Desde diciembre de 2019, un nuevo coronavirus denominado SARS-CoV-2, causante de la infección por coronavirus del año 2019 (COVID-19) ha ocasionado una pandemia mundial.
A fecha de 16 de junio de 2020 la Organización Mundial de la Salud ha comunicado 8.035.583 casos y 436.918 fallecidos en todo el mundo1. La mayoría de las infecciones en niños se caracterizan por leves infecciones de vías respiratorias altas o son asintomáticas2. Por el momento disponemos de escasa información sobre la presentación y evolución de los casos que ocurren en el periodo neonatal3.
Presentamos tres neonatos atendidos en nuestro Servicio de Pediatría afectos de infección por SARS-CoV-2. Los datos clínicos y analíticos de los pacientes quedan reflejados en la tabla 1.
Características clínicas y analíticas de los pacientes
Caso | EG | PN | Tipo de parto | Lactancia materna | Fiebre | IRVA | Taquipnea | Vómitos o diarrea | Lesiones cutáneas | Leucocitos (x103/mm3) | Limfocitos(x103/mm3) | PCR (mg/L) | Plaquetas(x103/mm3) |
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1 | 39+1 | 2900 | Cesárea | Sí | No | No | No | No | No | 7400 | 3800 | 18.5 | 243 |
2 | 40+5 | 3420 | Vagina eutócico | Sí | Sí | No | No | No | No | 6900 | 3250 | 1.3 | 195 |
3 | 38+1 | 3140 | Vaginal eutócico | Sí | Sí | No | No | No | No | 6700 | 3800 | 6.5 | 316 |
EG: edad gestacional; IRVA: infección de vías respiratorias altas; PN: peso nacimiento.
El paciente 1 es un neonato de 4 días de vida que acude a urgencias por pérdida ponderal debido a hipogalactia materna. Afebril, sin rinorrea. El ambiente epidemiológico era negativo. Como fue práctica estándar en nuestro centro, previo al parto se había realizado a la madre un estudio de reacción en cadena de la polimerasa (PCR) de SARS-CoV-2 con resultado negativo. En urgencias se objetivó pérdida de peso del 15% respecto al nacimiento y se inicia sueroterapia endovenosa por deshidratación moderada. Exploración física sin hallazgos patológicos. Constantes en urgencias: frecuencia cardíaca 148 latidos/minuto, frecuencia respiratoria 40 respiraciones/minuto, saturación de hemoglobina (pulsioxímetría) 98%, temperatura axilar 36,6°C. Dado que debía permanecer en la Unidad de Observación de Urgencias, se solicitó PCR a SARS-CoV-2 en aspirado nasofaríngeo que resulta positiva; no presentaba otras alteraciones analíticas. El paciente presentó una buena evolución en urgencias y fue dado de alta al cabo de 12 horas. Durante el siguiente mes se realizaron controles telefónicos de seguimiento que confirmaron ausencia de sintomatología y buena ganancia ponderal.
El paciente 2 es un neonato de 25 días de vida derivado por fiebre (temperatura axilar máxima 38°C) de 16 horas de evolución, sin otra sintomatología acompañante. Ambiente epidemiológico positivo con padre con cuadro catarral y fiebre. Exploración física sin alteraciones. Constantes en urgencias: frecuencia cardíaca 136 latidos/minuto, frecuencia respiratoria 38 respiraciones/minuto, saturación de hemoglobina 99%, temperatura rectal 37.1°C. Se realiza investigación de virus respiratorios en aspirado nasofaríngeo: virus de la gripe y virus respiratorio sincitial negativos, SARS-CoV-2 positivo. Analítica normal. Dado el excelente estado general se decide dar de alta a domicilio tras 8 horas en observación permaneciendo el paciente afebril. Se realizaron controles telefónicos durante las siguientes semanas presentando una buena evolución.
El paciente 3 es un neonato de 28 días de vida que consulta por fiebre (temperatura máxima de 38.6°C) de 24 horas de evolución. No presentaba tos, rinorrea ni otra sintomatología acompañante. Ambiente epidemiológico negativo. La exploración física en Urgencias es normal, con frecuencia cardíaca 136 latidos/minuto, frecuencia respiratoria 30 respiraciones/minuto, saturación de hemoglobina 99%, temperatura rectal 37.2°C. Se realiza analítica sanguínea que no muestra alteraciones. Se investigan virus respiratorios en aspirado nasofaríngeo que son negativos (virus de la gripe y virus respiratorio sincitial) pero positivo para SARS-CoV-2. Se mantiene en la Unidad de Observación durante 12 horas, durante las que permanece afebril y con excelente estado general, dándose de alta. Los controles telefónicos durante un mes indicaron total normalidad.
Existe poca evidencia en la literatura sobre las manifestaciones de la infección por SARS-CoV-2 en neonatos o lactantes pequeños. Ninguno de los pacientes de nuestra serie presentó sintomatología respiratoria durante la evolución de la enfermedad: uno estuvo asintomático en todo momento y los otros dos tuvieron fiebre como única manifestación. Al no presentar clínica respiratoria se consideró adecuado no realizar estudios de imagen, de acuerdo con los protocolos estándar de infecciones víricas, con objeto de evitar irradiación innecesaria. En China, al comienzo de la epidemia, se realizaron frecuentemente tomografías computarizadas y radiografías de tórax en los niños infectados sin que aportasen información útil en los pacientes asintomáticos4. Junto con la experiencia adquirida a lo largo de la pandemia, nuestros casos refuerzan la opinión de que en la infección pediátrica por SARS-CoV-2 debemos aplicar los mismos criterios de evitar irradiación innecesaria en los lactantes sin manifestaciones clínicas de afectación de vías respiratorias bajas.
En el último documento con las recomendaciones de la Asociación Española de Pediatría se indica la realización de la radiografía de tórax solo en aquellos pacientes con clínica respiratoria que precisen hospitalización5. Nuestros hallazgos confirman que si no hay signos ni síntomas sugestivos de neumonía, el estado clínico es bueno y la fiebre se autolimita, podría ser preferible evitar irradiación de una prueba de la que no esperamos obtener ningún beneficio6.