Sr. Editor:
Las enfermedades infecciosas son la primera causa de mortalidad en la edad pediátrica en todo el mundo y la mayoría acontecen en países en vías de desarrollo, especialmente del África Subsahariana. El aumento de la inmigración y de los viajes transatlánticos ha ocasionado un incremento de enfermedades erradicadas en nuestro país como el paludismo. Las manifestaciones clínicas del paludismo en la infancia son inespecíficas1 y son frecuentes síntomas como fiebre, diarrea, vómitos, tos, etc., presentes también en otras enfermedades infecciosas como parasitosis intestinales, tuberculosis, hepatitis, etc.
En los últimos años se han publicado algunas series de paludismo en la edad pediátrica, sin embargo, en la mayoría de ellos no se detalla el hallazgo de otros agentes infecciosos que infectan y parasitan con frecuencia a estos enfermos. Nuestro objetivo fue el revisar la patología infecciosa acompañante a los pacientes diagnosticados de paludismo en nuestro Hospital, en la región sur de Madrid, desde marzo de 1995 a abril de 2006. Se excluyen tres de los 60 pacientes diagnosticados dado que no fueron susceptibles de estudio al trasladarse a una unidad de cuidados intensivos pediátricos por malaria grave.
Los pacientes tenían edades comprendidas entre el mes de vida y los 14 años. Todos menos uno procedían del continente africano y 55 eran originarios de Guinea Ecuatorial aunque 15 pacientes tenían como residencia habitual España y el contagio se produjo al viajar a su país de origen por períodos cortos de tiempo (mediana de 30 días). Todos requirieron ingreso para recibir tratamiento. En 41 pacientes (72 %) se encontró algún otro tipo de patología infecciosa. En una revisión2 realizada en una serie de 125 casos de niños inmigrantes procedentes del África Subsahariana en Madrid, el 79 % de los niños presentaban algún tipo de patología infecciosa, y el 33,3 % estaban infectados por tres o más enfermedades.
La presencia de parasitosis intestinal entre los pacientes con paludismo es variable entre un 38 y un 85 % en las escasas series donde aparece3-5 y es similar a la de otros estudios realizados en población inmigrante1,6. En nuestra serie se diagnosticaron 27 casos (47,3 %) de parasitosis intestinal, el 81,5 % estaban infestados por más de un parásito y en 12 de ellos se aislaron tres o más parásitos. Los parásitos más frecuentes, al igual que en otras revisiones, fueron Ascaris lumbricoides, Trichuris trichiura y Giardia lamblia presentes en 23, 14 y 9 pacientes de nuestra serie, respectivamente. G. lamblia se describe con frecuencia en menores de 9 años7 como ocurrió en 6 de nuestros pacientes (66,7 %). Respecto a los datos analíticos y clínicos, el 67 % tenía eosinofilia2,8 y sólo 5 pacientes señalaban síntomas gastrointestinales (diarrea y/o dolor abdominal) lo que supone un 81,5 % de episodios asintomáticos remarcando la escasa correlación con las manifestaciones clínicas.
Se observaron otras parasitosis intestinales que se recogen en la tabla 1.
TABLA 1. Parasitosis en 57 pacientes con paludismo
Se realizó estudio para detección de microfilarias en 12 pacientes resultando positivo en 5 de ellos: Onchocerca volvulus en un paciente, Mansonella perstans en tres; un paciente presentaba coinfección por ambas. Ninguno mostró sintomatología relacionada aunque todos tenían eosinofilia (> 500 células/μl). La filariasis es frecuente entre los inmigrantes procedentes de Guinea Ecuatorial donde la tasa de infección por O. volvulus llega al 75,2 % y la de otras microfilarias al 32,2 %9. La eosinofilia es un marcador útil para detectar microfilarias en inmigrantes procedentes del África Subsahariana2.
Se realizó estudio para detección de hepatitis B y C en 30 pacientes con positividad para 7 casos: 4 pacientes con hepatitis B pasada (anticuerpos positivos), 1 caso de hepatitis B-antígeno de superficie positivo y 2 casos de hepatitis C.
También se detectó infección tuberculosa latente (Mantoux positivo = PPD > 10 mm) en 5 de los 18 pacientes estudiados (28 %), así como 2 casos de tuberculosis pulmonar. La prevalencia de la infección tuberculosa es variable entre la población inmigrante pediátrica, entre un 3-40 %2,10. Los casos señalados en las series de paludismo son escasos3-5.
Otras enfermedades infecciosas diagnosticadas fueron: micosis superficial, 5 casos; infecciones respiratorias de vías altas, 10 casos; gastroenteritis aguda, 3 casos (dos por Salmonella no typhi, uno por Campylobacter); una osteomielitis; una pielonefritis aguda; impétigo en 3 casos.
En opinión de los autores, la investigación sistemática de parasitosis intestinal, tuberculosis o hepatitis permitirían un tratamiento integral de estos pacientes y una apuesta por el control en la diseminación de la patología infecciosa presente en los pacientes con paludismo.
Correspondencia: Dr. J. Arnáez Solís.
Servicio de Pediatría. Hospital General de Móstoles.
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Correo electrónico: jusoru@hotmail.com