Aeromonas es un bacilo Gram-negativo que presenta semejanza morfológica con las Enterobacterias. Se han descrito numerosas especies, siendo A. caviae, A. veronii y, fundamentalmente, A. hydrophila las más frecuentes. Estas bacterias se transmiten a través de aguas, tanto dulces como salobres, contaminadas. En el ser humano, habitualmente se han relacionado con infecciones de heridas, enfermedad sistémica (habitualmente en pacientes con enfermedades de base) y, sobre todo, con gastroenteritis aguda (GEA)1. En España, Aeromonas es considerada la tercera bacteria enteropatógena, después de Campylobacter y Salmonella, detectada en pacientes con GEA, con porcentajes que oscilan entre el 6-7% de los casos2; en el área metropolitana de Valencia, se ha documentado una incidencia de 20 casos por cada 1.000.000 de habitantes3. Recientemente la ESPGHAN/ESPID recomienda azitromicina como tratamiento oral en las gastroenteritis moderadas o graves, por los enteropatógenos bacterianos más prevalentes4, sin embargo, la ausencia de datos en especies de Aeromonas hace que no dispongamos de información sobre la utilidad real de este antimicrobiano. El objetivo del presente estudio ha sido evaluar la actividad in vitro de azitromicina en aislados clínicos de Aeromonas.
Durante el año 2015 se ha realizado un estudio prospectivo descriptivo de los aislamientos clínicos de A. hydrophila procedentes de pacientes con GEA. Las cepas bacterianas fueron obtenidas mediante cultivo de heces en agar selectivo CIN (Becton-Dickinson). La identificación bacteriana y el estudio de sensibilidad antibiótica se realizó utilizando técnicas estandarizadas y convencionales, concretamente los paneles NC70 del sistema comercial MicroScan WalkAway® (Siemens). Adicionalmente se determinó, mediante tiras Etest® (bioMerieux), la concentración mínima inhibitoria (CMI) de azitromicina en placas de agar Mueller-Hinton (Becton-Dickinson) y con un inóculo bacteriano de 0,5 de McFarland; los resultados se interpretaron utilizando el punto de corte epidemiológico establecido por el European Committee on Antimicrobial Susceptibility Testing (EUCAST) para Shigella y Salmonella (CMI<16mg/l=sensible). Se han analizado los casos según las variables de tiempo, edad y sexo, así como las características microbiológicas de las cepas bacterianas aisladas.
Durante el periodo de estudio se detectaron un total de 50 aislamientos clínicos de A. hydrophila. La mediana de edad de los pacientes fue de 8 años (rango: 0-89 años). El 54% eran niños (un 78% menores de 4 años) y el 32% ancianos. Un 52% eran varones. Todos los pacientes procedían de atención primaria, y ningún paciente refería hospitalización. Los aislamientos no mostraron una significativa estacionalidad, aunque el 58% se detectaron entre primavera y verano. Los porcentajes de sensibilidad in vitro a antibióticos de uso común en la GEA fueron: 0% ampicilina, 10% amoxicilina/clavulánico, 92% cefuroxima, 100% cefotaxima, 100% ciprofloxacino, 100% gentamicina y 96% cotrimoxazol. Todos los aislados fueron considerados sensibles a azitromicina; el rango de las CMI detectadas fue entre 0,5-8,0mg/l, y la CMI50 (capaz de inhibir al 50% de las cepas bacterianas) y la CMI90 (inhibición del 90% de las cepas) fueron entre 3,0-6,0mg/l, respectivamente.
El tratamiento antibiótico no siempre está indicado en los casos de GEA por Aeromonas, de modo que el empleo y elección del agente antimicrobiano depende de la sintomatología y de la edad del paciente, de la localización de la infección (intestinal o extra-intestinal), del estado inmunológico, y de la prevalencia local de los patógenos microbianos y los patrones de resistencia antibiótica. La sensibilidad antibiótica de Aeromonas ha sido estudiada principalmente en cepas bacterianas ambientales5, pero los estudios en cepas clínicas y contemplado el antibiótico azitromicina son muy escasos. En nuestra experiencia, A. hydrophila muestra un elevado porcentaje de sensibilidad in vitro frente azitromicina, aunque sería deseable el establecimiento, por parte de comités internacionales de microbiología, de puntos de corte clínicos que determinen la sensibilidad o resistencia para dicho antibiótico, tal y como ocurre con Salmonella/Shigella. Dada su cómoda posología (una vez al día), escasa toxicidad y su ya comprobada buena sensibilidad frente a Campylobacter y también Salmonella6, este antibiótico se consolida como el tratamiento empírico de primera elección en los casos de GEA bacteriana que requieran el uso de antimicrobianos.
Presentación previa en el XX Congreso Nacional SEIMC, Barcelona, 26-28 mayo del 2016.