Sr. Editor:
La alergia a las proteínas de la leche de vaca (PLV) es una causa importante de alergia alimentaria. Ocupa el tercer lugar en frecuencia tras la alergia al huevo y al pescado, y es la causa más frecuente durante el primer año de vida1. La mayoría de las reacciones ocurren tras la ingestión de leche, aunque también se puede producir por contacto a través de la piel2 y mucosas. Los niños alérgicos a la leche necesitan evitar su ingesta y contacto. Ésta puede producirse por la utilización de cosméticos. Describimos el caso de dos niños con alergia a la leche de vaca que tuvieron una reacción urticarial generalizada por utilización tópica de un producto que contenía leche de vaca.
Caso 1. Niño alimentado con lactancia materna que, a los 4 meses de edad, tras administrarle por primera vez leche de fórmula adaptada, la rechazó y en las zonas de la cara donde cayeron gotas de leche desarrolló reacción urticarial localizada. Desde los primeros días de vida tenía placas eritematodescamativas en mejillas, cuello y abdomen que mejoraban con la hidratación. Una hermana de 3 años tenía antecedentes de alergia a PLV. Diagnosticado de alergia PLV, inició alimentación con fórmula exenta de PLV.
Cuando tenía 5 meses, avisaron a la familia desde la guardería por haber comenzado con una reacción urticarial generalizada de comienzo inmediato tras el cambio de pañal. Fue llevado al servicio de urgencias, donde se objetivó reacción urticarial en forma de exantema y habones en tronco y extremidades, que cedieron tras la administración de antihistamínicos. Al revisar el producto utilizado para la limpieza se comprobó que las toallitas limpiadoras contenían PLV. Posteriormente siguieron utilizando para la limpieza del área del pañal las toallitas sin PLV que utilizaban habitualmente, sin experimentar ninguna reacción adversa.
Caso 2. Niña que inició lactancia artificial a los 45 días de vida con fórmula de leche de vaca adaptada; 7 días después, a los 30min de administrar un biberón, notaron la aparición de eritema en palmas y plantas con edema de manos y pies, sin otros síntomas. La paciente fue diagnosticada de alergia a PLV. A los 7 meses de vida observaron que, tras un cambio de pañal y en los primeros 3min, se producía una reacción habonosa localizada que relacionaron con la utilización de toallitas limpiadoras cuya composición incluía PLV. Las lesiones no volvieron a observarse tras suspender el uso de este producto.
En ambos casos no habían estado expuestos a productos con leche de vaca en las horas previas.
Estudio alérgico. Las pruebas cutáneas en prick resultaron positivas en ambos pacientes con leche de vaca, alfalactoalbúmina (ALA), betalactoglobulina (BLG) y caseína. Los valores de IgE sérica figuran en la tabla 1.
Dada la baja sensibilización observada en el caso 2, se sometió a la paciente a una prueba controlada de provocación. A los 30min de la ingestión de 50ml de fórmula de leche de vaca adaptada, la paciente tuvo vómitos y urticaria perioral que cedió en 40min tras la administración de un antihistamínico. La positividad de las pruebas cutáneas junto con los resultados de la prueba de provocación confirman el diagnóstico de alergia a las PLV.
El análisis de la composición de las toallitas aplicadas en el caso 1 se muestra en la tabla 2. En el caso 2, la madre nos refirió que los componentes de las toallitas limpiadoras incluían PLV. Ambos pacientes tienen historia de alergia mediada por IgE a PLV. La presencia de leche de vaca en estos productos junto con la sucesión temporal entre la limpieza con las toallitas y la reacción de hipersensibilidad sugiere una relación causal.
Comparación de los componentes de los dos envases de toallitas en el caso 1
Toallitas que desencadenaron la reacción | Toallitas utilizadas habitualmente por el paciente |
Propilenglicol | Propilenglicol |
Fenoxietanol | Fenoxietanol |
Alantoína | Aceite de castor |
Benzoato de sodio | Fosfato de sodio |
Metilparabeno | Metilparabeno, etilparabeno |
Propilparabeno | Propilparabeno |
Polisorbato-20 | Xanthan gum |
PEG-12 dimeticona | Dimeticona |
EDTA disódico | EDTA disódico |
Glicerina | Trilauril-4 fosfato |
Lactosa | PEG-40 hidrogenado |
Proteínas lácteas | Triglicérido caprílico |
Camomila | |
Ácido cítrico |
Los pacientes con alergia a las PLV deben tener precaución a la hora de utilizar productos de aplicación tópica, que puedan llevar en su composición proteínas de leche.
En España, el Real Decreto 1599/1997 y sus posteriores modificaciones recogen la regulación de los productos cosméticos. En el mismo no se estipula que el fabricante tenga que declarar de forma llamativa en el envase la presencia de estos componentes. Respecto al término “hipoalergénico” de aquellos productos en que aparece, no corresponde a ninguna definición legal; por lo tanto, su significado real es nulo. No obstante, en la práctica, tal como algunas asociaciones de consumidores como la OCU han denunciado3, ofrece una falsa sensación de seguridad al consumidor.
Numerosos cosméticos contienen componentes procedentes de alimentos que podrían ser responsables de reacciones alérgicas, como frutos secos (almendras, cacahuetes, nueces), cereales y frutas, entre otros. Además, los alimentos en los cosméticos pueden producir reacciones generalizadas, especialmente si se aplican en zonas con alteración de la barrera cutánea, como erosiones o eccemas.
Se han descrito casos de comienzo de la reacción alérgica tras la aplicación cutánea en niños alimentados al pecho de forma exclusiva4. En niños con alergia conocida a PLV se han descrito reacciones locales y generalizadas5, e incluso anafilácticas tras la aplicación de crema que contiene PLV en el área del pañal6,7, o por el mero contacto de una gota de leche sobre piel intacta. Debido a la permeabilidad de la piel del lactante8, la utilización de productos de forma tópica como cremas y toallitas limpiadoras que contengan proteínas de conocida alergenicidad debe estar contraindicada en lactantes con alergias alimentarias, especialmente en aquéllos con alteración de la superficie de la piel, como en los casos de dermatitis atópica.