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Vol. 64. Núm. 3.
Páginas 290-291 (marzo 2006)
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Esquistosomiasis urogenital: un diagnóstico sencillo
Urogenital schistosomiasis: A simple diagnosis
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G. Navarro Cabañasa, N. García Sánchezb, R. Rubio Rubioa, C. Izaguirre Zugazagab, A. Clavel Parrillac, C. Seral Garcíac
a Hospital Infantil Miguel Servet.
b Centro de Salud Delicias Sur.
c Servicios de Microbiología y Parasitología. Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa. Zaragoza. España.
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La esquistosomiasis, de gran importancia en Salud Pública, se estima que afecta a unos 200 millones de personas en el mundo 1, especialmente en África y Oriente Medio, y sus graves consecuencias pueden ser fallo renal y cáncer de vejiga.

Debido a la inmigración y los viajes, la esquistosomiasis importada ha aumentado en Europa en los últimos años 2,3.

Presentamos 2 casos pediátricos de esquistosomiasis vesical diagnosticados en Atención Primaria.

Caso 1. Un varón de 13 años, de Gambia acaba de llegar a España. No refiere ningún antecedente de interés ni síntoma alguno. Se cita para realizar pruebas de cribado y actualizar el calendario vacunal. La madre comenta que, en ocasiones, hace orinas rojas. La hematuria es terminal, acompañada de disuria y coágulos desde hace varios meses. En Gambia solía bañarse en un río. Se solicita sedimento y cultivo de orina, hemograma, bioquímica, serologías, ecografía renal y examen parasitológico de orina para investigación de huevos de Schistosoma haematobium. De los resultados destacamos: sedimento 7-15 hematíes/c; cultivo negativo; hemograma eosinófilos 9,7 %. En la orina se observan huevos de S. haematobium. Se trata con praziquantel en dosis única de 40 mg/kg. A los 3 meses, la orina normal, y no han vuelto a aparecer los síntomas tras 22 meses de seguimiento.

Caso 2. Varón de 12 años, nacido en Gambia que llegó a España hace 2 meses. Acude por primera vez a nuestra consulta por un problema dermatológico. En la anamnesis su madre refiere que a veces la orina contiene sangre. No se acompaña de molestias al orinar. En su país acudía con frecuencia a bañarse a un río. En el examen físico destaca: lesión compatible con tinea capitis. En las exploraciones complementarias el sedimento de orina hematíes es de 18-30/c y el cultivo negativo. En el examen parasitológico de orina se observan huevos de S. haematobium (fig. 1). Hemograma: Hb 10,5 g/dl; hematócrito: 32,2 %; leucocitos: 8,00 mill/μl; eosinófilos, 9.00 %. La bioquímica, las serologías y gota gruesa son normales. Las ecografías renal y vesical son normales. Se trata con 40 mg/kg de praziquantel en dosis única. El control de orina a los 3 meses es normal. En los 12 meses de seguimiento no se ha repetido la hematuria.

Figura 1. Examen en fresco de orina del caso 2. Se observan huevos de Schistosomas haematobium con espícula terminal.

La esquistosomiasis es un complejo de infecciones parasitarias agudas y crónicas causadas por especies del género Schistosoma. La mayoría de las infecciones humanas son causadas por cinco especies (S. japonicum, S. mansoni, S. haematobium, S. mekongi y S. intercalatum). Todas las infecciones por esquistosomas se producen como consecuencia de contacto con agua dulce con formas larvarias, las cercarias, que nadan y penetran a través de la piel. Los gusanos adultos, machos y hembras de S. haematobium habitan en los plexos venosos vesicales.

La edad de mayor incidencia para infectarse está entre los 10 y 15 años, con predominio en varones 4; la relación es de 2,5:1.

En la esquistosomiasis urogenital la clínica más llamativa se produce en la fase crónica por la presencia de huevos en la pared de la vejiga, uréter y órganos genitales y la consiguiente respuesta granulomatosa e inflamatoria. La afectación vesical produce el primer signo, que es la hematuria macroscópica o microscópica, discontinua. Si la evolución es prolongada se producen complicaciones como: fibrosis vesical, estenosis ureteral e hidronefrosis y más raramente insuficiencia renal e incluso desarrollo de cáncer de vejiga 5,6.

La afectación genital en el varón puede dar lugar a: uretritis, epididimitis y hematospermia 7; en la mujer, infertilidad y embarazos ectópicos 8. Otras manifestaciones clínicas menos frecuentes son: infección intestinal, dolor abdominal recurrente, apendicitis, malnutrición y pérdidas de hierro, mielorradiculopatía 9, aumento de la transmisibilidad del VIH, seguramente por lesiones en la mucosa genital 10. En niños se ha descrito seudotumor de vejiga.

El diagnóstico definitivo es la visualización de huevos de esquistosoma en orina por sedimentación y centrifugación o por filtración. Es importante el momento de recogida de la muestra, la mayor excreción es al mediodía y al final de la micción. Se puede recoger orina de 24 h o a media mañana y tras ejercicio físico para aumentar la eliminación de huevos.

El tratamiento de elección hoy en día es el praziquantel en dosis única de 40 mg/kg, o en 2 dosis de 20 mg/kg separadas 12 h. Se debe investigar activamente sobre la presencia de hematuria en los pacientes procedentes de área endémica y su estudio debe comenzar con la investigación de la presencia de huevos de S. haematobium en orina fresca, y dejar para más adelante otro tipo de pruebas más cruentas.


Correspondencia: Dra. G. Navarro Cabañas.

Martín Fierro, 5. 50012 Zaragoza. España.

Correo electrónico: aunava@terra.es

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