Niña de 5 años que presentaba abdomialgia difusa de 15 días e incremento del perímetro abdominal detectado hacía 24h. Mostraba distensión abdominal y se palpaba masa de consistencia firme, no dolorosa, en mesogastrio e hipocondrio y flanco derechos que sobrepasaba 10cm el reborde costal. Se encontró hipertensión arterial. Se detectó LDH de 930 UI/l y PCR de 40mg/l, siendo el resto de los valores analíticos normales. En la ecografía abdominal mostraba una masa abdominal de 15 x 13 x 15cm en hemiabdomen derecho y la radiografía de tórax elevación de hemidiafragma. En la TAC con contraste se observó una masa de 17 x 13 x 14cm con captación heterogénea, dependiente de polo superior de riñón, que desplazaba hígado, aorta y vena cava a la izquierda, comprimiendo ésta (fig. 1). La masa rebasaba la línea media (fig. 2). Tras la confirmación histológica se inició quimioterapia en centro de referencia.
El tumor de Wilms es el cuarto tumor más frecuente en edad pediátrica (6%)1, siendo el cáncer renal más frecuente. En el momento del diagnóstico, el 95% de los pacientes son menores de 10 años y el 80% de 5 años. Las manifestaciones clínicas habituales son: masa abdominal palpable (75%), dolor abdominal (30%), hematuria (12-25%) e hipertensión (25%)2. A diferencia del neuroblastoma, puede manifestarse con masa tumoral de importante volumen y buen estado general del paciente. Es bilateral hasta en el 10% de las ocasiones3. Rara vez rebasa la línea media. El abordaje terapéutico es variado, siendo distinto en Europa, donde se recomienda iniciar quimioterapia y posteriormente cirugía, que en Estados Unidos, donde se prefiere tratamiento quirúrgico inicial4. La supervivencia se ha incrementado desde menos de un 30% hasta un 90%1.