscopia característica y la falta de síntomas sistémicos se diagnosticó de papilas fungiformes pigmentadas de la lengua (PFPL) sin necesidad de biopsia1,2.
La PFPL es una entidad benigna y poco conocida, comunicada más frecuentemente en individuos de raza negra y fototipos altos1,3. Las lesiones se localizan típicamente en la punta o zonas laterales de la lengua. La hiperpigmentación es exclusiva de estas papilas y generalmente aparece durante la niñez y no progresa2. El diagnóstico diferencial incluye enfermedad de Addison, síndrome de Peutz-Jeghers, lengua negra vellosa, mácula melanótica y nevus melanocítico1. Los pediatras y dermatólogos pediátricos deben tener presente esta entidad, en la que el diagnóstico clínico es suficiente para evitar pruebas complementarias invasivas.