Lactante mujer de 2 meses de edad, sin antecedentes familiares ni personales de interés. Ingresó por bronquiolitis. En la exploración se objetivó una lesión en la lengua, refiriendo los padres 20 días de evolución y nula respuesta al tratamiento con miconazol tópico.
Seguía alimentación materna exclusiva. No ingesta de fármacos.
La exploración reveló una lesión marronáceo-verdosa de aspecto velloso, por hipertrofia de papilas, de bordes irregulares, localizada en la parte dorsal y central de la lengua, respetando tercio anterior y posterior y bordes linguales (fig. 1). No presentaba otras lesiones bucales ni cutáneas. Fue diagnosticada de lengua vellosa negra (LVN). Los cultivos bacterianos y fúngicos fueron negativos y se inició tratamiento tópico con urea-10% con buena evolución (fig. 2).
La LVN es una patología benigna y autolimitada, poco frecuente en pediatría, que se caracteriza por hipertrofia de las papilas filiformes linguales con importante acumulación de queratina, otorgándole el aspecto velloso1. La coloración puede variar entre negra, marrón, verde, amarilla, o blanca y se atribuye a la proliferación de bacterias cromógenas en relación con ciertos factores precipitantes entre los que destacan el tabaco, el alcohol, el té, el uso de antibióticos tópicos y sistémicos, distintas causas que inducen sequedad de boca (respiración oral, deshidratación, hiposalivación, etc.), la mala higiene bucal y la radioterapia2. Su prevalencia varía entre el 0,5 y el 11%, aumentando con la edad, debido a la mayor presencia de factores desencadenantes, existiendo pocos casos pediátricos descritos3. Hay que distinguirla de la simple pigmentación de la lengua, en las que no existe hipertrofia papilar ni hiperqueratosis, del Muguet (infección candidiásica) y de la leucoplaquia oral vellosa (generalmente, en pacientes positivos frente al virus de la inmunodeficiencia humana)4. Aunque puede resolverse espontáneamente, se recomienda como tratamiento evitar los factores precipitantes, una buena higiene bucal y en algunos casos, se requiere el uso de queratolíticos y el empleo de antibióticos y/o antifúngicos en caso de sobreinfección.