La primera causa de mortalidad entre las edades de 15 y 24 años son los accidentes y más específicamente los producidos por tráfico. Se trata por tanto de una verdadera epidemia que constituye un grave problema de salud pública en nuestro entorno.
Las únicas medidas de que disponemos desde los distintos ámbitos sanitarios son la prevención y el adiestramiento para poder atender al accidente. La rápida aplicación de los conocimientos y técnicas aprendidas puede contribuir a salvar muchas vidas y reducir significativamente la gravedad de las lesiones.
El Ayuntamiento de Madrid puso en marcha en el año 1999 el Programa de Prevención de Accidentes y Primeros Auxilios dirigido a padres con hijos en edad escolar. La buena acogida por parte de los colegios y la sensibilización de los profesores derivó en una demanda cada vez mayor hacia los grupos de edad más susceptibles de sufrir accidentes como son los adolescentes.
A partir del año 2001 hemos realizado numerosos cursos en Institutos y Escuelas de Formación Profesional con población entre 16 y 25 años de edad, enfocando algunos contenidos de prevención hacia hábitos y vivencias de su entorno más próximo.
El curso tiene una duración de 20 h y una metodología activa y muy participativa. Consta de dos partes igualmente importantes. La primera es de prevención e intenta hacer reflexionar sobre los factores que motivan que se produzca un accidente. La segunda parte contempla qué hacer una vez ocurrido el suceso; desde los incidentes más leves hasta las lesiones más graves, donde se instruye acerca de la conducta que hay que seguir para disminuir la morbimortalidad.
Conclusiones1) La demanda de los Colegios hacia este modelo de programas ha ido aumentando a lo largo de los últimos años. La sensibilización ante los accidentes es cada vez mayor. 2) La actitud de los jóvenes ha sido muy participativa y las expectativas que tenían antes de empezar el curso se han cumplido. 3) Los contenidos deben tener una orientación más específica hacia sus intereses (estrategias de prevención más impactantes). 4) El aprendizaje a estas edades es ágil y eficiente. 5) Este tipo de curso debería extenderse a toda la población juvenil antes de llegar a la universidad o a otros ciclos formativos superiores.