Niña de 7 años, que estando previamente bien, presenta acceso de tos intensa con un vómito posterior. Tras el mismo, aprecian dificultad respiratoria grave. A su llegada a urgencias presenta mal aspecto general, saturación de oxígeno del 75%, tiraje generalizado y silencio auscultatorio derecho. Tras estabilización se realiza radiografía de tórax (fig. 1) donde se aprecia una gran lesión quística derecha con nivel hidroaéreo e imágenes ondulantes, «signo del nenúfar», muy sugestivas de quiste hidatídico pulmonar (QHP) complicado.
Se amplía estudio con TC (fig. 2) y, ante la mala situación clínica, se decide exéresis quirúrgica urgente (fig. 3). Los estudios microbiológicos y anatomopatológicos confirman la etiología hidatídica del quiste.
La radiografía simple es muy útil en el diagnóstico de los QHP ya que, cuando el quiste se comunica con la vía aérea, se pueden observar los signos característicos1. En nuestra paciente la evacuación parcial del contenido del quiste y la entrada importante de aire originó el cuadro clínico y el signo radiográfico característico.
La hidatidosis es una zoonosis producida por Echinococcus granulosus. Tiene una distribución mundial y España es un área de alta endemicidad2. Aunque en adultos los quistes se localizan principalmente en hígado, en niños la afectación pulmonar es más frecuente ya que las características elásticas del pulmón permiten un crecimiento más rápido3. Pueden ser asintomáticos y diagnosticarse de forma casual o presentar un cuadro clínico grave al romperse hacia el árbol bronquial o pleura. La cirugía del QHP, asociada al tratamiento con albendazol, es el manejo terapéutico habitual.