Investigar la presencia de sintomatología referida a trastornos de la personalidad en pacientes jóvenes con trastornos de la conducta alimentaria (TCA) mediante la utilización del inventario de T. Millon, y determinar si existe un perfil de vulnerabilidad.
Material y métodoAnálisis de los perfiles obtenidos en el inventario clínico multiaxial de Th. Millon (MCMI II), estableciendo el punto de corte en TB 75, en un total de 200 pacientes, mujeres, afectas de TCA, y de edades comprendidas entre 18 y 26 años. De ellas, 53 estaban diagnosticadas de anorexia nerviosa (AN) y 147 de bulimia nerviosas (BN).
El MCMI II valora 13 escalas: esquizoide, fóbica (evitativa), dependiente (sumisa), histriónica, narcisista, antisocial, agresivo-sádica, compulsiva (rígida), pasivo-agresiva, autodestructiva (masoquista), esquizotípica, límite (borderline) y paranoide.
ResultadosEl 90 % de las pacientes presentan, por lo menos, una escala con puntuación TB superior a 75. Las escalas con puntuaciones más elevadas son: pasivo-agresivo, evitativo, sádico-agresivo, histriónico, masoquista, dependiente, borderline.
ConclusionesExiste un alto porcentaje de trastornos de la personalidad y comorbilidad en patología alimentaria. No se puede establecer una correlación premórbida entre un trastorno específico de la personalidad y la patología alimentaria. Se abre un interrogante: ¿es primero, el trastorno o la enfermedad? En AN hay mayor frecuencia de trastornos del grupo excéntrico (trastornos esquizoide, esquizotípico y paranoide) que en BN. El trastorno antisocial es más frecuente en la BN que en la AN. En BN hay mayor frecuencia de trastornos de personalidad pasivo-agresivo y sádico agresivo. La utilización de este perfil de personalidad puede ser un instrumento de gran utilidad para detectar los factores de vulnerabilidad para los TCA, con el objetivo de incidir de forma selectiva con programas de prevención.