La nutrición parenteral (NP) pediátrica (NPP) en España se ha prescrito y elaborado tradicionalmente de forma individualizada. Esta práctica conlleva la indicación diaria de la cantidad de cada uno de los componentes de la unidad nutriente, los cálculos precisos para su elaboración y la preparación propiamente dicha. Su principal ventaja es la flexibilidad y el ajuste preciso para el control bioquímico.
Determinar si es posible la estandarización de la NPP en un hospital terciario.
Pacientes y métodosRevisión retrospectiva de la composición de todas las unidades de nutrientes para pacientes pediátricos elaboradas en el período comprendido entre el 1 de enero de 1996 y el 31 de diciembre de 1998. Se comparó cada prescripción con una NPP estándar que cumpliera las siguientes condiciones: a) ecuación de Holiday-Segar para el volumen; b) aporte calórico de 1 kcal/ml (6 10%), y c) la siguiente distribución de nutrientes: aminoácidos, 8-15% del aporte calórico total; hidratos de carbono, 55-65%, y lípidos, 30-35%. Del resultado de esta comparación se estimó el número de unidades nutrientes que cumplían las tres condiciones citadas y las que sólo cumplían la tercera. Por otra parte, se revisó la distribución de las bolsas de NP de acuerdo con el protocolo seguido en nuestro centro, que permite tres opciones: NP estándar, NP individualizada y NP individualizada con aporte de electrolitos fijo por volumen de solución.
ResultadosDurante este período, 554 pacientes recibieron 7.921 unidades nutrientes. La duración media fue de 14,3 días y se elaboraron diariamente una media de 7,2 bolsas. Sólo el 4,5% cumplieron las tres condiciones, y el 16,2% la tercera. Es decir, sólo se hubiera podido elaborar una unidad nutriente al día si se aplicaran los criterios de normalización anteriormente expuestos. Cuando se analizó la aplicación de nuestro propio protocolo se observó que del to tal rizadas;sin embargo, si se excluyen los recién nacidos, aumenta hasta el 53,2%.
ConclusionesSi se aplican criterios rígidos de estandarización, sólo un pequeño número de unidades nutrientes podrían prepara-se de esta manera en un hospital terciario. La combinación de NP individualizada y estandarizada permite disminuir el trabajo en farmacia y los costes económicos asociados,al tiempo que se conserva la flexibilidad.
Pediatric parenteral nutrition (PN) in Spain has traditionally been prescribed and made up on an individual basis. This practice entails daily indication of the quantity of each of the components of the PN bag as well as precise calculations for its formulation and preparation. The main advantages of individualized prescriptions are their flexibility and precise biochemical control.
The aim of this study was to determine whether pediatric PN can be standardized in a tertiary care hospital.
Patients and methodsWe reviewed the composition of all the pediatric PN bags prepared in our hospital from 1.1.1996 to 31.12.1998. Each individual prescription was compared with a standard PN fulfilling the following criteria: a) Holiday-Segar equation for volume; b) 1 kcal/ml (6 10%), and c) ma-cronutrient distribution: 8-15% amino acids, 55-65% dextrose; 30-35% lipids. The results of this comparison were used to estimate the number of bags fulfilling all three criteria and those that fulfilled only the third. We also reviewed the distribution of PN bags prepared according to the protocol used in our center which allows three options: standard PN, individualized prescription, and individualized prescription except electrolytes, supplied in fixed concentrations per liter of PN.
ResultsFive hundred fifty-four patients received 7,921 PN bags. The mean duration of PN was 14.3 days and the mean number of PN per day was 7.2. Only 4.5% fulfilled all three criteria but 16.2% satisfied at least the last criterion. If the three criteria for standardization were applied, only one PN bag/day could be prepared. Analysis of the application of our protocol revealed that of all the PN bags prepared only 27.9% were partially or totally standardized. However, exclusion of neonates increased this figure to 53.2%.
ConclusionsIf rigid standardization criteria are applied, only a small number of PN bags can be prepared in a tertiary hospital. Combining both standard and tailored PN could reduce pharmacy workload and costs while maintaining flexibility.